Aunque desde que el chavismo llegó al poder en 1999 siempre han manejado el estilo de bocazas con un discurso antiimperialista y ofensas contra jefes de estados y políticos en general que se atreven a disentir de lo que ellos llaman la revolución bolivariana del socialismo del siglo 21, en los últimos días aunque mantienen la agresividad en los discursos, de acuerdo a las últimas declaraciones muy seguidas y casi simultaneas suministradas por algunos jerarcas del régimen como tratando de darse ánimos internamente o crear una especie de fantasma imaginario, pareciera que perciben una especie de ruido que los tiene como nerviosos presintiendo como si algo estuviera por pasar.
Sin embargo, para que los lectores puedan tener una idea del porque el título de esta columna, se debe precisar y meter en contexto algunos acontecimientos acaecidos en la región y declaraciones suministradas en las últimas semanas por actores políticos y militares referidas a la situación en Latinoamérica, pero muy especialmente sobre la terrible crisis humanitaria que se vive en Venezuela. No es que pretendamos tener la barita mágica o la bola de cristal para adivinar las vainas, pero las declaraciones de parte y parte pudieran estar marcando la pauta, que parecieran no dejar ninguna duda que hay algún ruido que pudiera estar generando nerviosismo.
En ese sentido debemos recordar que primero una nave militar de EEUU, que de acuerdo a expertos en la materia, tiene armamentos de ultima generación, estuvo rondando las aguas territoriales venezolanas. Igualmente antes del viaje de Guaidó a Europa, el gobierno de EEUU anunció ejercicios militares conjuntamente con el ejército colombiano, y ya estando Guaidó en Europa, el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de USA dijo que para resolver la situación venezolana era necesario la presencia militar en la región. Como pueden ver, es un mensaje directo que pudiera tener varios receptores.
En ese sentido, como sería de contundente el mensaje del almirante Faller, el cual ya estaba acompañado con las maniobras militares realizadas previamente, que el expresidente colombiano Juan Manuel Santos, salió de una especie de closet comunista donde lo tenían resguardado para cuando llegara la ocasión, y dijo que: “una Intervención militar en Venezuela desataría un segundo Vietnam”. Este es mismo discurso que siempre ha manejado Maduro y su combo latinoamericano. Juan Manuel Santos es el mismo que firmó un acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc, garantizándoles impunidad por crímenes cometidos durante sesenta años y regalándole diez curules en el Congreso Colombiano, al parecer, a cambio de que el régimen socialista de Noruega le otorgara el premio Nobel de La Paz.
Ese mismo mensaje del almirante Faller hizo que Padrino López dijera que “con las armas y las milicias defenderían a la patria”. Diosdado Cabello dijo que ellos tenían cuatro millones de milicianos armados con fusiles Kalashnikov. Sin embargo, en una oportunidad Nicolás Maduro dijo en cadena nacional que tenía seis millones de milicianos armados para volver polvo al imperio, pero el teniente Diosdado Cabello habla de cuatro millones, dos millones de diferencia. Y lo mas reciente, fueron los discursos del 4 de febrero 2020 donde Maduro y Diosdado repiten lo mismo, pero el de Padrino fue un discurso a lo interno de las Fuerzas Armadas. Las expresiones de Maduro, Padrino y Diosdado pudieran ser lo que llaman en criollo, darse animo uno mismo para esconder el culillo que brota sobre la piel.
En el discurso anual del Estado de la Unión el 4 de febrero 2020, en presencia de todos los senadores y diputados de EEUU, así como de invitados especiales donde estuvo Guaidó, Donald Trump dijo tajantemente que “la dictadura de Maduro sería aplastada”, planteamiento que inmediatamente tuvo respuesta el miércoles 5 de febrero en un comunicado leído por el propio canciller Arreaza. Pero antes Trump en el mismo acto dejó con la mano estirada a la presidenta de la Cámara de diputados por considerarla responsable del juicio en su contra para destituirlo. Si a eso le agregamos que Trump en el pasado ordenó destruir la aviación Siria desde el mar y mas reciente disparar misiles certeros contra dos generales iraníes, sin duda que Trump pudiera ser calificado como una persona que no le tiembla el pulso para tomar decisiones.
Ahora bien. Debemos esperar para ver que declara el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, después de la tan ansiada entrevista por muchos que sostuvo el miércoles 5 de enero en la Casa Blanca, con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Ayer mismo un vocero de la Casa Blanca advirtió que no aceptarían ninguna agresión contra Guaidó cuando regrese a Venezuela. Por eso, repito, es importante esperar lo que declare Guaidó cuando regrese a Venezuela para retomar la lucha internamente. Dependiendo de como enfoque Guaidó las futuras decisiones a tomar, dependerá que un sector importante de venezolanos recobre la confianza para terminar con la usurpación.
Gerónimo Figueroa Figuera
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