Según calificados profesionales del Derecho Constitucional, tanto el Referendo Revocatorio como la Asamblea Constituyente, son figuras constitucionales nada excluyentes una de la otra, como lo define el Dr. Hidalgo Valero, presidente del movimiento Defensores Populares de la Nueva República, y ello nos da pie para poner manos a la obra y activar la conciencia del 60% por ciento de los compatriotas que se abstuvieron de votar en las elecciones regionales del pasado 21 de noviembre, pese a lo cual aun cuando el régimen obtuvo 20 gobernaciones y 223 alcaldías, el resultado electoral arrojo una aplastante victoria de la oposición al cuantificar el resultado total con un 45 % sobre el 33% del oficialismo.
Los venezolanos nos habíamos habituado a la democracia y la mayoría de los votantes en las elecciones de los años 1999 y 2000 nacieron en democracia. Tan habituados estamos a ella que, a pesar de su desprestigio, el pueblo venezolano sigue extrañando esa libertad que con el socialismo, marxista y mal llamado bolivariano empezó a desaparecer como en efecto se ha demostrado en estos dolorosos y tristes 23 años. Este holocausto debe terminar, para continuar y sobrevivir en democracia eso sí perfeccionándola, y para conducir al país con un nuevo liderazgo.
Claro está que debemos primeramente entender que una Asamblea Constituyente, es un órgano conformado por representantes directos del pueblo, con competencia para sancionar y modificar su constitución o ley fundamental y definir su organización política. No se trata pues de generar enmiendas constitucionales propias de las funciones de los parlamentos, sino de transformaciones radicales, orientadas al cambio de sus estructuras básicas.
Por su parte, el referendo revocatorio o elecciones revocatorias, es un procedimiento legal mediante el cual los votantes pueden determinar mediante el voto la permanencia o no de una persona en un cargo electo, bien sea por votación directa, recolección de firmas o una combinación de ambas. A través de este procedimiento los ciudadanos mandantes, dan por terminado el mandado que le ha sido conferido a una autoridad electa, fundamentado en el principio de la libertad política de los ciudadanos de elegir y deponer a sus gobernantes en una democracia representativa.
El artículo 350 de la Constitución Nacional, “la mejor del mundo” según el hijo de……Sabaneta, reza textualmente: ”El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos ciudadanos”.
Este es el momento histórico y no debemos ni podemos dejar que el régimen siga perpetuándose en el poder, por cuanto ha generado una crisis económica, política y social jamás vista en toda la historia desde la génesis republicana, circunstancia por la que la mayoría del pueblo en un 70% no cree ni confía en Nicolás Maduro; Asamblea Nacional ilegítima del 2017; Poder Judicial; Fuerzas Armadas; Administración Pública y partidos políticos, entre otros.
En medio de esta crisis, el régimen ha educado a una parte de la población para que pida más y como si no se hubiera comprobado que el modelo socialista de repartir dadivosamente la ya agotada riqueza petrolera, persiste populista y demagógicamente ofreciendo villas y castillos a quienes aún creen en los cantos de sirena de sus bucólicos predicadores con Maduro a la cabeza, creando a su vez más fuentes de corrupción, lo cual se traduce en un desprestigio institucional, asociado con la ineficiencia, incapacidad e inmoralidad.
Hasta la presente fecha, se había venido presentando el dilema de cómo lograr los cambios indispensables y necesarios que se requieren, para lograr la reconquista de la libertad y de la democracia, que no es precisamente la culpable del deterioro que campea en el país. Los mecanismos señalados al principio de este articulo son los más viables y constitucionales, tal como lo prevé en su contenido la Carta Magna, la misma que orondamente exhiben a troche y moche, los socialistas marxistas y mal llamados bolivarianos.
Es necesario pues evitar que el deterioro y la destrucción de la nación, prosiga aceleradamente por culpa de quienes detentan el poder. Y nada más oportuno este momento crucial, tal como en el año 1992 el entonces gobernador del estado Zulia, Oswaldo Álvarez Paz, propuso formalmente el camino constituyente como salida para superar la crisis.
A ello habría que agregarle el informe preliminar, que la misión de observadores de la Unión Europea en el que refiere, que “en Venezuela existe falta de independencia judicial, la no adherencia al estado de derecho y que algunas leyes afectaron las condiciones, la igualdad y la transparencia en las elecciones”.
Señores compatriotas que se abstuvieron de votar el 21 de noviembre pasado, la mesa está servida y para la convocatoria de cualquiera de las dos alternativas antes señaladas, no deben seguir haciendo un acto de constricción ni inmolando su espíritu, alma y corazón, sino dando el paso definitivo que haga posible el retorno de la democracia y de todos sus derechos constitucionales.
Vamos a demostrarles que somos una mayoría abrumadora, y que su slogan va de retruque….: ¡¡ NO VOLVERÁN !!
Carlos Aguilera
careduagui@gmail.com
@_toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
Venezuela
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