El último párrafo del Artículo 293 de nuestra
Constitución señala textualmente “(…) Los órganos del Poder Electoral
garantizarán la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y
eficiencia de los procesos electorales, así como la aplicación de la
personalización del sufragio y la representación proporcional.” Y lo hace no
gratuitamente, sino porque los procesos electorales, el voto, es la esencia de
la democracia, de allí la insustituible importancia que sean totalmente
transparentes, no medianamente.
Como se imaginan, este extracto es apropósito de lo
dicho por, nada más y nada menos, el vicepresidente de nuestro máximo ente
electoral nacional, ha confesado las elecciones del 21N serán “un proceso
medianamente transparente”… nos preguntamos, dónde estarán el Defensor del
Pueblo y el Fiscal General ante semejante violación a la Constitución y ultraje
a la democracia.
Después de esto ¿Quedarán quienes, a parte de la
representación del régimen, se atrevan a participar en un evento “electoral” de
esta naturaleza? Imaginamos que si, pero, y de esto no tenga la menor duda,
solo participaran dos tipos de personas: la extremadamente ingenuas y los
cómplices, porque ningún venezolano que se dé a respetar participaría en unas
elecciones donde sus organizadores confiesan va existir fraude, trampa y
vicios, digo, por aquella otra mitad oscura ¡la no transparente pues!
De las trágicas elecciones en “Condiciones Mínimas”
celebradas hasta 2015, donde ni ganando ganaba la oposición. De las “Elecciones
en Condiciones Absurdas” como las perpetradas desde 2017, donde el chavismo
impone candidatos, partidos, electores y resultados, ahora pasamos a las
“Elecciones Medianamente Transparentes”… sencillamente, por aceptar la
perpetración de elecciones de esta naturaleza tenemos la Venezuela de hoy, cuna
de sufrimiento
Y es así. Atención mundo: Cualquier nación que acepte
procesos electorales medianamente transparentes se merece lo que Venezuela está
padeciendo, así de sencillo.
No puede ser venezolana aquella persona que aún
pretenda asistir y cooperar en elecciones de este tipo, a sabiendas de las
desgracias que han acarreado a los habitantes de este país. Los procesos
electorales están sumergidos en desinstitucionalización, con las instituciones,
recursos y armas del Estado a merced de una élite de cepa castrista, que han
aniquilado el poder del voto: no premia, castiga, ni genera cambios. Sean
cuales sean los resultados, el chavismo siempre impone su proyecto.
Lo hemos dicho, lo electoral esta caducado, no se
puede votar mientras los procesos electorales no sean totalmente transparentes,
con líderes naturales y tampoco se puede tirar por la borda todo lo que la
abstención, como repudio a este tipo de elecciones oscuras y a la
desinstitucionalización, ha logrado: la ilegitimidad e ilegalidad internacional
de quienes detentan el poder al margen de la ley y la democracia.
Sin lugar a dudas, atendiendo al
verdadero legado de nuestros próceres, a nuestra historia, a nuestra esencia,
ningún venezolano que se aprecie serlo enteramente se prestará a continuar
apoyando acciones responsables de la destrucción de la nación.
leandrotango@gmail.com
Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario