La semana
pasada hablé aquí de la necesidad de un preacuerdo en el área de salud entre el
Gobierno y el sector opositor conducido por Guaidó, López y otras figuras del
G4. Tal preacuerdo debería extenderse a nuestra educación. Sabemos que el
sector opositor mencionado controla importantes recursos en el exterior que son
del pueblo de Venezuela. Y mientras tanto en el país se padecen graves
carencias. Ya todos los factores actuantes se dieron cuenta de que la
estrategia política de la “máxima presión” no funciona y andan buscando caminos
de negociación.
El propio Gobierno de EEUU apunta a otro enfoque respecto a
Venezuela. Pero todo se mueve muy lentamente, en un lamentable forcejeo donde
cada fracción involucrada busca su máximo beneficio. Por eso es necesario que,
en el proceso, se llegue desde ahora a sencillos “preacuerdos” que remedien un
poco algunas de las peores consecuencias de este enfrentamiento. Vivimos el
deterioro acelerado de un país, iniciado por los errores económicos y la
corrupción del chavismo, y llevado a trágicas honduras por las criminales
“sanciones” de Trump.
Este
acuerdo inicial no involucra a las sanciones ni al control de empresas
nacionales en el exterior. Toca simplemente a recursos en cuentas bancarias y
oro, que podrían ser movilizados por el sector opositor de Guaidó y compañía
para ser invertidos en Venezuela por fases, de manera consensuada y codirigida
con el Gobierno de Maduro. Puede incluir además la búsqueda conjunta de
financiamientos. Sus objetivos serían limitados pero relevantes: comprar más
vacunas y mejorar el funcionamiento de ambulatorios, CDI y hospitales,
rescatando instalaciones y aportando insumos.
En el área educativa, requerimos
poder abrir las escuelas en septiembre, así sea de modo parcial. Para ello
debemos vacunar a docentes y demás trabajadores de los planteles, y
posiblemente a un porcentaje de los estudiantes mayores de 12 años. También nos
urge poner a punto los locales y asegurar dotación. No se trata de grandes
cantidades de dinero, pero significa mucho: sería empezar a reconstruir nuestro
sistema educativo, devolverles el derecho a la escuela a millones de niñas,
niños y adolescentes, hoy muy perjudicados con la irregular formación a
distancia.
Aurora Lacueva
lacuevat@hotmail.com
@AuroraLacueva
@Unoticias
Venezuela
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