La Gran Montaña, la obra que, publicada por Ekaré e ilustrada por Carmen Salvador, se convirtió en un legado lleno de lecciones que han enriquecido la vida de muchos niños a través de los quince años que median desde su aparición en 2006...Anuncios
Aquella noche, apenas dos días antes de emprender la expedición hacia el Nanga Parbat, la novena montaña más alta del mundo, le hizo a su esposa un regalo muy especial: la maqueta del libro en que se volcaba la historia que había ido hilando, noche tras noche, para explicarle a sus hijos por qué escalaba.
José Antonio Delgado Sucre nunca regresó, pero su esposa, Frida Ayala, supo cultivar la semilla que habitaba entre las páginas de La Gran Montaña, la obra que, publicada por Ekaré e ilustrada por Carmen Salvador, se convirtió en un legado lleno de lecciones que han enriquecido la vida de muchos niños a través de los quince años que median desde su aparición en 2006.
La fortuna me depara la suerte de coincidir, a su paso por Madrid, con Frida, una mujer bella y luminosa, que, sobreponiéndose a la adversidad, disemina los valores que su esposo dejó impresos en este libro, a saber: la importancia del trabajo en equipo, del adecuado liderazgo y de conocer nuestras fortalezas y debilidades.
“La Gran Montaña -cuenta Frida- es una historia que José concibió, después de haber alcanzado el Everest junto con Marcus Tobías y Proyecto Cumbre en 2001, para explicarle a sus hijos por qué subía montañas. Para entonces eran pequeños y les leíamos muchos cuentos en las noches. Cuando ya se habían leído todos los cuentos que había en la casa, empezaron a pedirnos cuentos inventados: cada noche ellos me daban un personaje y yo tenía que inventar un cuento. La diferencia es que José les fue contando el mismo cuento cada vez y lo fue perfeccionando hasta alcanzar esta historia, que Ekaré tuvo a bien editar.”
Cuando José Antonio se quedó dormido entre las nieves del Nanga Parbat, Frida se vio a cargo del bautizo del libro: “es una herencia que yo asumí con muchísimo orgullo y cariño”.
Frida recibía continuamente invitaciones para hablar del libro en colegios y otras instituciones educativas, y, con el correr del tiempo, fue desarrollando una conferencia en la que ponía en luz los valores contenidos en la historia.
“La Gran Montaña -explica- habla de cómo alcanzar un sueño en la vida y, de alguna manera, en este cuento están presentes distintas habilidades y principios que se requieren para hacerlo. Lo que hice fue extraerlas de forma práctica, didáctica y sobre todo divertida, fácil, para que los jóvenes vean lo que tienen que poner en práctica si quieren emprender en cualquier ámbito”.
Elefante, Camello, Yak y Canguro quieren conquistar la cumbre de la Gran Montaña. La aventura comienza, pero los obstáculos son muchos, y, solo a través de la solidaridad y generosidad, podrán llegar a la meta, afirma Ekaré respecto al libro.
“Este año, gracias a la empresa privada, pude llevarlo a distintos colegios y alcanzar quinientos niños. Ojalá el año que viene siga dándose esta oportunidad para seguir difundiendo, no solamente el nombre de José Antonio como montañista, sino la historia que está implícita en este cuento, que, de cara a los retos que tiene el hombre, el ser humano, hoy en día, constituye realmente un aporte importante para que los niños puedan ir entendiendo desde pequeños la importancia de emprender para hacer realidad sus sueños”.
Si bien La Gran Montaña se ha constituido en una referencia dentro de la literatura infantil de Venezuela, no es menos inspiradora la historia de Frida Ayala, quien, a partir de un revés en su vida, ha sabido transformar lo que José Antonio contemplaba como un cuento infantil en un auténtico legado, haciendo mejor la vida de las personas que la rodean, manteniendo viva la memoria de su esposo y haciendo fecundos su viudez y su tiempo.
Linda D´ambrosio
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Venezuela-España
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