Como la famosa película, y como si también Venezuela hubiese pasado por varios años de guerra, la era chavista se comió a colmillo limpio un montón de cosas que formaban parte de lo cotidiano de la vida nacional. No se trata de asuntos trascendentes, pero que sí forman parte de la vida de cualquier país, de su día a día, de su devenir. Pero llegó el chavismo y destruyó una forma de vida. Dinamitó la normalidad. Veamos algo de lo que constituye el barbarazo chavista.
* Recoge los peroles y a los muchachos. Salimos esta misma noche para pasar el fin de semana en Choroní. Arrancamos a eso de las 11 de la noche, rodamos unas horas y llegamos a eso de la 2 de la madrugada a Puerto Colombia, luego de pasar por la autopista y la carreterita del Parque Pitier. Tenemos sábado completo y regresamos igual el domingo en la noche. Todo seguro y sin problemas.
* Este domingo nos vamos todos, como hacemos dos veces al mes, para el restaurante de carne de Las Mercedes. Punta trasera al horno para cuatro, arepitas, crema, yuca frita y sancochada, un par de whisquis y la infaltable botella de vino tinto.
* Los muchachos están como aburridos en el colegio y están echando demasiada broma. Vamos a inscribirlos en fútbol, teatro y música como cátedras extras. No son tan caras. A Linda la inscribimos en canto y danza clásica. Llamamos mañana al colegio.
* Sabes que este carro, que salió muy bueno, ya tiene tres años y ya me tiene como aburrido. El lunes voy a la agencia a buscar un perol nuevo. Una verdadera mantequilla. Doy parte de la inicial con la venta del carro “viejo”, completo con algo de ahorros y quedo pagando una tontería por tres años en cómodas cuotas. Y carro nuevo otra vez.
* Voy a pedir un préstamo al banco para terminar la piscina de la casa. Ahí quedó el hueco después del golpe de los militares comunistas contra Carlos Andrés Pérez. Pero ya pasó el enredo. Están bien presos y aquí no va a pasar nada.
* Esta semana nos vamos para Caraballeda. Tenemos un mes sin bajar a La Guaira. Hay que estrenar el bote que trajimos de Aruba. Es pequeño pero muy funcional. Y aceptaron bolívares como forma de pago.
* Vamos a Disney en agosto. 15 días en los parques y una semana en Miami Beach. Listo. Mañana voy a la agencia para comprar el paquete que incluya todo. Aprovecharemos el crédito en bolívares pagadero en 6 meses. Y llevamos al perro.
* El sábado me voy en la mañana a Wilco. Ya está por llegar diciembre. Compraré unos tres trajes italianos buenísimos y media docena de camisas de seda poderosísimas con sus corbatas de combinación. Ya viene la rutina de todos los años.
* Margarita, vamos a cambiar la cocina. Tiene unas manchas y las gavetas están descuadradas. Llámate a la empresa italiana que tiene cuñas en televisión. Es buenísima y son muy responsables. Me sobran unos bolívares de las utilidades.
* Épale. Vamos a caerle a la carne el domingo. Yo llevo tres cajas de cerveza y tú te mandas con el solomo y la yuca. Pedro, el pollo y Juan, el cochino y los chorizos. Me quedaron tres botellas de whisqui del cumpleaños de Jorgito. Ahí completamos con el vino que está guardado desde Semana santa.
* No me prende el carro. La batería pasó a mejor vida. Esto es rápido. Voy a la bomba de la esquina con la carrucha, la compro y la monto yo mismo. En un momentico listo.
* Me están ofreciendo una planta eléctrica y un tanque de agua con su bomba. Están locos. Qué vamos a hacer con eso. No voy a gastar plata en esa bobería. Aquí siempre hay agua y luz.
* La abuela amaneció con fiebre. El médico le mandó unos medicamentos importados de laboratorios alemanes. Nada. Ya los compré en la farmacia de la esquina. El doctor dijo que lo más importante es el antibiótico. Fue lo primero que compré.
Todo se acabó. Pero tenemos patria. Y Chávez vive. Y Maduro baila salsa buenísimo. Y Cabello es un orador que deja en el piso a Rómulo Betancourt. De eso vivimos. Aire rayado y hielo raspado.
Elides J. Rojas L.
elidesr@gmail.com
Twitter: @ejrl
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