Desde el inicio de los tiempos, la tecnología ha sido creada para cubrir una necesidad, permitiendo una simplificación de procesos que conlleven a un resultado final óptimo. Sin embargo, su uso “per se” no garantiza el beneficio para todos los involucrados.
El subjetivo entramado de su empleo, muchas veces es consumado sobre un lodazal de intereses particulares que terminan por rechazar la fugaz implementación de esta técnica, sobre todo, si es empleada para definir resultados electorales o problemáticas sociales.
En el área del deporte su ejecución ha ido en incremento, pues, estos procesos ayudan a tener control sobre el entorno, donde la limitante visión de un réferi puede perjudicar involuntariamente a un equipo en competición, tal como sucedió por breves minutos en el encuentro de fútbol disputado entre la vinotinto y la canhariña.
Gracias al reciente recurso del Sistema de Asistencia Arbitral “VAR”, Venezuela pudo salvarse de perder el juego 2 goles por 0 producto de dos posiciones adelantadas “Jugada Prohibida” de la pentacampeona del mundo, dando de esta manera oxígeno en la clasificación a la siguiente ronda.
Si este procedimiento innovador pudiese llevarse a cabo a cualquier instancia, los venezolanos que aún seguimos creyendo en el proceso de cambio, solicitaríamos a Michelle Bachelet en virtud de su visita al país, hacer uso de esta herramienta ante la Organización de las Naciones Unidas, para reafirmar la constante violación de los derechos humanos presentadas en un primer informe por funcionarios enviados por su despacho meses reciente.
Esto permitiría cantar las posiciones adelantadas de los verdugos del régimen y, de aquellos países miembros de la organización que pretenden seguir ocultando esta lamentable realidad convertida en hecatombe.
No queremos que la Alta Comisionada sea un árbitro complaciente o vendido a una tendencia política. Demandamos tenga la valentía y moral de sacar las tarjetas rojas que sean necesarias sin vacilar y, sin caer en discursos o llamados de integridad, pues, no se puede pactar una paz negociada, y mucho menos, si se trata en el tema de Derechos Humanos. Hay que ser justos.
Le exigimos acciones inmediatas para que se ejecute toda la fuerza de la ley contra aquellos sanguinarios que nunca han tenido misericordia por el prójimo.
Si así lo hiciereis, Dios os ayude, y si no, Él y la patria os demanden.
Daniel Hernández Luengo
dahlpahg@gmail.com
@danielovtsky
No hay comentarios:
Publicar un comentario