¿Quién descubrió
América? Nadie, según los chavistas, porque ya estaba descubierta por los
indios que la habitaban. Colón fue un cruel conquistador (foto). Lo que desconoce
este falso e ignorante historiador, es que por ejemplo en el Zulia, el grupo de
sedentarios de la región, que tenía unos 4.000 años establecido, fue desalojado
por una gran oleada que perteneció a la nación arahuaca (1.500 a. C. hasta la
era cristiana).
Después vendrían grupos
de Colombia de habla chibcha (era cristiana hasta 600 d. C.) que fueron
desplazados a su vez por los aguerridos y altamente belicosos caribes que
perduraron hasta la llegada de Colón. Así como los arahuacos conquistaron y fueron
conquistados, los europeos dominaron, tanto a los triunfadores como a los
derrotados del nuevo continente.
Así ocurrió con otros
conquistadores como los mayas, aztecas e incas que ahora resulta que fueron
“muy crueles” y los critican por practicar sacrificios humanos, esclavizar a
sus rivales y tener clases sociales. O sea, no eran socialistas.
Nuestra india Isabel,
esposa legítima de Alonso de Ojeda, con quien nació el mestizaje
latinoamericano, fue la primera americana en casarse con un español y en
visitar las cortes españolas en calidad de señora. Pues ahora resulta que fue
una traidora. Es decir, salir de la barbarie y de la idolatría para convertirse
en la “doña Isabel” del conquistador más importante; la cristiana, la
civilizada, la constructora de la nueva cultura fue un acto de traición.
Cómo harán con la Europa
milenaria. ¿A quién echarles la culpa? ¿A los invasores egipcios, palestinos,
sirios, persas, mesopotámicos, fenicios, iraníes, griegos o romanos? Conquistar
y ser conquistado ha sido la historia de la humanidad y los victoriosos imponen
a la fuerza su cultura, religión y manera de ser a los derrotados. Quien
desconozca esta realidad es un ignorante.
La conquista y
colonización de Latinoamérica por los españoles, con todas sus imperfecciones,
trajo como consecuencia el establecimiento de un inmenso conglomerado de
personas que hoy pueblan un mismo continente y hablan un mismo idioma sin que
existiera entre ellos odios de raza ni diferencias de credos, hasta que llegó
el innombrable a sembrar rencor y discordia entre hermano. Que
oiga quien tiene oídos.
Ernesto García Mac
Gregor
@GarciaMacGregor
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