jueves, 1 de agosto de 2019

ELIDES J. ROJAS L.: MISS APAGÓN 2019

Miss Venezuela es parte de la historia contemporánea de Venezuela. Al igual que las parodias, especialmente Miss Chocozuela, de Radio Rochela y RCTV. De la Miss Venezuela productora de decenas de reinas internacionales, generadora de parte de esa fama de tierra de bellezas, al actual país quebrado, ruinoso y feo apenas hay de por medio 20 años y el régimen chavista. Nada más, pero suficiente. 

Miss Distrito Federal, Miss Zulia, Miss Lara, Miss Táchira… representaciones muchas veces ficticias en beneficio solo del concurso y su pretendido carácter nacional; no obstante, siempre eran motivo de orgullo para las participantes a pesar de que el nombre de la región fuera prestado. Detrás de cada banda había un gentilicio que se pegaba al nombre. Los guaros con Miss Lara, los gochos con las que llevaban la bandera andina o los maracuchos con Miss Zulia. No importaba que eso no fuera cierto. Bastaba la identidad y el mercadeo. Asunto de arraigos y territorios. 

Pero, como todo en estas dos últimas décadas teñidas de socialismo a la cubana, nada se salva del cambio en retroceso. Incluso el emblemático concurso. Ya no es el mismo ni lo mismo. Ni sus antiguos organizadores están en la alineación. Ni representan mayor cosa para la mayoría. Y tal vez el problema esté en la falta de identidad entre la candidata y su banda. No significa nada una banda que diga Miss Zulia cuando el Zulia ya no es lo que era, cuando el Zulia no es ni petróleo ni ganadería. Cuando el Zulia no es más que una sombra fea de lo que fue. Es muy seguro que para recuperar la fuerza del concurso sea necesario bautizar de nuevo a las candidatas con figuras regionales verídicas y realmente constatables, vividas. Figuras que nacen de la realidad, como se decía antes sobre las novelas de Delia Fiallo. Una historia de la vida misma. 

Así las cosas, pasemos al proceso de construcción de las nuevas bandas del concurso. Miss Zulia será Miss Apagón. Sin duda, la antigua alegría de la zulianidad es ahora una oscuridad absoluta y empobrecida. Muy cerca, la antigua Miss Táchira, ahora convertida en Miss Contrabando, portento regional rodeado por todas partes por el delito, la incompetencia y el caos. No se queda atrás Miss Gasolina, nueva denominación de Mérida, antes turística y atractiva; hoy vuelta una especie de cementerio ciudadano sin luz ni combustible. 

Hacia el centro del país aparece Miss Lara, rebautizada, Miss Patria por las enormes dosis de patria que recibe a diario desde las alturas del poder sin aviso y sin anestesia. Las dosis de patria regadas durante el día van desde cortes de energía o raticos de agua, dependiendo del criterio del gran amo del país: el chavismo. Al lado Miss Yaracuy sufre de lo mismo, pero será conocida como Miss Patria Verde, pues es sometida a un idéntico racionamiento, pero con sentido ecológico como le gusta decir a los socialistas a la cubana. Cerca y en plena competencia, aparece Miss Carabobo, ahora con la banda de Miss Colita, no porque use cola de caballo, sino por la inveterada costumbre de hacer cola por todo. Cola para gasolina, agua, comida. Es una de las favoritas de este año para llevarse el trono. 

Al ladito se muestra exuberante y muy ataviada, según la época miserable que atraviesa el país, Miss Tren de Aragua, antes Miss Aragua, lista para ser coronada por la mismísima delincuencia y sus componentes y aliados. 

Pronto tendremos nueva reina. Que gane la mejor. A Miss Bombona de Gas voy. La de Portuguesa. 

Elides J. Rojas L.
elidesr@gmail.com 
Twitter: @ejrl

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