sábado, 28 de noviembre de 2015

DOUGLAS JÁTEM VILLA, ESCENARIOS DEL 6D (Y III)

Luego de haber comentado los cuatro primeros entre los nueve escenarios que se aceptan con mayor y menor probabilidad con relación a las elecciones parlamentarías, corresponde enfocar el quinto, “Elecciones el 6D con mayor o menor grado de fraude electoral que se realiza para proclamar un inexistente triunfo chavecista”. Ya se dijo que es similar al tercero, dado que en ambos casos se irrespeta la voluntad popular, se desconoce la institucionalidad y se registra algo equivalente a un golpe de estado, pudiéndose generar reacciones muy graves de variada naturaleza, incluyendo choques entre fuerzas militares venezolanas, y actuaciones de orden internacional, a favor y en contra del gobierno, las cuales hoy lucen bastante probables. 

Se puede reconocer una pequeña diferencia en el sentido de que en este quinto escenario, el gobierno, en lugar de “alzarse” y conservar el poder en forma totalmente inconstitucional, ilegítima y antidemocrática, como en el caso del tercer escenario, puede tratar de ocultar su comportamiento en el grado de credibilidad con el cual realice el fraude. 

Sin embargo, en el caso de ambos escenarios se debe tomar en cuenta que en los ordenes nacional e internacional se asume que esta es realmente una opción que contempla el gobierno, y se aceptar que la misma sería enfrentada en forma muy contundente, y al tomar en cuenta el muy disminuido respaldo popular al gobierno, se puede esperar que sería derrotada, aunque probablemente a un costo dolorosamente elevado. 

En el sexto escenario el gobierno suspende las elecciones con el apoyo de los otros poderes públicos. Como ya se dijo, este desenlace, al igual que el tercero y el quinto, puede generar reacciones muy graves de variada naturaleza e impacto sobre la paz y estabilidad del país. 

El séptimo escenario plantea que el alto mando del chavecismo, como consecuencia de la dinámica propia del gobierno de Maduro,  produce su sustitución aparentemente constitucional por el Vicepresidente u otro alto funcionario. 

Se agrega que se puede producir algún efecto sobre la realización de las elecciones parlamentarias. Este es uno de los tres escenarios que se considera moderadamente probables, y se recuerda que los seis restantes se califican como no probables. El grado de probabilidad que se le atribuye se explica como consecuencia del fracaso estrepitoso del gobierno madurista, del hecho de que el chavecismo conserva el ejercicio del gobierno y de que se puede desarrollar en forma pacífica e institucional, tomando en cuenta la salida que tengan las elecciones parlamentarias. 

El octavo escenario, “No hay elecciones el 6D porque cae el gobierno de Maduro producto de su dinámica propia y no por acciones ajenas tipo golpe de estado, y su sustitución por un gobierno militar  con orientación chavecista” se considera similar a los descritos en los literales c, e y f. Se trata claramente de un golpe de estado que posibilita que el chavecismo conserve el poder, pero se generaría la confrontación fuerte que ya se señaló en el caso de los escenarios tercero, quinto y sexto, con el resultado probablemente adverso al chavecismo. 

En el caso del noveno escenario, “No hay elecciones el 6D porque cae el gobierno de Maduro producto de su dinámica propia y no por acciones ajenas tipo golpe de estado, y su sustitución por un gobierno militarista”, movimiento calificable de golpe de estado, el desenlace dependería de la orientación y propósito de los militares golpistas. Debe observarse que se habla de un noveno escenario porque se trata de militares no chavecistas. Se puede pensar que se trataría de un gobernó transitorio mientras se realiza el proceso electoral que genere el nuevo gobierno, y que tendría una orientación dirigida a restablecer el orden democrático y a enfrentar en forma idónea las condiciones de vida dramáticas que padece el pueblo venezolano, y que obviamente tendría el respaldo de todos los sectores democrático de Venezuela. Se podría asimilar a la experiencia del 23 de enero de 1958, ajustada por la nueva realidad nacional e internacional. No se cree viable que un gobierno militar de esta naturaleza pueda pretender mantenerse en el poder. Por otro lado, se puede pensar que se trataría de un gobernó militar con intención autoritaria y dictatorial, asimilable a la experiencia perezjimenista, y que no contaría con respaldo popular.

Douglas Jatem Villa
djatem@gmail.com
@djatemv

Falcon - Venezuela

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