lunes, 14 de septiembre de 2020

ROMÁN IBARRA, AUTODESTRUCCIÓN XVIII

Inicialmente, cuando decidimos escribir esta serie, la idea era recordar el origen de nuestros males actuales, relatando la historia reciente desde la democracia civil desde 1958, hasta 1998, y luego estos 21 años de ensayo deleznable de lo que se ha llamado pomposamente, socialismo del siglo XXI.

Darle ¨apellido¨ de siglo XXI a ese engendro del socialismo, creado intelectualmente en el siglo XIX, puesto en práctica en el siglo XX, primero en la URSS, y países aliados; China; Cuba, y otros países, no es sino el intento de maquillar a la máquina de la destrucción política, económica y social que ha sido puesta en marcha como muestra inequívoca de la intención totalitaria de sus cultores para el control de la humanidad, y anulación del individuo y su desarrollo en libertad.

Aunque la intención era desnudar el triste y obscuro desempeño de estos gobernantes, para nuestra tristeza personal, y para ser justos, también nos hemos visto en la obligación de dar cuenta de los desatinos de la dirigencia de la oposición, con lo cual, se ha contribuido –por acción, u omisión- en la perpetuación en el ejercicio del poder de esta claque que destruye; humilla, y desnacionaliza a nuestro país.

Evidentemente no se puede utilizar el mismo rasero para medir la responsabilidad de gobierno y oposición, pero adversarios del gobierno como hemos sido a lo largo de todo su ejercicio, incluso antes, desde la misma noche aciaga del golpe de estado del 4 de febrero de 1992, duele mucho tener que admitir los errores y omisiones de la oposición, que siendo hoy mayoritaria desde el triunfo clamoroso del 6D/15, haya dilapidado ese capital entre divisiones, megalomanías y aspiraciones extemporáneas. A veces parece que hay más candidatos que gente!

Hoy estamos frente a un nuevo disparadero en el que algunos intentan ¨fusilar en el paredón¨ de los medios de comunicación, a quienes son parte esencial de las luchas opositoras, pero que sostienen posiciones distintas al llamado de abstención frente a las parlamentarias a realizarse este diciembre de 2020.

Siempre hemos sabido que las reglas que impone el gobierno son ventajistas y abusivas; violatorias incluso de toda legalidad, pero que a pesar de eso y en circunstancias similares, les hemos derrotado ampliamente como en 2007, y 2015. Debemos recordar incluso, que el

respaldo y reconocimiento de 60 países de los más importantes del planeta existe, gracias a la participación electoral de la oposición y sus triunfos.

Han sido los aliados internacionales quienes han sugerido presionar y negociar salidas electorales, pero hay quienes han preferido optar por vías contrarias a la Constitución que luego han sido derrotadas, produciendo frustración, tristeza, enfermedad, cárcel, y muerte.

Hoy, frente a la tragedia y destrucción que supone el peor desempeño y manejo económico de país alguno en todo el mundo, hay que agregar otros dramas muy significativos como las sanciones económicas que afectan al gobierno, es verdad, pero mucho más al ciudadano común que padece a diario la imposibilidad de acceder a bienes y servicios suficientes para el sustento diario, y todo ello en medio de la pandemia del coronavirus-19, también con pésimo manejo y tratamiento por parte del gobierno.

Estamos en medio de lo peor de nuestras vidas, sin la comprensión y consecuente actuación del responsable mayor como es el gobierno, pero también en medio de la incomprensión de la dirigencia de la oposición que no ha sabido estar a la altura de la circunstancia.

En esta hora todos deberíamos estar luchando por acompañar el recurso introducido por el ex presidente del CNE, Andrés Caleca, y otros, y organizándonos para competir y ganar las elecciones parlamentarias contra el ventajismo y la adversidad. Se hace tarde!

Román Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra

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