El movimiento estudiantil está ante un nuevo reto. Derrotar la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que pretende violar la autonomía universitaria.
Desde 1812 con José Félix Ribas en La Victoria los estudiantes venezolanos han luchado con gran espíritu de sacrificio para derrotar, en aquella oportunidad, al conquistador opresor y más adelante para luchar por la libertad y la democracia.
La ya larga tradición de lucha continuó en 1928 con la recordada manifestación contra el dictador Juan Vicente Gómez. Arriesgaron la libertad y repudiaron al tirano. Más adelante, en 1957, la huelga universitaria contra la dictadura perezjimenista fue el detonante que movilizó al pueblo hasta la victoria del 23 de enero de 1958. “clarinada del gallo en la aurora de la libertad” la llamó Caldera cuando regresó del exilio. Tal gesta fue honrada luego al declarar, oficialmente, el gobierno al 21 de noviembre como el Día del Estudiante. Por ello este próximo 21 de noviembre debe ser una jornada que emule a aquella de 1957 y defienda la autonomía universitaria. El estudiantado tiene que movilizarse y ser guía del pueblo como lo hizo en el 2007 cuando derrotamos el referéndum continuista con el que pretendió Chávez perpetuarse en el poder.
Ahora, como en 1957, nos toca defender la autonomía universitaria contra el zarpazo intervencionista del TSJ. La universidad autónoma es un símbolo de libertad y democracia. No podemos tolerar que se derogue la autonomía universitaria. Debemos defender este reducto de libertad que el régimen tiránico de Maduro pretende arrebatarnos.
Luego, la defensa de la autonomía universitaria, debe ser el detonante que necesitamos para movilizar al pueblo en defensa de sus universidades. De nuevo le toca al estudiantado ser la vanguardia de esta lucha.
Los jóvenes deben organizarse y movilizarse para explicarle al pueblo el por qué de la lucha universitaria. Lograr que el pueblo defienda sus universidades, que haga suya la lucha por la autonomía universitaria. Repitamos la victoria del 2007 cuando los estudiantes guiaron al pueblo para que votara no en el referéndum. Hay que desacatar la resolución del TSJ. En la Venezuela de hoy no hay elecciones transparentes y confiables.
Esta puede ser la batalla final de la lucha contra la dictadura de Maduro. Ni un paso atrás en esta lucha en la que se juegan principios de una universidad abierta a todas las corrientes del pensamiento universal, centro de investigación y acicate para el desarrollo.
El estudiantado tiene pues ahora de nuevo la obligación de ser la vanguardia de esta lucha por la autonomía universitaria.
Los gobiernos totalitarios como el de Maduro tienen como objetivo copar todas las instituciones y la universidad debe escapar a este intento totalitario. Desaparecida la autonomía se liquidaría el centro del pensamiento libre y democrático que debe regir en todo el país. Sin universidades autónomas no hay democracia y sin democracia no hay libertad. Luchemos ahora por universidades con autonomía y podremos mañana contar con la comunidad universitaria para recobrar la democracia y la libertad.
Así fue en 1812, en 1928, en 1957, en el 2007 y así debe ser ahora en el 2019. Esta lucha debe ser el detonante que nos faltaba para movilizar al pueblo contra la tiranía. A la tiranía opongamos la autonomía universitaria expresión de una sociedad libre y democrática.
Sin autonomía universitaria llegaríamos al totalitarismo total, a la oscuridad intelectual y renunciaríamos a la investigación científica y humanística, motores del desarrollo.
Si el régimen logra liquidar la autonomía universitaria estaría dando el zarpazo final al libre juego democrático y la vigencia de las libertades públicas. La autonomía universitaria hoy significa democracia y posibilidades de que el país se desarrolle con todas sus potencias que solo pueden ser activadas en el marco de la investigación y la ciencia que se cultivan en las universidades. Sin autonomía universitaria regresaríamos al oscurantismo de los siglos XVIII y XIX. Las hordas ignorantes y retrógradas del régimen impondrían el atraso y el subdesarrollo y se acentuaría el dominio de este régimen salvaje y feroz.
La autonomía universitaria hoy equivale a democracia, progreso y libertad.
No se puede intervenir en el proceso electoral que propone el TSJ con el argumento de que ganaríamos. Participar significa el anticipo de la derrota. Busquemos la victoria. De nuevo a la calle por la libertad y la democracia.
Unamos la lucha por la autonomía a la lucha por la libertad y la democracia. Es una sola lucha.
Héctor Pérez Marcano
El Nuevo País y Zeta
@enpaiszeta
https://elnuevopais.net/2019/11/05/hector-perez-marcano-la-lucha-por-la-autonomia-universitaria/
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