viernes, 21 de junio de 2019

ROMÁN IBARRA: BIENVENIDA SEÑORA BACHELET

Me complace saludarle y darle la más cordial bienvenida, en su condición de alta comisionada de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, a nuestra tierra.

Me ubico respetuosamente en el centro de la diatriba, equidistante de los extremos para quienes ven en su llegada un mal en sí mismo, habida cuenta de su filiación ideológica con el socialismo en nombre del cual usted ha gobernado dos veces en su Chile natal, y que ha causado la más grande tragedia social y económica de Venezuela en estos 20 años.

Igualmente, me alejo de la postura de quienes creen que su llegada es un éxito per se, por la atención que concita cualquier movimiento, o visita de una figura de tan alta investidura mundial, como es su caso.

Su visita comporta una esperanza y levanta altas expectativas, toda vez, que su equipo de expertos en la materia, debe haberle hecho llegar sus opiniones acerca de la gravedad que reviste la actual situación, y que de seguir como hasta ahora, tendrá impactos muy severos y negativos en el sistema político venezolano, y desde luego en su gente.

Pero para que su visita pueda tener un saldo positivo, e impacte con su informe final en el devenir de los acontecimientos políticos; sociales y económicos, sugiero que adopte usted una postura equilibrada y justa, luego de escuchar a todas las partes, y atender de manera  independiente y profesional los siguientes aspectos:

Reúnase con los jefes del régimen, como no, pero reúnase también con el presidente de la Asamblea Nacional, y su equipo de trabajo para que constate con imparcialidad, donde está la verdad, y donde la mentira y el maquillaje de cifras.

Reúnase con las autoridades de las universidades nacionales para que evalúe si ha habido un cerco presupuestario a nuestras casas de estudio, y si además han sido víctimas de agresiones por parte de funcionarios del ejecutivo, así como ataques arteros contra sus instalaciones por parte de los colectivos paramilitares. Y averigüe por qué, el régimen a través del TSJ usurpador, impide celebrar elecciones de sus respectivas autoridades.

Reúnase con los médicos; enfermeras, y dirigentes sindicales del sector salud, para evaluar las condiciones de nuestros hospitales, y de la población –cada vez mayor- de ciudadanos que acuden a buscar alivio a sus padecimientos y enfermedades, sin encontrar solución.

Reúnase con los dirigentes empresariales; trabajadores; emprendedores organizados de las ciudades y del campo, para conocer la situación de improductividad generalizada en el país.
Reúnase con los colegios profesionales, y evalúe por qué no hay prestación eficaz de servicios básicos, como electrificación; agua; transporte superficial, y subterráneo; salud; educación, entre otros.

Averigüe usted, cómo es posible que el TSJ viole la inmunidad parlamentaria, institución sagrada para las democracias. Tenemos más de 30 representantes del pueblo a quienes se les ha allanado de manera inconstitucional la inmunidad parlamentaria.

Reúnase con los familiares y abogados de los presos políticos, y descubra como se les violan sus derechos fundamentales, y además son sometidos a torturas crueles y degradantes de forma sistemática en cárceles horrendas, como La Tumba; El Helicoide; Fuerte Tiuna, entre otras.
Reúnase con representantes de asociaciones de vecinos para que descubra como la escasez; la inflación; la inseguridad; la pobreza, y el hambre se han convertido en mecanismos de control social, y humillación del ser humano.

Reúnase por favor, con los dirigentes de las distintas iglesias que hacen vida en nuestro país, para que constate la condición de ¨vida¨ de nuestros semejantes en las barriadas, pueblos, y caseríos.
Señora Bachelet, póngase la mano en el pecho, y diga la VERDAD!! Bienvenida.

Román Ibarra
@romanibarra

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