jueves, 2 de enero de 2020

OSCAR ARNAL: ¿OTRA CONSTITUCIÓN?

Hace 20 años la Constitución entró en vigencia al ser publicada el 30 de diciembre de 1999. Es derecho ineficaz al ser desatendida. Nació sin respetar las formas que establecía la Constitución precedente para lograr una nueva. Igualmente sin un acuerdo nacional que incluyera a la gran mayoría del país político como sí lo hizo la de 1961. La Constituyente que la realizó, además de no estar contemplada fue elegida con un sistema de votación que sobre proporcionó por mucho a los oficialistas que presentaron sus candidatos en las llamadas morochas, violando el espíritu del sistema mixto, personalizado y proporcional de elección. Los opositores que lograron ser elegidos terminaron salvando el voto.

La Constitución del 99 aunque contiene algunos avances también encarna retrocesos. Entre ellos: la eliminación del senado, que cumplía un importante papel contralor y legislador dentro del estado federal; el llevar el periodo presidencial a 6 años, y el haber aprobado luego la reelección indefinida de todos los cargos de elección popular; el eliminar el control civil sobre el poder militar en muchos aspectos entre ellos el de los ascensos y el hacer responsable al sector castrense del destino nacional.

Dentro de los avances estuvo entre otros el consagrar que los tratados internacionales en materia de derechos humanos en cuanto sean más favorables, prevalecen en el orden interno, y que el estado está obligado a acatar las decisiones de las instancias mundiales, disposiciones que nunca se cumplieron. Interpretándose incluso la Constitución contra su propia letra. A lo largo de los últimos 20 años, no se ha respetado la diferencia entre administración, estado y gobierno; se ha dejado al Parlamento sin sus facultades; se impidió la realización del referéndum revocatorio de mitad de periodo; se acabó con la llamada Constitución económica y la independencia de los poderes, incluida la del Banco Central; se convocó de la misma manera a una Constituyente sin consultar al pueblo; hay un atropello sistemático de los derechos humanos: el debido proceso, el derecho a la defensa, la libertad de prensa y la garantía del juicio en libertad… 

Mientras tanto, está en marcha otra Constitución, cuando lo que tendrían es que cumplir la actual.

Oscar Arnal 
oscar.arnaln@gmail.com
@OscarArnal  

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