El 09 de Enero de este nuevo año 2020, la dirigente del partido Vente Venezuela, María Corina Machado dio unas declaraciones que impactaron al país. Acá uno de los múltiples twetts que reportaron esas declaraciones https://twitter.com/VenteFalcon/status/1215431740736638976.
En esas declaraciones, MCM expone que si se pierden las elecciones parlamentarias de este año, no cambiaría mucho el panorama político nacional, ni el internacional tampoco.
Y esa afirmación, es la puerta de entrada de nuestro laberinto de hoy: Es indispensable la AN en la lucha contra el cartel de Miraflores??
Veamos, el artículo 187 de la constitución nacional, establece las funciones del estado que corresponden a la Asamblea Nacional. Entre muchas, las más importantes son la redacción de leyes, autorizar el presupuesto nacional y el endeudamiento, el control del funcionamiento de las otras ramas del estado, definir la sucesión presidencial del estado en caso de que haya ausencia del mismo, y el nombramiento de las autoridades de los poderes estadales que no se eligen.
En la práctica su elección también sirvió para definir quiénes serían, del 2015 en adelante, los detentadores de la representación de la oposición venezolana. O sea, quienes serían los líderes de eso que yo llamo “la oposición oficial”.
Esa elección de una AN totalmente bajo control opositor, dio un impulso a la lucha contra el cartel de miraflores, ya que por fin podríamos no solo limitarlo y controlarlo, sino también, si se hacían bien las cosas, relevarlo del poder. A inicios de 2016 se respiraba ánimo y esperanza.
Pero esas esperanzas murieron a los pocos días de su instalación, cuando el 11 de Enero del 2016, el tsj ilegal que controla el cartel de miraflores, declara en desacato a la AN y sentencia que todos sus actos serán nulos mientras dure el desacato. Hasta ese día estuvieron vigentes las funciones de estado de la AN. La AN estuvo en ese limbo legal/institucional que la hacía inútil a todos los efectos de la lucha democrática, hasta Enero del 2019, cuando empieza a ser de utilidad no legal, pero si política. Utilidad política que es la única que tiene hoy día.
En Marzo del 2018 se habían efectuado unas elecciones presidenciales a las cuales no se presentó la oposición, quien declaró que maduro no podía ser reconocido como presidente electo porque esa elección no cumplía con los requisitos mínimos para ser reconocida como justa, libre y legal. O sea, fraudulenta.
La AN declara el 06 de Enero del 2019 vacante el cargo de Presidente de la República. Luego, de acuerdo a lo estipulado en la constitución, el 23 de ese mismo mes, se encarga al diputado Juan Guaidó de la Presidencia. Presidencia que es reconocida por cerca de 60 países, entre ellos, las democracias más sólidas e importantes del planeta. Es necesario establecer, que por motivo de la sentencia de Enero del 2016 del tsj ilegal, ese nombramiento de Guaidó no tiene ningún efecto práctico ni legal dentro del país, pero si tiene mucho en el extranjero, donde nombra embajadores reconocidos por múltiples países, recupera el control de algunos activos de la nación y se crean grupos de apoyo a la lucha democrática como el llamado Grupo de Lima.
Estando en este punto, al que se refiere MCM en su declaración, en Enero del año que viene vence esta AN, por lo que este año deben efectuarse elecciones para renovarla. Esto tiene dos facetas de vital importancia: 1.- Para poder mantener el uso político de la AN y así poder avanzar en el trabajo con la comunidad internacional, hay que retener su control, y 2.- Para retener ese control, hay que ir a elecciones. Elecciones con el mismo sistema que se declaró fraudulento en Marzo del 2018.
La situación es complicada, porque si no se va a elecciones, en Enero próximo se perderá su control, porque según la constitución, la AN electa en 2015 ya no será válida. O sea, ninguno de los actuales diputados lo será más porque tendrán el periodo vencido. Y, amén de que no tiene oportunidad alguna de ganarla, la oposición no podrá ir a esa elección con un sistema electoral denunciado fraudulento en 2018, sin reconocer de facto la legitimidad de la elección de maduro,
Eso significa que en Enero del 2021 Guaidó ya no será presidente encargado, porque la nueva AN nombrará otro, con todo lo que eso implica.
Ahora, perder la AN no implica el fin de la lucha, sino que daremos la lucha con otros instrumentos, en otro escenario. Pero con los mismos enemigos y los mismos aliados. Y si la lucha es apoyada por muchos países, instituciones y grupos internacionales, que Guaidó pierda su estatus de Presidente encargado no debería cambiar mucho el panorama, porque el apoyo no es a Guaidó, sino a la nación venezolana contra un régimen miserable que es un peligro para el planeta entero.
Ahora, sin la AN que defina a su directiva y sus integrantes como los legítimos representantes de la sociedad opositora venezolana, y ante la situación actual de desprestigio del favl y el g4, el riesgo de perder apoyo internacional es muy alto, porque no habría un interlocutor claro con el cual coordinar esfuerzos y recursos.
De modo que la conciudadana María Corina Machado tiene razón.
Independientemente de lo que decida hacer la dirigencia oficial de la oposición, la AN se perderá en Enero del 2021, hecho que, si la dirigencia opositora es inteligente, no incidirá mucho en la situación actual.
Y ante el acertado juicio de la conciudadana MCM, la salida de nuestro laberinto de hoy, es crear una estructura unitaria, amplia, con claros objetivos y en la cual TODA la oposición se sienta representada. Estructura que sustituya a la AN como organismo representativo y aglutinador de nuestra nación. La actual dirigencia oficial de la oposición debe dejar esa actitud parcelista, primitiva, monetarista y definitivamente estúpida que ha impedido logar la unidad de la sociedad y los diferentes factores que la integran… partidos políticos incluidos. Hay que dedicarse plenamente a ese empeño si es que se quiere tener orden en la lucha. No hay un solo segundo que perder.
Si la dirigencia oficial de la oposición se mantiene en su actual conducta de querer representar la sociedad sin demostrar que realmente tiene su apoyo, y a menos que pase algo muy radical este año, estará orillando al país entero al caos (lo que está pasando en el sur del Estado Bolívar es un claro síntoma de ello), una guerra civil o una intervención militar. En tal situación, ésta última, ante las otras dos, suena la más racional porque al menos alguien tendría el control del país.
Es tiempo de líderes serios. Es momento para que la dirigencia oficial opositora entienda, que si no puede con el encargo debe entregarlo. Si no, Dios y la Patria se los reclamará. Que no quepa duda, y no será agradable.
Vae victis.
Pedro Alcalá
pa2a@hotmail.com
@tazzio1956
Vice-presidente nacional de Solidaridad Independiente
Desde Canadá
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