Mucho se tararea acerca de la posibilidad de acordar elecciones en Venezuela, aún no se han estipulado cuáles ni cuando, la gran pregunta es ¿Por qué? Ellas no tendrían el menor sentido, peor aún, serían un gran espaldarazo al régimen usurpador porque a pesar de permanecer en el poder ilegal e ilegítimamente aún es capaz de torcer el escenario político a su voluntad y conveniencia.
Sí en verdad se están formulando elecciones como mecanismo de solución a la crisis, éstas solo tendrían validez y mesura sí primero se reinstitucionaliza la república, ello implicaría el cese inmediato de la “constituyente” así como la nulidad absoluta de todos sus írritos actos. Luego habría que convocar al proceso para la elección de los nuevos rectores del CNE conforme dictamina la carta magna, del mismo modo, la fiscalía general, el defensor del pueblo, el contralor y el TSJ deberían ser electos de conformidad a la ley ¿Será posible?
Aclaramos, no nos oponemos a la solución pacifica de la peor crisis historial que afronta Venezuela, es nuestro deseo más altivo, sin embargo, la política es realidad y la realidad de nuestro país hace que, por más que se desee, la vía electoral sea una quimera a niveles de idiotez, veamos el por qué:
1) Opinamos, es prácticamente una fantasía el régimen acepte elecciones transparentes, apegadas a la constitución, pues ello implicaría su derrota absoluta, dejándolos al borde de la extinción, amén de perder todas las protecciones que poseen mientras se aferran esquizofrénicamente al poder. Idos de Miraflores serán sujetos comunes de derecho y tendrán muchísimo por qué rendir cuentas.
2) En segundo lugar, pactar con el castrismo venezolano es sumamente peligroso, una presunta aceptación de la reinstitucionalización como primer paso llevaría cerca de dos años, acuerdo que el chavismo podría patear según sus intereses y solo habría ganado tiempo mientras se prepara para las futuras coyunturas.
3) LO MÄS IMPORTANTE: Convocar procesos electorales con la actual desinstitucionalización provocará el mismo efecto-resistencia que provocó la constituyente, presidenciales, regionales y municipales desde el 2017, el pueblo venezolano se abstendrá como lo hizo toda vez que no cree en las instituciones actuales, toda vez que ha perdido la fe en el voto pues no premia, castiga ni genera cambios. Otro proceso electoral en estas condiciones solo conllevaría a procesos donde la abstención será nuevamente la ganadora generando solo participación de ese sector social en condiciones de esclavitud electoral oficialista a quienes obligan votar por temor perder las humillantes dádivas que reciben, único sustento de sobrevivencia.
4) Señores, la democracia en Venezuela no izará bandera hasta que no se comprenda/acepte que Venezuela está enfrentada es al castrismo, especialistas en burlar acuerdos, ganar tiempo a través de presuntos diálogos, irrespetar a la disidencia, generar necesidades para manipular a través de ella, mancillar la democracia, es especialista en reprimir, oprimir y en solicitar lúgubres (para la nación) apoyos internacionales. Es a eso a lo que nos enfrentamos los venezolanos, es en función a esta realidad que debemos diseñar/aplicar estrategias. Dar al traste al castrismo a través de elecciones es como querer derribar un elefante con una pluma.
Contrario a lo que se oye cada vez con mayor insistencia, lo electoral no debe ser el primer paso para democratizar al país, repetimos, la realidad hace que ello sea imposible. Lo electoral es el último paso una vez que quienes usurpan el poder se hayan ido… y se irán en la manera que ellos mismos encaucen, vale decir, ellos mismos son quienes han aniquilado la vía electoral no quienes explicamos su inconveniencia. Lo electoral es una fulgente idiotez, tanto que sería una complicidad.
Leandro Rodríguez Linárez
@leandrotango
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