martes, 22 de diciembre de 2015

SIXTO MEDINA, HACIA UNA VENEZUELA DISTINTA

El triunfo de la unidad el pasado 6 de diciembre constituye una oportunidad histórica para el inicio de una nueva etapa que nos conduzca hacia una Venezuela distinta, basada en la capacidad para el dialogo, en la búsqueda de acuerdos y consensos por encima de las diferencias partidarias e ideológicas. Sólo por acceder como mayoría al parlamento, la unidad nos coloca a todos a las puertas de una posibilidad renovadora: cambiar la calidad de nuestros problemas. Estamos a las puertas de la posibilidad de que, a partir del 5 de enero, se den los primeros pasos para que veamos recreada y alterada la calidad de los problemas. Estamos ante la posibilidad de que nuevos dilemas y nuevos desafíos resulten de una puesta en marcha hacia el futuro, lejos del encubrimiento de la verdad, la repetición y el autoritarismo que se pretendió identificar con el pensamiento y la acción progresista. 

El costo ha sido muy grande, un costo humano, social, político que pesará por muchos años.

La situación del país que les espera a los diputados y diputadas de la Mesa de la Unidad Democrática es difícil. Vivimos los peores momentos económicos, de inseguridad y corrupción, donde Nicolás Maduro, por su ansia de poder, no está dispuesto para corregir y compensar los males de su gobierno - que la ciudadanía puso tan claramente de manifiesto con el voto en las elecciones parlamentarias el 6D- y superar las dificultades que plantea una conducción presidencial, necesarias e imprescindibles para determinar con mucha nitidez las estrategias y políticas de Estado que el país abrazaría con la mirada puesta en plazos y no en la mera coyuntura.

La Asamblea Nacional, según la Constitución de la República en vigor, tiene amplias facultades para sancionar las leyes que corrijan el fracasado modelo populista y dictar una amplia amnistía que permita liberar rápidamente a los presos políticos y, recuperar la liberad de expresión y de prensa  gravemente cercenada por los chavistas para predicar sin descanso abrumador el discurso único, oficial.

Tienen los diputados delante de la toma de posesión la urgente y delicada tarea de empezar a desarrollar el plan estratégico legislativo y las propuestas de trabajo ya anunciadas, que permitirá, en la medida de lo posible, iniciar la reconstrucción del país, sobre todo, en materia económica sobre bases sanas y estables. No hay razones para dudar que ello será así, la dirigencia política que integra la MUD determinará los principios y lineamientos que orientaran el esfuerzo venezolano en los meses y años venideros y por qué caminos avanzaremos hacia la meta que los habitantes de este suelo acariciamos: la edificación de un país institucional previsible y económicamente sustentable.

Los venezolanos tenemos cuatro años más de una compleja cohabitación con el chavismo en el ejecutivo. Serán duros, pero el pueblo sabrá enfrentarlos pacíficamente. Se ha recuperado un poder esencial de la república, una de las tres funciones básicas de un país: el equilibrio entre los poderes públicos. Poniendo el eje en la moderación y la serenidad, Venezuela unida regresara a una normalidad extraviada y podrá comenzar a salir del estado de postración en que la ha sumido el dirigismo cultural, político y económico chavista con sus perimidas recetas colectivas

Me gustaría expresar un reconocimiento cabal a la persistencia de los  que creyeron en la unidad y en el cambio posible bajo una salida pacífica, cívica y eleccionaria. A los que sostuvieron su fe y su convicción contra viento y marea, resistiendo las impugnaciones de quienes lo caracterizaron como cobardes, como ciegos o como ingenuos.

Sixto Medina
sxmed@hotmail.com
@medinasixto

Miranda - Venezuela

No hay comentarios:

Publicar un comentario