El “Reino Unido” (RU) propende a desunirse en función a su hoy controversial voto de salida de la Unión Europea (UE), o Brexit, que no cuaja entre mucha gente por el desbarajuste de votaciones en el Parlamento inglés, los conatos de violencia en Úlster, o Irlanda del Norte (una de las regiones históricas de la isla de Irlanda), la confusión en los puertos ingleses que colindan con los franceses en el Estrecho de la Mancha, y ante las crecientes dudas de muchos ingleses en cuanto al mérito del Brexit. Y no cuaja en Escocia (5.170.000 habitantes) porque ahora sus líderes anuncian un referéndum de independencia del RU a llevarse a cabo en 2021. Según Bloomberg News: “los escoceses quieren protegerse de las consecuencias negativas del Brexit”, y no es para menos.
El reciente referéndum de independencia fue el 18, septiembre, 2014. El 55,3% del voto la rechazó, y los tres partidos del Parlamento inglés acordaron ampliar los poderes del Parlamento escocés. El 23, junio, 2016 se celebró el referéndum de permanencia del RU en la UE y el resultado favoreció la salida con la excepción del voto escocés que optó por permanecer. Inmediatamente la Primer Ministro (PM) de la semiautónoma administración escocesa de Edimburgo, Nicola Sturgeon, líder del Partido Nacional Escocés, que asumió el cargo el 20, noviembre, 2014, enunció que el sistema político de Londres había desestimado el voto escocés que favoreció permanencia en la UE, y que había socavado el renovado poder otorgado al Parlamento escocés. La PM Sturgeon espera realizar la votación de permanencia de Escocia en el RU durante la vigencia del actual Parlamento, o hasta 2021, e hizo un llamado a la legislatura a permanecer unida por el interés nacional y en resguardo de la democracia. En su discurso del 24 de abril en torno al Brexit destacó que el sistema de gobierno de Westminster simplemente no servía los intereses de Escocia. “La causa a favor del la independencia de Escocia está más fortalecida que nunca,” destacó. Hasta hace poco la PM escocesa favorecía una salida negociada entre el RU y la UE sobre todo si se acordaba un arreglo aduanero que el electorado de Escocia prefiere, pero ante dilaciones y vacilaciones del Parlamento Inglés, ahora sus partidarios la instan a la salida de Escocia del RU.
La primer ministro Teresa May por su lado desestima la posibilidad de un nuevo referéndum escocés ya que el de 2014 se rechazó esa salida. De cualquier modo, una nueva votación requeriría la aprobación estatutaria del RU que entre otras cosas opina que tal plebiscito debería ser generacional. La popularidad de un nuevo referéndum escocés se debilitaría si T. May aceptase un Brexit menos exigente… lo que está por verse. Hoy Escocia ejerce control de sus asuntos internos: salud, educación, transporte y un porcentaje del impuesto a la renta, pero no sobre el ingreso de inmigrantes que esta vez quiere independizarlo de la política del RU porque considera que la fuerza laboral inmigrante es vital para la economía de Escocia. En abril la PM Sturgeon introdujo reglamentación de apoyo a los ciudadanos de la UE que vayan a ser afectados por el Brexit. “Escocia sería emprendedora y pujante en Europa,” dijo Sturgeon el 24 de abril. “En tanto que ahora estamos obligados a actuar desde los márgenes, desplazados dentro del RU que a su vez se ve cada vez más marginado internacionalmente. La independencia, por el contrario, nos permitiría proteger nuestro sitial en Europa.”
Jorge V. Ordenes-Lavadenz
@JvordenesV
No hay comentarios:
Publicar un comentario