Tras décadas de polarización salvaje, dañina y extremista, el país agotado, salvo algunos miembros irresponsables de la diáspora venezolana, que incluyendo mirones suman mucho menos en cantidad a los que nos quedamos… y tampoco pagan impuestos… queremos paz… una tregüita… reglas claras en el juego… para dedicarnos a las faenas en las que somos felizmente productivos.
Ese deseo, lógico por lo demás, es imposible de lograr mientras sigan las mismas condiciones presentes cuando el comandante Chávez ganó su primera elección: valga decir mientras en los medios diariamente aparezcan estos dos polos agrediéndose mutuamente como enemigos a muerte.
Y no se trata de que el gobierno sea terco y no de su brazo a torcer porque en cada elección, cual ritornelo fastidioso, vuelven a soltar presos… a legalizar a última hora partidos, “de maletín”… y a permitir que regresen al país personas que han delinquido… para incorporarse a “la campaña”… en calidad de candidatos o de financistas… lo cual revela que al menos el Presidente quiere fumar la pipa de la paz con parte o toda la oposiciòn… lo cual es natural. Pero, un “régimen” o “sistema” político para estabilizarse requiere que gobierno y opositores se respeten… tanto a sí mismos… como a la Constitución y las leyes que de ella emanan.
Y para ello, que es la condición previa a resolver problemas entre ambos polos… tendría que haber en la oposición un líder al que sus pares lo respeten y acaten… o que al menos esté dispuesto a pasar en solitario el desierto de la imbecilidad… abandonando el dogma unitario… para construir soluciones.
Eso es mucho pedir cuando en ese campo del “unitarismo” hay entre caballeros y damas 10 o 12 que se creen “presidenciables”… algunos viven en el extranjero… los cuales a pesar de la alta autoestima que se tienen… jamás se han dignado en décadas de vida política… a presentar soluciones consensuadas con el gobierno y dirigidas al país.
Pero, lo peor es que esos jefes carecen de palabra que es parte de la personalidad del líder: Recuerdan a Borges firmando un borrador y luego negando su propia firma… Guaidó usurpando el cargo de Presidente a pesar de que nunca lo ha sido… etc.
Insisto… Chávez tenía razón en cuanto a que Venezuela merece una oposición mejor… hay que construirla.
Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
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