La Democracia o Gobierno del pueblo, sigue siendo el único sistema político vigente que en esencia permite la participación equitativa de todos los integrantes de una sociedad en la toma de decisiones colectivas, un sistema que funcionando en equilibrio puede dar amplia participación, llamada también la voz del pueblo, la Democracia es capaz de abrir la puerta a sectores de la sociedad en desventaja, menos favorecidos o excluidos, permitiendo a través de la organización social poder acceder al poder a través de acciones e instrumentos pacíficos sin necesidad de recurrir a la fuerza o vías violentas.
la Democracia se perfecciona con el reconocimiento del contrario y los acuerdos con este, en donde todos tienen participación, son escuchados y tienen derecho a ser elegidos para gobernar, serán sus instituciones y leyes los garantes de que esta participación sea justa y equilibrada, será la mayoría quien decida el destino de todos, pero una mayoría que no aplasta, por el contrario, necesitada de las minorías para poder desarrollarse y de esta manera fortalecer a el propio sistema.
Ahora bien, que pasa cuando el sistema político se subordina al económico, como conjugar el sistema político y económico de tal manera que ambos cohabiten en armonía y permitan que ambos se desarrollen y se coloquen al servicio de la gente, en teoría ambos persiguen una sociedad justa con igualdad de oportunidades, acceso a los bienes y servicios básicos y bienestar general pero realmente: ¿está ocurriendo esto en las Democracias capitalistas?
Los indicadores hasta ahora nos marcan sociedades cada vez mas desiguales en donde la brecha entre ricos y pobres crece aceleradamente y la concentración de riquezas se reduce a unas pocas manos, la actual pandemia del Covid-19 ha desnudado las grandes carencias de los sistemas de salud entre otras cosas que indican que el sistema Democrático Capitalista está en crisis, abriendo espacios a personajes nefastos, populistas, manipuladores y autoritarios con características de dictadores pero que acceden a el poder con herramientas democráticas, recordemos a Hitler.
El debate entre los sistemas políticos y económicos es profundo y tiene mucha tela por cortar, ambos deben cohabitar armoniosamente con el único objetivo de privilegiar el bienestar y los derechos del Ser Humano, la humanidad cuenta hoy con una declaración universal de Derechos Humanos que debe ser la referencia para la aplicación de ambos sistemas, Democracia y Capitalismo como sistemas dominantes en la actualidad deben ser revisados, no para ser sustituidos sino para ser mejorados, estos sistemas frente a otros fracasados han demostrado que funcionan y son capaces de generar buenos resultados pero faltan muchas cosas por hacer, principalmente su humanización.
Jose Lombardi
jjlombardiboscan@gmail.com
@lombardijose
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