Sí contamos con los dedos de una mano los políticos venezolanos que abordan los problemas reales del país, nos sobran dedos.
La inmensa mayoría ha sido arrastrada al escenario que el chavismo impone ¿los motivos? pueden ser muy diversos, pero sin lugar a dudas en nada benefician a los habitantes de este desnaturalizado país, al contrario, nos continúan hundiendo en los mismos errores que desde hace más de 20 años han acelerado nuestros padecimientos históricos, además de crear otros mucho peores.
Venezuela comenzó acelerar su destrucción con la imposición del Estado Comunal en 2007, dicho sea de paso, a pesar los venezolanos dijimos no a ese modelo de centralismo ultroso, de partidización de la sociedad, de cubanización. Por supuesto, desde que Chávez arribó al poder en 1999 comenzó el plan, lo primero fue acabar de lleno con la institucionalidad, las instituciones del Estado pasaron ser sedes del partido de gobierno, primero del inefable MVR, ahora de Psuv… los magistrados del TSJ en 2006 coreando el grito electoral “¡Uh Ah Chávez no se Va!” explica claramente lo aquí planteado.
La aniquilación de la educación plural, abierta al pensamiento humano, tal como lo expresa nuestra carta magna, ha sido sustituida por una muy resumida y adoctrinante. La cada vez más severa castración de nuestras libertades de opinión, expresión e información nos trata de enajenar de la realidad. Nuestras libertades económicas fueron sustituidas por la imposición de un modelo comunistoide que asesina la principal fuente de superación e independencia del ser humano: el esfuerzo propio.
La gasolina de la democracia, el voto, ha sido eliminada, dando lugar a presuntos procesos electorales donde el régimen impone a sus “contrincantes”, los resultados. Además, un innumerable conjunto de leyes que han dejado al lado a la economía como ciencia, que han desdibujando lo social, extinto la venezolanidad, respondiendo solo a los intereses económicos de una élite atornillada en el poder… ¡Allí está la clave!
Para superar todo lo que destruye a la nación debemos ser claros en nuestras acciones, claros en las estrategias, claros en quienes hay que seguir. Mientras continuemos detrás de “líderes” que solo secundan todo lo que el régimen propone ahondaremos en la tragedia que hoy es Venezuela, por ejemplo ¿De qué vale votar sí las instituciones rojas han hecho al chavismo 100% inmune a lo que “el pueblo decide”?
De este modo, se requiere un liderazgo que haga comprender los problemas reales del país, que diseñe las estrategias y sepa materializarlas. Necesitamos un liderazgo que imponga la agenda, que no siga la del régimen, pues todo lo que retiene el chavismo es ilegal e ilegitimo. Un liderazgo que no se preste para procesos electorales al margen absoluto de la ley y la democracia, que no retorne a lo electoral hasta que se rescate la institucionalidad.
¿Cómo hacerlo? La presión es parte de la agenda, presión en todos los terrenos, para lo que rescatar la empatía con la población es la clave, además, retomar la confianza (hoy debilitada) de la comunidad internacional democrática, en esto último no debe haber reparo, el régimen se aferra a sus aliados internacionales frenéticamente, de hecho, un representante del gobierno de Cuba forma parte de nuestro consejo de ministros. Líderes reales que aborden los problemas reales, por allí comienza nuestra senda a la segunda independencia… quienes siguen la agenda del régimen también son chavistas, así de claro.
Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela
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