martes, 26 de noviembre de 2019

SADCIDI ZERPA DE HURTADO: ¿JAPÓN SIN EFECTIVO?

El uso de las nuevas tecnologías para ampliar los sistemas de pago ha facilitado el surgimiento de innovaciones financieras que reducen los costos de realizar transacciones en los mercados, brindan mayor seguridad para las operaciones de compra y venta, y facilitan el acceso de los consumidores a cualquier mercancía. Así, el uso de monedas y billetes ya no es indispensable para tomar una decisión de consumo. Debido a esto, cada vez más gobiernos en el mundo se unen a la tendencia de promover la economía sin efectivo.

Países como Dinamarca, Corea del Sur, Suecia y China, con tasas de transacciones sin efectivo de 90%, 89%, 85% y 60%, respectivamente, consolidan sus sistemas de pago virtuales. Mientras que otros, como Japón, inician la promoción de los pagos sin efectivo. En este orden, el gobierno japonés se ha propuesto como objetivo de política económica alcanzar 40% de transacciones comerciales sin monedas y billetes en 2027.

Para lograr esta meta se están combinando acciones gubernamentales con activa participación del sector privado. Por parte del gobierno, se emitió en 2018 un documento titulado “Visión sin dinero en efectivo” para difundir las bondades de las transacciones por medios digitales y, en octubre de 2019, se inició un programa de subsidio universal para promover los pagos sin efectivo y mitigar la caída del consumo provocada por el incremento de impuestos. Mientras que los empresarios privados son los responsables de proveer los servicios de pagos sin efectivo, perdiéndose la entrada de un gran número de empresas proveedoras de pagos mediante teléfonos inteligentes, entre las cuales se encuentran PayPay, Line Pay, Merpay; así como de servicios de pago mediante tarjetas como Suica o Pasmo para el transporte público, además de diversas marcas de tarjetas de crédito.

En este contexto, Japón y cualquier otro país que quiera avanzar hacia una economía sin efectivo debe enfrentar los siguientes desafíos: 1) Reducir los costos de adopción de los sistemas de pago sin efectivo que enfrenta el comercio minorista, estos costos son diferentes si el sistema se basa en códigos QR que solo requieren teléfonos inteligentes convencionales y la aplicación para leer los códigos, en comparación a los pagos con tarjeta que exigen inversión en equipos y el pago de tarifas por transacción. 2) Garantizar los beneficios de estos sistemas de pago, que los usuarios perciban la diferencia entre los pagos con monedas y billetes y los realizados mediante un Smartphone o una tarjeta, lo cual exige una completa integración entre los sistemas de pago y otros servicios como Internet. Y 3) brindar seguridad al consumidor ante los riesgos asociados con los pagos sin efectivo, reducir sus preocupaciones debido a la posibilidad de uso inapropiado de los datos personales y recursos.

Aunque siempre se generan expectativas cuando un gobierno decide dar un paso adelante para consolidar los sistemas de pago sin efectivo en su economía, se deben atender estos desafíos para minimizar los costos de una decisión que cambia la forma como realizan sus actividades diarias muchas personas. En este ámbito, la improvisación solo garantiza caos y reducción de las oportunidades comerciales que brindan las nuevas tecnologías.

Sadcidi Zerpa
zerpasad@gmail.com
@zerpasad

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