sábado, 17 de octubre de 2020

CARLOS PADILLA, LA GUERRA PSICOLÓGICA CONTEMPORÁNEA, GANAR LAS MENTES Y LOS CORAZONES

Este trabajo es un resumen producto de una investigación bibliográfica realizada por mi mediante diversas fuentes existentes en internet. Veamos en los párrafos siguientes.  

La historia ha demostrado que las guerras se ganan por la combinación de formas y métodos de lucha. El desgaste psicológico y la subversión ideológica se oponen a la conciencia política, la voluntad de lucha y la capacidad de resistencia psicológica, y las batallas que se libran en esta esfera desde la paz.  

Esto confirma que, frente al enemigo con supremacía militar y tecnológica, con poder factico, las batallas políticas, ideológicas y psicológicas y las formas de lucha irregular adquieren singular importancia en la defensa y el ataque de una posición que enfrenta a otra con posibilidades de éxito. 

La guerra psicológica consiste en asustar al enemigo para reducir sus posibilidades de éxito en el combate. La guerra psicológica busca, por un lado, paralizar al adversario, derrotarlo antes de que siquiera entre a combatir y, por otro lado, ganar las "mentes y los corazones" de las personas que no se piensa aniquilar. 

El arma más sofisticada y eficaz con que se cuenta hoy para neutralizar las actuales doctrinas bélicas es la opinión pública nacional e internacional pues la guerra no se gana solo en las trincheras, o desde el aire con refinados y sofisticados sistemas de armas automatizadas; hay que ganarla también en las mentes de la gente, tanto en el bando propio como en el enemigo ejerciendo un dominio de amplio espectro. 

Las actividades propagandísticas comenzaron a conocerse como "operaciones psicológicas" o (Guerra Psicológica), durante la II Guerra Mundial. El elemento fundamental de la guerra psicológica aplicada al principio   es la superioridad tecnológica y militar avasalladora y la invisibilidad de los ejércitos. 

Para el éxito de la guerra psicológica es imprescindible la integración funcional entre civiles y militares: se desarrolla en dos procesos paralelos: primero en la revolución en los asuntos de negocio, dada en la integración de entidades civiles con el complejo militar industrial, y segundo, en la creciente interacción entre civiles y militares en el nivel de la toma de decisiones. 

La guerra psicológica, o guerra sin fusiles, es el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica orientadas a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social, político o militar, sin recurrir al uso de las armas.

Las Operaciones Psicológicas son el conjunto de medidas persuasivas en tiempos de paz o de guerra que se conciben con el fin de influir en las actitudes, opiniones y comportamiento de las fuerzas contrarias, sean éstas civiles o militares, con el propósito de alcanzar los objetivos preestablecidos. 

La guerra psicológica es un medio de lucha que emplea en forma sistemática la propaganda y otros procedimientos para doblegar la voluntad y el espíritu del enemigo, persigue el propósito de influir en las opiniones, sentimientos, actitudes y en los actos del enemigo. Así como también en los pueblos y los países, ya sean enemigos o neutrales. 

La guerra psicológica pretende tres objetivos fundamentales que son desarticular las organizaciones populares simpatizantes del enemigo, debilitar las bases de apoyo en los sectores de la población y eliminación de la oposición política. 

El fin de la guerra psicológica es destruir la moral del enemigo para lograr la victoria militar y para ello se emplean dos métodos diferentes, uno el militar y otro el político. El método militar se practica en los campos de batalla, directamente contra el combatiente, mientras que el método político se dirige hacia la retaguardia, básicamente contra la población civil. 

La guerra de cuarta generación tiene como objetivo el control y dominación mental de los integrantes de una sociedad mediante el apoderamiento y control de la conducta social masiva. Se quiere que la sociedad, responda a los intereses del agresor, lo que le da derecho al territorio, a sus recursos naturales y a los consumidores que en ella habitan. La “Guerra Contraterrorista” en la actualidad variante complementaria de la Guerra de Cuarta Generación, borra las fronteras tradicionales entre “frente amigo” y “frente enemigo” creando la posibilidad del "fuego amigo"

Para cerrar este resumen evadimos las citas de los textos consultados por ser ellos muy numerosos y muchas veces coincidentes en los conceptos consignados.  

Esperamos que este resumen funcione para realizar, por parte de nuestros amables lectores, trabajos sobre este tema de vital importancia para la contemporaneidad. 

Carlos Padilla 
carpa.carpa@outlook.es 
@carpa1301

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