jueves, 3 de enero de 2019

RAFAEL RAMÍREZ, LA PERDIDA DE LA V REPÚBLICA, SEGUNDA PARTE


Primera parte en;

Ahora hagamos una evaluación de los daños estructurales al país:

Tenemos un severo problema con la institucionalidad del Estado. Fue desmontado el andamiaje institucional del Estado de la V República. Debemos decir con dolor que, con maduro, se perdió la V República, ya nada volverá a ser como antes.

Ni el Poder Ejecutivo, ni el Legislativo tienen legitimidad, ambos poderes se han desviado de sus funciones, de sus atribuciones, han sido deslegitimadas por los factores políticos en sus propias aspiraciones e intereses grupales.

La Asamblea Nacional Constituyente, de ser “un órgano transitorio” como establece la Constitución, se ha convertido en un órgano permanente, que ni siquiera debate, ni legisla, ha sido el instrumento de violación de la Constitución y las leyes que ha utilizado el gobierno. No es un poder supraconstitucional, ni originario, es un apéndice del gobierno, que hace tiempo traspasó la línea roja de Chávez. No tiene sentido que siga existiendo.

El Poder Judicial, incluyendo el TSJ, ha sido ocupado por factores grupales político-económicos, que han vulnerado el Estado de Derecho en el país. Los Magistrados han faltado a su deber constitucional de impartir justicia, proteger al ciudadano y salvaguardar el funcionamiento e integridad del Estado.

El Fiscal General y el Ministerio Público como un todo, es una entelequia, corrupta, asaltada por grupos de extorsionadores político-económicos, otro apéndice del gobierno. Se debe revisar el marco legal de su creación y lo que ha sido su desempeño, incluyendo una profunda investigación y rendición de cuentas por las terribles violaciones a los Derechos Humanos y a los Derechos Constitucionales de los ciudadanos, que han sido afectados por su accionar.

La Defensoría del Pueblo, no existe. Hay que refundarla.

El Consejo Nacional Electoral, ha sucumbido a las manipulaciones de la voluntad del pueblo, ha cedido a la presión de los factores políticos del gobierno. No garantiza la transparencia de los procesos de elección popular. Deben restablecerse los sofisticados mecanismos que garantizaban el secreto y el ejercicio del voto de cada ciudadano.

La Institución Militar, ha sido vulnerada por el madurismo, afectando sus ascensos y grados por las manipulaciones que han hecho elementos del gobierno. Han descuidado de manera peligrosa la operatividad de los distintos componentes, la protección social y el mantenimiento de oficiales y tropa. Igualmente, han permitido un nivel de intromisión de otros países y potencias en las áreas de seguridad e inteligencia, que vulnera nuestra soberanía. Existen oficiales y profesionales que han sido degradados, hechos prisioneros y sometidos a maltratos, aislamiento y secuestro, sin el debido proceso, violando sus derechos constitucionales.

Hay que restablecer los mecanismos de ascenso y funcionamiento de todos los componentes militares, así como, todas las capacidades operacionales y condiciones de vida de los oficiales, profesionales y tropa. Liberar y restablecer los derechos a los oficiales y tropas secuestrados por razones políticas. Las Fuerzas Armadas deben garantizar con sus armas, la soberanía nacional y las garantías sociales.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela ha sido vulnerada por el Ejecutivo, así como, por los otros Poderes del Estado, incluyendo la Asamblea Nacional Constituyente. Su Preámbulo, parte integral de la misma, sus artículos y leyes, han sido vulneradas sistemáticamente. La actuación gubernamental, del TSJ y del Ministerio Público, en este período de retroceso ha sido ilegal e inconstitucional.

Los principios de Democracia Participativa y Protagónica, Soberanía Jurisdiccional, así como, la Soberanía del Estado sobre la industria de Hidrocarburos, petróleo y gas, y sobre sus minerales estratégicos, ha sido vulnerada por la acción entreguista del gobierno, y la complicidad del TSJ y de la Asamblea Nacional Constituyente.

El Estado ha incurrido en una falta grave, al no velar por la integridad territorial y la soberanía del país sobre el Territorio Esequibo y su mar territorial, al permitir que empresas transnacionales, exploren y realicen operaciones de extracción de petróleo y de oro en el territorio en disputa con Guyana.

Rafael Ramirez
@RRamirezVE ‏

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