Con el anuncio efectuado el día domingo por Juan Guaidó respecto a que se retomará el diálogo con el régimen de Venezuela en Barbados y la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), lo que ha sucedido es que al joven diputado que se ha echado todo encima, le ha caído Raimundo y todo el mundo, de allí que es tildado como un traidor inclusive, sin entrar a analizar la magnitud de lo que sucede y de lo que se debe hacer para salir de la tragedia que se vive en Venezuela.
Muchos como en mí caso vemos con escepticismo el solo hecho de conversar con quienes han destruido a un país, a su gente y el futuro inmediato de millones, eso es verdad, pero también hay que admitir y yo soy el primero, en que algo se debe hacer; es tan claro como el dicho: ¡A Dios rogando y con el mazo dando!!!
Miles de personas acusan e incluso agreden a otros por tener una posición contraria, por opinar diferente y el caso que nos ocupa es un ejemplo, además no se trata de pensar distinto, se trata de asumir como Guaidó lo ha hecho, el gran reto de intentar hacer todo lo posible por llegar a una solución de la crisis venezolana sin derramar sangre, aunque “Ellos” sí lo hagan, lo ocurrido con Fernando Albán, el Capitán Acosta Arévalo y el joven Rufo en el Táchira son un ejemplo reciente.
Lo cierto es que no porque en el régimen hagan las cosas mal, en la oposición haya que hacerlo también; en la historia existen muchos ejemplos en los que mientras se desarrollaba un grave conflicto, representantes de los bandos en disputa llevaban a cabo intensas negociaciones para tratar de culminar con las muertes que ocurrían a escasos kilómetros de la zona donde se encontraban los representantes autorizados para dialogar, no son inventos es realidad comprobable.
Entonces sencillamente hay que dar espacio para eso y en paralelo seguir denunciando y desmontando nacional e internacionalmente lo que el régimen hace a diario, suena duro y hasta de locos, pero ni yo ni millones de venezolanos tenemos Tanques de Guerra, ni Aviones de Combate y el cuento de que nos invadan con los Marines esté demostrado que no es solo pedir para que vengan y nos salven de lo que ocurre, la cosa es mucho más compleja, esa es la verdad.
Hasta el momento y estando a punto de que inicien esas conversaciones en Barbados, desde Noruega aseguran a la oposición democrática que Maduro aceptó la realización de unas elecciones presidenciales adelantadas con las garantías debidas, pero también señalan que la tranca la constituye el factor de que el señor quiere ser candidato sin separarse del cargo durante la campaña; entonces hay que seguir conversando para llegar a un punto medio, así son las cosas y han sido por siempre cuando hay conflictos y se dialoga aunque no satisfaga a todos el resultado; es una fórmula difícil de entender y muy amarga para gente que se odia con o sin razón, pero normal entre hombres y mujeres que practican el arte de la política y no la politiquería.
Mientras la guerra por la independencia estaba en pleno desarrollo, muchos ni saben que el Capitán General Pablo Morillo y nuestro Libertador Simón Bolívar en 1820 se reunieron en Trujillo, Venezuela, se abrazaron, se sentaron y firmaron el Tratado de Armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra, también conocido simplemente como el Armisticio de Trujillo, mediante estos tratados quedaba oficialmente derogada la Guerra a Muerte, también se acordaba una tregua de seis meses además de constituir de facto un reconocimiento del estado colombiano; repito nuevamente, mientras dialogaban se estaban matando en los campos de batalla.
Es igualmente conocido el hecho de que desde el final de la II Guerra Mundial hasta 1961, los líderes de las dos superpotencias EE.UU y la antigua URSS mantuvieron encuentros como adversarios en el marco de la llamada “Guerra Fría”, encuentros y diálogos en los que se efectuaban serios planteamientos sobre limitación de armamentos nucleares y otros; han sido tantas las rondas de negociaciones, que en un corto lapso de tiempo entre los presidentes de EE UU y los dirigentes de la URSS en el pasado se celebraron más de 10 encuentros sin que muchos supieran.
El punto es estimados lectores, que aún si no gusta hay que agotar todas las vías posibles, por lo tanto si tenemos que ir a elecciones iremos, pero antes debemos lograr las mejores condiciones, un Consejo Nacional Electoral (CNE) totalmente cambiado, renovación del Registro Electoral con inscripción y cambio de residencia de los que están fuera del país asegurando su participación, observación internacional responsable y verdadera sin manipulación al igual que muchos otros factores que aún no se discuten, eso sucederá aunque a muchos les disguste, no lo duden.
Nelson Mandela en los minutos finales de la lectura en su descargo durante el juicio en el que se le acusaba entre otras cosas de traición en el año 1964 dijo lo siguiente: “He luchado contra la dominación blanca y he combatido la dominación negra. He promovido el ideal de una sociedad democrática y libre en la cual todas las personas puedan vivir en armonía y con igualdad de oportunidades, es un ideal por el que espero vivir, pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir”; Mandela vivió y pudo en alguna medida observar parte de los cambios por los cuales sacrificó parte de su vida y su libertad, el resto es historia.
Al igual que el expresidente de Sudáfrica la tuvo, Guaidó merece la confianza luego de tanto sufrimiento y no habiendo hasta ahora quien haya logrado cohesionar en alguna medida mayor a la oposición, eso sí, hay que mantener el foco, no caer en falsas expectativas y seguir dando palo mientras se dialoga, porque ya se sabe cómo ellos son y también se sabe que mienten sin ningún tipo de vergüenza, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R.
@raguilera68/@AnalisisPE
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