Hace muchos años un amigo que vino huyendo de la tragedia chilena de Pinochet y Cia. expresaba la tragedia del centralismo de muchos de nuestros países, con esta frase: “Dios está en todas partes, pero atiende en la capital”.
Y, efectivamente, pese al deterioro de los servicios públicos en la capital de: agua, luz, aseo urbano, internet, teléfono… etc. La capital de Venezuela sigue siendo, frente al interior del país, como se le llamó en algún tiempo pasado: “la capital del cielo”.Ciertamente, sigue siendo casi otro país.
El deterioro del resto de Venezuela se ve y se siente amargamente.
Hoy una dependienta de un negocio al que fuimos a comprar algunas cosas, nos comentaba que su padre es de Guanare y que “a veces” tiene que hacer cola para comprar gasolina. Pero luego tomó impulso en su análisis y afirmó rotundamente: Ese problema no existe de: “Valencia pa´… lla”. Es decir, en Caracas.
La situación de la gasolina en algunas entidades como Mérida es simplemente desesperante. Hay gente que dura varios días esperando que a su carro lo surtan para poder transitar. Ahora solo se puede comprar gasolina cada cuatro días, cuando hay. Pero eso es para quienes trabajan con su vehículo. Los demás, que la ahorramos miserablemente, rodando en neutro o hasta apagamos los carros cuando vamos en bajada, podemos pasar varias semanas economizando y luego debemos hacer cola de varios días para surtir el bendito tanque. En Caracas no conocen aún esta situación. Para el interior y algunas zonas más que otras, es una realidad permanente.
De tal manera que, la afirmación del amigo de que dios atiende en las capitales, parece ser cierta. Pero además, que esos dioses terrenales que manejan el negocio de la gasolina en Venezuela y que no creen en divinidades, sino en el cochino dinero y que se dan el gusto controlando este país, prefieren tener al interior del país pasando calamidades antes que las sufran en la capital. ¡Qué democráticos, personajes!
Quienes se han dedicado a analizar la situación de la gasolina han expresado un juicio lapidario: “Los envíos de crudo a Cuba, la paralización de refinerías y estaciones de servicios, la falta de inversión y el contrabando de combustible son las causas de la grave crisis que tiene al país sin gasolina”.
Hace ya varios meses escribí nuestra experiencia sobre el negocio de la gasolina y el precio que se cobra “aparentemente”. Pues si se contabiliza el tiempo que Ud. invierte para surtirse de gasolina el precio es exorbitante. En esa oportunidad, recordaba que uno de los clientes en la cola me expresó sobre la situación: “Y lo que falta”.
Creo que estamos llegando a la parálisis total en muchas partes del país por falta de gasolina y de muchos otros servicios públicos: la energía eléctrica es una de ellas. Son varias horas cada día. Y en eso Caracas esta casi excluida de dichos cortes, pero ya comienzan. Creo que los venezolanos nos merecemos otro país y por su puesto otros dirigentes gubernamentales. ¡Qué piensan nuestros lectores!...
Humberto Ruiz Calderón
ruizch2@gmail.com
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@Ruizhumberto
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