lunes, 16 de enero de 2017

LUIS GARRIDO, EL PUEBLO ESPERA EXPLICACION

HABLA LA CONCIENCIA

Ya cerrando el 2016 y con un presidente babeándose en el suelo, nos empeñamos en confrontarlo en su propio terreno, siendo que el impulso  nuestro viene de  la calle.  Fuimos ingenuos haciendo gala de nuestra transparencia legal, mientras el bandidaje oficialista pisoteaba la Constitución apoyado en los brazos ejecutores del TSJ, el Consejo Nacional Electoral y el descarado arrastramiento de la cúpula de las Fuerzas Armadas.  Tremenda bandera nos resultó la Asamblea Nacional, pero no hicimos valer el poder de esa influencia  conquistada con tan altísima votación, producto de un pueblo decidido a jugarse toda su disposición para salir de este pillaje que desgobierna en nuestro país.

¿De qué valieron los esfuerzos para enseñarle al mundo el peso moral y político de todas esas concentraciones  humanas que reuníamos en las calles?   Mientras el régimen  planificaba en horario corrido, nosotros condicionábamos  el tiempo al final de la ruta  delineada;  incluso en materia de movilización, y a¬unque siempre demostrábamos  llevar la delantera, nos dejábamos arropar por el ventajismo oficialista;  lo que indica que aún    estando la inteligencia en el seno de nuestra organización, no supimos exaltar  la poderosa fuerza que levantaban nuestras banderas frente a las raquíticas movilizaciones tarifadas del gobierno.               

Sin duda que la imagen que transmitíamos de una unidad resquebrajada y dividida fue muy deplorable;  pero más que  las divergencias, los brinca talanqueras de un partido a otro y  la miserable actitud de quienes provocaron el quiebre del quórum en la Asamblea Nacional para impedir la elección de los miembros del Consejo Nacional Electoral   parecieran no ser suficiente para llamarnos a la reflexión: seguimos enseñando  las costuras de la pobreza  humana;  los traidores, después de recibir los beneficios del gobierno, fueron recibidos como héroes en el seno de otro de nuestros partidos.           

No siempre compartimos las opiniones -muy respetables- de quienes no coinciden con la orientación política de la  Mesa Unitaria; lo deseable sería la unificación de todas las agrupaciones de carácter nacional para sembrar la necesaria  confianza, pero pareciera que se interponen otros intereses.  Nos toca entonces revisar nuestras culpas por lo que dejamos de hacer para no  haber salido  en el 2016 de tan incompetente presidente, sin pretender endosar responsabilidades propias. Culpables hay, pero mayor serán las culpas si no nos disponemos a abrir un debate sobre los errores.  Los ojos del pueblo siguen vigilantes.    

Luis Garrido
luirgarr@hotmail.com
@luirgarr
Carabobo - Venezuela     

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