domingo, 15 de mayo de 2022

ROMÁN IBARRA: SIN PROGRAMA NO. DESDE VENEZUELA

Lo que hasta hace poco era sospecha general, y conocimiento para todo aquel que tiene alguna vinculación con el mundo de la política, ahora se ha confirmado por la vocería de los propios ¨protagonistas¨ de semejante despropósito.

Resulta que en entrevista televisiva dirigida por la periodista Carla Angola desde Miami, el señor Leopoldo López, reconoce que tanto él, como Guaidó, Vecchio, entre otros, no solo pidieron la invasión de Venezuela por fuerzas militares extranjeras, sino que además culpan a los Estados Unidos de no haberlo realizado, como si se tratara de ¨pelar mandarinas¨.

Ellos, los ¨sabelotodo¨, y dueños de la verdad, creen poder hacer y deshacer sin consecuencias. No, no es así. Se trata de un delito de traición a la patria, entre otros muy graves.

Ahora queda de bulto que toda la política extremista diseñada por ellos, del Maduro vete ya; la Salida; Las Guarimbas; los Trancazos; el sacrificio de los muchachos de los escudos de cartón, asesinados por la crueldad de las fuerzas represivas del gobierno; los presos; los heridos; la Operación Libertad (la de Leopoldo), la Gedeón (los Topochos), y la guinda de la torta: La Abstención sistemática para regalar todo el poder a Maduro, es responsabilidad de ese grupo maligno, y perverso.

No obstante, y como si nada hubiera pasado, los mismos ¨caudillos¨ del G4 o lo que queda de eso, se van a Panamá para decidir un reglamento de selección del candidato ¨unitario¨. Ahora ya no creen en la abstención para deslegitimar a Maduro, y además no piden perdón por la torta inmensa que pusieron, con la cual, destruyeron vidas y posibilidades de ciudadanos inocentes, aumentando la agonía y el sufrimiento del país por la destrucción de los servicios y las instituciones.

Ahora si se puede votar en ¨dictadura¨, y hasta se puede negociar con el ¨narcorrrégimen¨, pero eso si, ellos solitos. Sin contar con el resto de la oposición, ni la sociedad civil, solo ellos los ¨Dioses del Olimpo¨!

Pues no, los que adversamos y siempre advertimos acerca de los peligros de esa manera de hacer política, nos resistimos a semejante locura, no solo porque ellos no tienen moral para encerrarse a decidir la escogencia de ningún candidato, y mucho menos excluir al resto de la sociedad, sino porque hay materias más urgentes.

Hemos dicho, que la primera necesidad que tenemos es la de discutir entre todos, un programa de políticas públicas creíble; realizable; posible, y que todos acompañemos, para poder concitar la confianza y el acompañamiento de la ciudadanía, a la que ni el gobierno, ni esa oposición, le han cumplido.

Un programa que explique cómo y con qué se va a resolver el drama de la electricidad; del agua; del transporte subterráneo, y superficial; de la seguridad de bienes y personas; el empleo y el salario de los trabajadores, y especialmente de los docentes desde preescolar hasta el sector universitario. La devolución de los bienes expropiados; la apertura de la economía, y el respaldo en la formalización de los trabajadores por cuenta propia. El rescate y preservación del medio ambiente para futuras generaciones.

Por ahí debemos comenzar, si en efecto se quiere actuar con seriedad. Es más, de la multiplicidad de quienes han asomado sus caras queriendo ser candidatos sin plan, ni propuestas, ninguno tiene aceptación real. Todos tienen altísimo rechazo.

Deberíamos pensar en un candidato de consenso que reanime la lucha opositora, que sume y no reste, que con serenidad, pero con firmeza enderece la economía sobre la base de un proyecto nacional e internacional. Que genere confianza en los organismos internacionales para atraer capitales fundamentales para el desarrollo.

En esta hora difícil de la República nos jugamos el destino de la nación. No más improvisaciones. Primero el programa, y solo después el candidato.

Roman Ibarra
@romanibarra
Venezuela

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