En la mañana del 4 de junio de 1830, a 80 kilómetros de Pasto, en Colombia, cuatro disparos segaron la vida de Antonio José de Sucre. Diez años más tarde el Mayor Alejandro Godoy, arriesgando su propia vida, se adentraría en una investigación que acaba por develar el complot que había dado origen al asesinato.
Tal es el argumento de Muerte en Berruecos, la cinta de Caupolicán
Ovalles que representa a Ecuador para optar al Premio Goya en la categoría de
Mejor Película Iberoamericana.
En el elenco del film, que ya se ha hecho acreedor a diversos
reconocimientos, juegan un papel preponderante varios actores venezolanos,
entre los que destacan Luis Gerónimo Abreu, en el papel de Godoy, y Malena
González, quien encarna a Desideria Meléndez, una mujer de Pasto, región especialmente
castigada por el ejército independentista por mantenerse fiel a la monarquía
española.
Malena, quien presentó al público la película este martes, en la
Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, explica que el
aporte de este proyecto radica en ofrecer un enfoque diferente sobre el
episodio de la muerte de Sucre: está narrada a partir de lo que cada uno de los
sospechosos recuerda que sucedió, lo que permite poner en luz los entresijos
políticos de la época. Básicamente, era un personaje poderoso, inconveniente
para quienes adversaban el proyecto de la Gran Colombia y argüían que Bolívar
estaba imbuido de fuertes ambiciones personalistas.
No es de extrañar, señala Malena, que el film represente a Ecuador, dado
el rol que desempeñó Sucre para lograr la independencia de ese país. En efecto:
la Batalla de Pichincha, que tuvo lugar el 24 de mayo de 1822, aseguraría la
libertad de Quito, ciudad en la que hoy reposan los restos del Gran Mariscal de
Ayacucho. En realidad se trata de una coproducción de Ecuador, Panamá y
Venezuela.
Desideria Meléndez, que ya le había valido a Malena la nominación como mejor actriz en los Premios Platino 2019, traduce el deseo de reflejar los sentimientos de la gente común, de quienes sufrieron en carne propia las consecuencias de oponerse al movimiento independentista. Esta visión plural es uno de los rasgos distintivos que imprime al filme Caupolicán Ovalles, quien aborda el tema con un tratamiento similar al que ya había empleado en Archivo Criminal, la exitosa serie transmitida por Radio Caracas Televisión a finales de los años 80, de la que fuera productor y director.
Este año ha sido pródigo en reconocimientos para Malena González. En
agosto recibió, el premio Jorge Jellinek a la mejor actriz por su actuación en
la película Conejo, y culmina el 2020 con la firme candidatura de Muerte en
Berruecos para el Goya. No es, sin embargo, su primera aproximación al
galardón, pues formaba parte del elenco de La distancia más larga, también
nominada en 2015.
Es previsible que siga cosechando los laureles a los que la hace
acreedora una trayectoria signada por la participación en más de 70 obras de
teatro, largometrajes, cortos, series de televisión y telenovelas en diferentes
países. Puede expresarse fluidamente en inglés, español, italiano y francés, y
su formación incluye una licenciatura en Bellas Artes, otorgada por la
Universidad de Boston, de la que egresó con la mención Magna Cum Laude.
A pesar de que podrían ser presa de la arrogancia por el nivel de sus
carreras, Malena y Caupolicán se distinguen por su calidad humana y buenos
modales en toda circunstancia. Son personas así las que nos infunden esperanza
como venezolanos, y las que nos demuestran el valor de la perseverancia y el
trabajo.
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