Este 2019 como hemos sostenido sin flaqueos, dependerá
sustancialmente, de la capacidad que tengamos para unirnos y actuar
cohesionados, en el empedrado camino de obstáculos, que nos separa del cambio y
las elecciones justas que lo materialicen. Esa unidad del país democrático, que
debe hacia adelante, conducirnos a la unidad del pueblo todo, impulsando un
supremo ejercicio de reconciliación nacional.
Los partidos que, desde el primer
momento, asumimos la oposición frente al gobierno, una vez más alejamos razones
e inconsecuencias, para mantener vigente el espíritu unitario, eligiendo la
directiva de la Asamblea Nacional, haciendo valer acuerdos suscritos en la MUD.
Si esa misma MUD que fue sacrificada,
por algunos de los que hoy se benefician de esos acuerdos unitarios allí
convenidos.
Recordemos que asumir la conducción, de una
institución parlamentaria en cualquier democracia del mundo, impone a sus
directivos el estricto proceder en representación de ese colectivo
parlamentario, por encima de las posturas individuales de quienes ejercen esas
posiciones directivas.
Saludamos así, el logro unitario de la directiva que
integran los compañeros diputados Juan Guaidó, Edgard Zambrano y Stalin
González. Hoy les corresponde un ejercicio riesgoso y trascendente. Algunos
dirigentes y seguidores impulsivos y otros inexpertos, se han dedicado a
presionar, para que esta directiva adopte decisiones, meramente efectistas sin
posibilidad de concreción.
Hasta ahora el parlamento democrático, una vez más,
corriendo todos los riesgos, ha asumido decisiones firmes y ajustadas a la
legalidad que soporta todas nuestras conductas políticas. Así debe seguir
siendo, sin ceder a la tentación a veces bien celebrada por los seguidores, de
adoptar rutas precarias en validez legal o vacías de posibilidad cierta de hacerse
efectivas y ejecutables.
Sólo conservando la institución y el fuero que le
acompaña, podremos continuar ejecutando, esta dura faena de hacer oposición, de
resistir hasta triunfar, lo cual alcanzaremos cuando se concreten, unas
elecciones justas y transparentes, que permitan renovar legítimamente y sin
cuestionamiento alguno, el Poder Ejecutivo encabezado por la Presidencia de la
República. Entre tanto no se debe dejar de ejercer la representación genuina
del Pueblo, como el único de los Poderes Públicos, universalmente reconocido en
su legitimidad democrática. Éxitos presidente Guaidó y directiva de la AN.
Isabel Carmona
@PresidenciaAd
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