jueves, 30 de mayo de 2019

CARLOS PADILLA: NEGOCIACIÓN CON MUERTE ANUNCIADA

Se negocia con un delincuente que nos amenaza, se negocia con un vendedor regateando precios; pero no se puede negociar con quien utiliza ese mecanismo de supuesto entendimiento para fines no relacionados con los aspectos o asuntos de la negociación y si para sus propios fines que trata infructuosamente de ocultar.  

Todo negociador, que pudiéramos llamar “bien intencionado”, lleva al encuentro tabuladas las aspiraciones que quisiera lograr en máximas, intermedias y mínimas pues si solo lleva máximas la negociación fracasará. No se debe ir a una negociación a entregarlo todo. Eso no tiene sentido. No se debe ir a una negociación para aparecer tan solo como dispuesto falazmente a perder en ella y ganar prebendas posteriores. Eso tampoco tiene sentido ni político ni ético.   

No se puede ir a una negociación cuando ambas partes tienen una posición de todo o nada; tampoco cuando se sabe la carta que tiene la contraparte escondida bajo la manga y mucho menos cuando se reconoce a uno de los receptores como emisor público de mentiras. 

Lenin lo expreso claramente: "Nosotros dialogamos con los enemigos que hemos jurado destruir, solamente cuando carecemos de la fuerza necesaria para abatirlos; por medio del diálogo alcanzamos aquellos objetivos a corto y mediano plazo para ganar tiempo, y cuando efectivamente seamos más fuertes, entonces tomamos sin contemplaciones lo que queremos y sin que nos conmuevan las reclamaciones y las apelaciones de los enemigos venidos a menos."  

Estamos seguros de la buena fe de los que se muestran partidarios de un dialogo con aquellos que no son comunistas, ni socialistas, ni nada; pero que se ponen ese disfraz para ocultar sus incapacidades y corruptelas y utilizan las estrategias y tácticas aprendidas en los cenáculos castristas para mantenerse en el poder a costa de lo que sea. 

En sus recientes intentos de distraer, el madurismo usando al catalizador noruego, impulso un encuentro de mediación con un sector de la oposición venezolana que sobrevive en la Asamblea Nacional. Pero ese intento está integrado por posiciones irreductibles tendientes a garantizar su permanencia en el poder para usufructuarlo depredadoramente.  

 El planteamiento llevado por los demócratas no era otro que el de “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”. Es decir, todo lo contrario de lo que quiere el régimen.  

Como se podrá apreciar allí no puede haber acuerdo alguno y si ganancia de tiempo para apretarse los gastados tornillos que sostienen a la oligarquía madurista de los 500 sentados sobre las bayonetas en su precario disfrute del poder.  

Como demócratas no nos queda más que agradecer a Noruega su intermediación para la búsqueda de soluciones a la tragedia venezolana y solicitarles a sus autoridades que se sumen a los otros sectores que apoyan el retorno de la democracia a Venezuela tales como con el Grupo de Lima y el Grupo de Contacto en la búsqueda de la solución anhelada por el sufrido pueblo venezolano. Si los contactos entre los representantes de la Asamblea Nacional y  el madurismo continúan bajo los auspicios de Noruega esperamos que el talante autoritario del régimen recapacite y acepte una salida honorable a la crisis de gobernabilidad que atosiga al pueblo venezolano.    

No desechamos el dialogo per se. Somos partidarios de un dialogo entre factores opositores que ha fin de cuentas tenemos el mismo objetivo estratégico con algunas diferencias tácticas y mantenemos la posición de la búsqueda de la solución de la crisis que nos castiga mediante una salida deseada como pacífica, constitucional, democrática y electoral.  Todo ello dentro de la ruta indicada por los auténticos caminos democráticos, un contador de votos idóneo, garantías electorales firmes, salvaguarda del secreto del voto, actualización del padrón electoral y certificación internacional.  

Carlos Padilla 
@carpa1301 

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