martes, 11 de agosto de 2020

JESÚS A. GONZALEZ, GLOBALISMO VS NACIONALISMO = CHINA VS EEUU

Iniciemos con una puntualización: El Globalismo, es un concepto político y la Globalización es un concepto económico; al punto de no existir ninguna vinculación entre ambos. Es así, que la globalización económica significa división del trabajo, libre comercio y libre mercado lo cual obviamente implica la no participación de los gobiernos; mientras que el globalismo es una política internacionalista cuyo objetivo primordial es dirigir y controlar a nivel mundial la relación entre los ciudadanos a la luz de un proceso centralizado de toma de decisiones, en un contexto donde las leyes sociales, laborales y económicas son canalizadas alrededor del mundo por un ente burocrático supranacional (sobrepasa los limites de lo nacional), al extremo que el denominado Estado-Nación, que surgió en el XV en pro de garantizar seguridad y desarrollo en un ámbito territorial delimitado, deja de tener sentido ante la presencia de una filosofía socialista-colectivista, entendida como un sistema de organización político-económico que establece un arreglo que afecta a toda la sociedad.

En razón de ello, EEUU está asumiendo en el presente medidas proteccionistas bajo la figura de tarifas de importación en aras de estimular el empleo y su producción domestica sacrificando en lo posible la globalización económica para acercarse a un renovado proteccionismo orientado a favorecer la producción nacional frente a la competencia extranjera, incluso mediante impuestos a las importaciones; habida cuenta que el globalismo implica el autoritarismo y la centralización del poder político a nivel internacional sustentado en una gobernanza mundial intervencionista totalmente opuesta al orden demoliberal asumido como un régimen donde la libertad y la seguridad se mezclan y funcionan. 

Sea propicio acotar, que en el presente la hegemonía de una nación no responde a una superioridad militar sino a la capacidad tecnológica y de su posicionamiento en el Orden Económico internacional, incluida su participación en una permanente confrontación económica-comercial o lo que es lo mismo una guerra silenciosa sin armamento bélico entre el nacionalismo y el globalismo que es un producto intelectual diseñado por la izquierda antiliberal o anticapitalista en conjunto con el socialismo radical y el populismo que propugnan cambios profundos en la estructura sociopolítica. 

Los “actores” arriba  mencionados, favorecidos por el progreso de las tecnologías de la comunicación, el transporte y la información, han venido unificando progresivamente el mundo en torno a una “sociedad única" que propicia el intercambio de ideas relacionadas con el globalismo, en armonía con una política internacionalista; asumiendo la posibilidad de controlar las relaciones entre los ciudadanos del mundo teniendo como pretexto la búsqueda de soluciones para enfrentar los problemas planetarios mediante la toma de decisiones centralizadas a la luz de un gobierno mundial que promueva leyes sociales, laborales y económicas de todo tipo, con la intención subyacente de aplicarlas a todos los habitantes del mundo, bajo la figura de un autoritarismo de izquierda  en pro de establecer un determinado orden social y económico. 

A tenor del escenario descrito, puede afirmarse que  igualmente está resurgiendo con gran ímpetu el denominado nacionalismo económico apuntalado por políticas y estrategias orientadas a la protección del consumo interno, el trabajo y la formación de capital domestico; sin que ello se vincule con un patriotismo que hace referencia al vinculo de un ciudadano con su patria. En un todo de acuerdo con la Real Academia Española (RAE) el nacionalismo ha de entenderse como el afecto y sentido de pertenencia de los nacidos en una nación; mientras que el nacionalismo integrador es aquel que se sustenta en la aspiración de que la población de varios países que comparten muchas características se unifiquen. 

El nacionalismo económico en lo especifico, ha de entenderse como la instrumentación de medidas orientadas hacia la eliminación de la dependencia, a la luz de la creación de una base económica profundamente diversificada, al tiempo de procurar saldos favorables en la balanza de pagos apoyándose en una industria nacional robusta alcanzada como respuesta a modificaciones de la estructura productiva de los sectores de la producción; en armonía con políticas de desarrollo del capital humano para elevar las habilidades y destrezas de los trabajadores en aras de aumentar su productividad. 

Para EEUU en lo especifico, es de vital importancia fortalecer la industria manufacturera, estimular la ocupación laboral y la formación de capital, habida cuenta de la amenaza que representa el imperialismo chino que bajo el liderazgo del Partido Comunista ha procurado un desarrollo industrial de alta tecnología, que le ha permitido abandonar su histórico papel de “socio económico” para el suministro de mano de obra barata a las empresas estadounidense; hasta asumir la condición de competidor estratégico. Tal escenario confiere obvia necesidad a USA para impulsar una reconstrucción de su economía, con obligante fortalecimiento del trabajo como bien recoge el eslogan que han  impulsado  de Primero America en alusión a la importancia de elevar la producción domestica  en un marco de nacionalismo económico. En fin, es bastante probable que la “guerra económica” entre EEUU y China se acentúe al corto plazo.

Jesús Alexis González
jagp611@gmail.com
@jesusalexis_gon 

P.D. Temas como el presente, serán abordados en una Conferencia Virtual que estamos preparando bajo el titulo: Una visión de la economía mundial mas allá del 2022

No hay comentarios:

Publicar un comentario