miércoles, 27 de enero de 2016

LUIS MANUEL CUEVAS QUINTERO, EL DECRETO DE EMERGENCIA, ¿MATERIA DE INTERÉS NACIONAL? TERCERA VIA

El camino analítico muestra -para entender la complejidad de nuestra historia presente-, las fuerzas en conflicto y las opciones abiertas en la Venezuela actual.

Luego del necesario ejercicio de distinción, se puede ver y comprender el contexto con sentido estratégico. Las expectativas abiertas y lo que nos estamos jugando los ciudadanos y la sociedad en un régimen de historicidad que se debate entre un presentismo/pasatista y un futuro incierto que afecta el imaginario nacional y el mundo de la vida de la gente común, se convierten en elementos clave para reconocer que nos encontramos no en un estancamiento, sino en una dinámica dialéctica cuyos resultados si bien no son previsibles del todo, marcan una disonancia gobernada por una creciente demanda contra la corrupción que corroe el aparato del Estado. 

1- Estamos pues, en una crisis real, no sólo económica, sino de valores culturales. Esta totalidad de contradicciones construidas por decisiones erradas, es, en el sentido de los negocios públicos, responsabilidad de un gobierno que pasó de las buenas intenciones, a importar una ideología altamente destructiva de la dignidad humana y depredadora de los recursos. Nos remitimos así, a la genealogía de este socialismo del siglo XXI que se remonta, a la doctrina e ideología castrista, que debemos calificar, sin eufemismos y concesiones como una forma de despotismo tropical o de totalitarismo derivado de las condiciones salvacionistas que el sistema socialista contiene en sus fundamentos. Y por otro lado, a la construcción imaginaria de un Bolívar deformado por el simulacro de la ideología nacionalista. Ambas fuentes, forman parte de un trauma antiimperialista que no deja ver los procesos de juegos de poder actuales.
En semejante campo, Fidel Castro se convierte paradójicamente en un referente del siglo XXI cosificado en los sesenta, convertido en ícono por el imaginario edípico de sus seguidores y fanáticos. Y Bolívar devenido en socialista amulatado como bien señaló Ramo Allup, se transfigura en chavista dejando de ser lo que en realidad era, un hijo del romanticismo y de la ilustración.

En la estructura profunda, el salvador político convertido en censor y controlador de la vida pública y del Estado, ha intentado destruir al individuo, los principios libertarios y la propiedad. No en balde, la consistencia mítica que se contiene en los discursos y las iconografías políticas intenta controlar al individuo, subalternizando sus expectativas a las que dicta el Estado y la Patria inventada. Al decir de Pierre Legendre, “El montaje de los amores patrióticos implica la sangre”. Del decreto de emergencia al Estado de excepción y a la dictadura sobre las necesidades, hay solo una línea muy borrosa.

2- Si se acepta el Estado de crisis, ¿la solución para el Decreto de emergencia debe orientarse en qué sentido?
El que dicta el poder que irresponsablemente metió a la sociedad sin distingo de clases y al país y sus regiones en este cul de sac pseudo socialista, exigiéndole ahora sacrificios en un modo análogo a su enemigo el neoliberalismo, o el de someter a deliberación y discusión en la Asamblea Nacional dicho Decreto que por su naturaleza inconsistente debe ser rechazado como en efecto lo fue. Una cuestión perfectamente normal en toda democracia y en toda sociedad que esté consciente tanto de los equilibrios de poderes, de sus roles y funciones, como del desastre en el que la ideología importada del Caribe nos metió con la complacencia de una buena parte de los venezolanos modelada por el descontento político de los años noventa y dosmil, y la acción comunicativa de un marketing político bolivariano socialista de mucha eficacia en el pasado reciente.

3- Es obvio que pese al llamado al diálogo (que es deseable), este no puede existir si no se llama a reflexión a las partes enfrentadas. Por otro lado, no se va a diálogo sin dejar de lado la pasión de imponer una ideología, cuando lo que necesitamos y esperamos, son soluciones claras y concretas para los venezolanos expectantes que terminan por sufrir los juegos del poder.

4- Naturalmente, la mayor responsabilidad recae en un Ejecutivo que ejerce su libido dominandi sobre todos los demás poderes exceptuando el Legislativo. Esto nos pone en un dilema, se acepta la imposición del designio totalitario de avanzar hacia un Estado de Excepción, o se afirman los principios democráticos de rechazar un proyecto de emergencia gobernado por una desorientación de futuro y por un apego a un pasado anacrónico de luchas sospechosamente antiimperialistas y libertarias que solo vive de discursos en el aire.

El panorama geopolítico no luce prometedor para estos cachorros de Fidel, sobre todo, cuando el referente que es Cuba, está pactando con los EEUU. Qué responda el ejecutivo y sus militantes desenfrenados del PSUV esta inocente interrogante: ¿qué sienten cuando Obama y Raúl se dan la mano?

Y la oposición,  ¿qué debe proponer de modo franco y directo? Como arranque, debe pensar en el eslabón relativamente más débil que es la ciudadanía, quién se debate entre dos formas de aplastamiento: el pseudo socialista que disuelve los sueños y expectativas de los individuos abriéndoles solo el camino de la sumisión o de la inmigración como en Cuba; y el de un temido neoliberalismo que puede conducir al país a una situación Griega que sólo le haría el favor al pseudo socialismo, dándole un balón de aire que podría permitirle recuperar en el sendero populista y del imaginario salvacionista a su electores.

No desperdiciemos el capital humano y simbólico de esa victoria libertaria del 6D (elecciones parlamentarias de 2015. La advertencia es clara y el consenso hacia una tercera vía luce razonable.

5- Si el centro de toda democracia es el trinomio:
Ciudadanía/pueblo-Instituciones/actores-confianza. 
Debemos concluir que el proyecto del Ejecutivo de solicitar un Estado de emergencia: NO ES CONFIABLE.

No se fundamenta en el bienestar ciudadano y en el sentido de Nación, sino que es correlato del proyecto de dominación importado del Caribe. Se trata de arremeter con las pocas estructuras de desarrollo y las iniciativas privadas que sobreviven, y más allá, imponer la dictadura sobre las necesidades.

6- No se puede dar un cheque en blanco a un sistema de gobierno que tiene entre sus logros más perfectos, HABER DILAPIDADO LOS RECURSOS DELA NACIÓN EN COMBINACIÓN CON CIVILES Y PROFESIONALES SIN ÉTICA, Y LOGIAS MILITARES CORRUPTAS. Si tenemos un mínimo de sentido estratégico, debemos CONSULTAR A LA POBLACIÓN que sufre el peso de las decisiones erróneas que se producen en los espacios “atmosféricos” del poder. La asfixia se siente, pero también, se siente en ésta Comala nacional, una corriente subterránea de indignación profunda por la actuación y exhibición de una élite gobernante que desde la opulencia habla de sacrificios a la población.

7- Si hemos de prestarle un mínimo de credibilidad, no al decir del gobierno, sino a la teoría que sostiene su cacareado postulado de la democracia protagónica y participativa. La apuesta decidida de la ASAMBLEA NACIONAL para frenar el doble discurso y la moralina cursi de un proyecto nacional errático, sin sentido real de país, que esgrime como matriz el Ejecutivo y su ímpetu dominador y despótico, es si duda alguna, apelar a: LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA.

Es decir, si el Ejecutivo apoyado en una supuesta decisión de la Sala Constitucional del TSJ quiere imponer por la vía del conflicto de poderes un Decreto de emergencia de fuertes tintes salvacionistas a una ciudadanía que no quiere esa salvación pseudosocialista, sino que desconfía de ella tras unos lustros de desastre; debemos plantearnos la última pregunta que motiva a ésta breve reflexión y que es la piedra angular de todo este caos: ¿Lo que se está discutiendo ES MATERIA DE INTERÉS NACIONAL? 

Si es así, y la mentalidad de la dirigencia entiende que junto al imperativo categórico o moral; está la legitimidad constitucional que permite la consulta popular. Recordemos que la Constitución vigente, en el Capítulo IV de los derechos políticos y del referendo popular en su sección primera, de los Derechos Políticos, consagra ampliamente el derecho a participar en los asuntos públicos. Con ello se pasa de la función del elector a la función del ciudadano activo en la “…formación, ejecución y control de la gestión pública….” Un claro principio de la Sociedad civil nacida en un ambiente democrático que no totalitario que en su supuesto de gobernabilidad, garantiza “la sintonía entre el Estado y la sociedad” (pp. 27-29).

Es más, este derecho a participar que es un freno a la manipulación política y su univocidad, y que pone, en situación de horizontalidad, la relación gobernados y gobernantes abriendo un espacio para el ejercicio pleno de las libertades y a la vigilancia ciudadana, queda instituido en el  Capítulo IV De los derechos políticos y del referendo popular, Sección primera: de los derechos políticos Artículo 62 que reza:

“Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica” (p.182)

La implementación, es decir, su puesta en práctica en un contexto que exige en medio de una crisis, queda refrendada en la Sección segunda: del referendo popular Artículo 71.“Las materias de especial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el voto de la mayoría de sus integrantes; o a solicitud de un número no menor del diez por ciento de los electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral” (p.186)

Si estamos de acuerdo en esa doble argumentación del imperativo moral y los valores de los derechos civiles contenidos en la Constitución, ES ACONSEJABLE CONSULTAR A LOS CIUDADANOS O PUEBLO, SOBRE LA TAREA DE CONSTRUIR UN PAÍS DEVASTADO POR LAS MALAS POLÍTICAS y LAS DECISIONES ERRADAS.

El oficialismo no ha consultado salvo en una ocasión al pueblo. La Reforma de 2007 sometida a consulta, tuvo un resultado adverso para la pretensión del Castro chavismo, y debe recordarse como la primera gran derrota que sufrió el proyecto totalitario ante la acción estudiantil y ciudadana. Tal vez allí radique su temor a consultar al pueblo, y quiera en consecuencia fijar dos estrategias: diluir mediante una atomización en Asambleas o parlamentos populares de dudosa legitimidad y fácilmente controlables en una acción de persuasión populista el creciente descontento y el oscurecimiento del significante Bolívar-Chávez creado en los laboratorios de marketing político en la Habana. O recurrir a la Sala Constitucional del TSJ, un laboratorio de absurdas invenciones jurídicas.

8- En otras palabras: La toma de decisiones en un contexto tan crítico como el actual, no puede quedar en manos del Ejecutivo, máxime cuando se habla de una democracia participativa y protagónica que ellos solo concibieron en términos artificiales y a la cual le tienen un temor latente y evidente, pues implica volver dialógica la condición de gobierno, algo inaceptable en toda mentalidad despótica.

Si se quiere derrotar al pseudo socialismo ya erosionado en su autoridad y en supoder de convocatoria, y sobre todo de CONFIANZA,a partir del acontecimiento del pasado 6D de 2015, se debe consultar a la ciudadanía tal y como lo establece la Constitución.

Abrirle espacio a las voces plurales, ayudaría a un PACTO REAL de Ciudadanos que no se reduzca a un pacto de élites mal formadas, pues el Proyecto de emergencia es, MATERIA DE INTERÉS NACIONAL, y en esto: Las universidades, los intelectuales, los gremios de profesionales, los sectores de trabajadores, los empresarios y la gente común, cada uno según sus capacidades, pero expresando sus preocupaciones y soluciones, deben actuar decididamente. 

Negar espacio para manifestar lo que percibe, vive y piensa el ciudadano que hace colas “sabrosas” para sobrevivir en un Estado de Necesidad, y que teme la represión con armas letales en las manifestaciones públicas, es sumergir a la mal leída geometría del poder en una geometría de la dominación, tal y como el pseudo socialismo ha hecho. Ahora desesperadamente intenta,por un lado, contraponer la figura inventada del Parlamento comunal a la Asamblea Nacional, una razón claramente instrumental; y por otro, apoyarse en las concesiones de la Sala Constitucional mediante artificios en apariencia legales.

Todo se desenvuelve como enun vaudeville parlamentario popular sin legitimidad, pues nace del arbitrio de un Ejecutivo que desnacionalizó el país creando artificialmente un Bolívarianismo socialista implantado para cautivar el lado emocional de las masas mientras la geopolítica de Cuba subdesarrollaba a Venezuela.

Aquí está el pasaje –que debemos desmontar-, del socialismo en teoríaal totalitarismo en la práctica y en el control simbólico, o lo que es igual; de una pretendida libertad a una dominación de facto sobre el cuerpo político.

Se trata, y este es un aviso a los políticos, parlamentarios, intelectuales y ciudadanos, de actuar frente a un proyecto que busca convertir la condición libertaria que es plural, y no puede estar subordinada a la voz del amo ni a la cadena y bozal del partido, en un monólogo con un ¡CHITO CARAJO! Frente a ello, ¿DEJAREMOS QUE NOS CALLEN?

Si el gobierno no quiere aceptar su equivocación y persiste en seguir destruyendo la nación con un difuso proyecto conducido por pilotos inexpertos en un mar turbulento, y una burocracia mal formada intentando encender unos supuestos motores de desarrollo que ya llevan varias anilladas. Exijamos entonces que al menos se nos consulte, pues la economía y la libertad son no solo materia, sino espíritu de realización del trinomio: Ciudadanía/pueblo-Instituciones/actores-confianza.

 Con este trinomio, se construye la democracia siempre perfectible y preferible  a toda forma de gobierno despótica que cuando llega al poder y se institucionaliza, teme a la consulta popular y al poder comunicativo de las masas descontentas.


Mérida, Venezuela 23 y 24 de enero de 2016

Luis Manuel Cuevas Quintero
luimanc@yahoo.com
ULA-UNAM
Merida - Venezuela

Mexico

No hay comentarios:

Publicar un comentario