El país nacional estaba consiente que la convocatoria intempestiva a un dialogo, que era un mecanismo que estaba contemplado entre las estrategias diseñadas el 2015 en la Habana por los Castro, con la participación de Bergoglio y Obama para casos en extremos apelar a ello, y volver a salvar el régimen cívico militar, opero tal como ocurrió con el anterior dialogo de abril de 2014.
Este nuevo de ahora, para ser activado en caso de una emergencia de gobierno ante una amenaza de desplome nuevo Un diálogo no para frenar el caos, mucho menos para abortar el drama global que abate hoy con furia a los venezolanos y la anarquía general que vive el país de ingobernabilidad e n donde todo el mundo manda y nadie obedece, en medio de una sociedad sin orden social y acorralada por penurias inimaginables que presagian líos inminentes. Un drama generado generadas por una autocracia plutocrática y oclocratica encabezada por no más de unos 100 sujeto, la mayoría gestados politica y militarmente en la IV que, que hoy tienen secuestrado a 28 millones de venezolanos sustentados en el imperio de las armas de la república, por la represión, la persecución, el encarcelamiento a la disidencia, y la sumisión de todos los poderes públicos, así como por el control social a través de los alimentos. En tanto, ellos están a su vez auto secuestrados, dada la imposibilidad de salir del país, porque la mayoría de ellos tienen juicios y orden de captura por organismos internacionales de policía por la comisión de graves delitos contra la vida y por narcotráfico.
Un dialogo insólito y no menos falaz montado con el contubernio de toda la clase politica, no para buscar urgente salida a la actual ingobernabilidad, al caos social y detener al menos el modelo político/militar y económico que destruyo el país y nos llevó a la ruina física, de la salud, moral y fiscal, sino que sus fines partidistas y candidaturales perversos e inconfesables, por ello era evidentemente urgente retroalimentar y oxigenar al régimen montado sobre un país desbastado por todos ellos sin excepción, con una inflación acumulada al 2016 del 800 %, un dolara Bs 1.980 un déficit fiscal de 20 puntos del PIB, con un sistema de producción estrangulado e intervenido por el Estado, con control de cambio y de precios, sin alimentos ni medicinas en el abasto nacional ni ninguno de los otros bienes necesarios para sobrevivir. Un dialogo infamante montado sobre las penurias que abaten cerca de 130 presos políticos condenados en las mazmorras del régimen a torturas y vejaciones insólitas. Un diálogo cuyas consecuencias políticas e históricas tendrán igualmente repuestas políticas históricas, y sociales inmediatas. De cara a un régimen que por su naturaleza legal, constitucional y de gobernabilidad, tal como aquel de Rómulo Gallegos en 1948 con pocas diferencias que está condenado a tener el mismo fin, y similar al que tuvo el del anodino llamado “mariscal” Juan C. Falcón, y aquel también del bienio de Jose Ruperto Monagas, se repite la historia. Solo es cuestión de tiempo, para que el tsunami político que se avecina post el infamante y antihistorico dialogo, arrase con el actual escenario. Alea jacta est
Jose Eduardo Guzman Perez
guarauno2000@gmail.com
@guzmanperez1
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