lunes, 2 de noviembre de 2015

RUBÉN G. CONTRERAS G., EL NAUFRAGIO DE LA SOBERANIA ALIMENTARIA

Después de mucha cháchara propagandística, durante estos 16 años de desastre de administración chavista, ejercida a traves de la hegemonía comunicacional en los cuales nos han querido vender slogans como  Venezuela Ahora es de todos, El Gasoducto del Sur,  La Siembra Petrolera, La Soberanía alimentaria, El Eje Orinoco-Apure y en los últimos días hemos escuchado a la inefable Jacqueline decir que las colas son sabrosas y al gobernador del estado Bolívar que la revolución persistirá aunque sea comiendo piedras fritas, apreciamos que la pelota sigue siendo redonda y la caja en que viene es cuadrada.

Las colas son sabrosas cuando se hacen con gusto como para comprar la entrada a los juegos del béisbol, pero comer piedras fritas debe ser muy difícil por lo duro de las piedras, pero esperamos ver al susodicho degustando alguna.

La cuestión es que ninguna de esas propuestas han tenido concreción,  no se aprecia en la realidad venezolana la veracidad de ellas y en estos  tiempos de elecciones apreciamos gran preocupación de quienes ejercen el poder, por el desencanto que vive el ciudadano común por los problemas que confronta para adquirir los insumos básicos que le permitan sobrellevar la carga  familiar.

Uno de los ritornelos  del finado déspota del Sabaneta fue que con la revolución bolivariana el pueblo seria reivindicado al lograr el gobierno la soberanía alimentaria, gracias al desarrollo endógeno del campesino mediante la utilización del conuco. Asi empezó después del 2000  el hurto de propiedades agrícolas con la famosa Ley de Tierras para lograr la cacareada soberanía.

Hoy en el ocaso del 2015 y después de expropiar haciendas, hatos y fincas como La Marquesena, con el famoso método CHAZ, El Charcote, El Baúl, El Frio, La Vergarena, El Capitán,  las haciendas plataneras del sur del lago como la Bolívar, los fértiles Valles de Aragua, con una tradición de siglos produciendo caña de azúcar para el ron Santa Teresa y la Azúcar Montalbán, asi como los tablones de caña de azúcar en el estado Yaracuy, que hasta el año 99 producían el 20% de la azúcar que se consumía en Venezuela, las fincas del Valle del Turbio que producían casi toda la cebolla que consumían los venezolanos, entre tantas robos por parte de quienes dirigen el estado, hoy vemos las inconmesurables colas de miles de ciudadanos pasando las de Caín para ver si pueden comprar I/4 de kilo de café o un kilo de pollo  y arroz o harina de trigo, que les permita mitigar el hambre.

El caso es que la soberanía alimentaria la vemos con estupor en la noticia del naufragio del buque frente al Rio Amazonas, con 5000 reses que venían de Brasil para el mercado venezolano. Esta es una noticia reiterativa, dado que en los desolados muelles del puerto de La Guayra, exactamente frente al almacén Libertador, está un buque denominado Independencia II, de los dos buques comprados por el innombrable para suplir a la extinta Venezolana de Navegación, los cuales tenían más defectos que benéficos. El caso es que ese mismo buque ha traído varias veces reses en pie de Brasil, pero por las características insanas del buque, muchas de estas reses han muerto en el viaje y han sido tiradas al mar, según informaciones que nos dio un patriota cooperante, que trabajo en el cuarto de máquinas de dicho buque y que tuvo que renunciar al mismo por las irregularidades en el pago a su contrato.

El 16 de octubre  del presente, pudimos conocer a traves de un informe de la Comisión  de Alimentación del Colegio de Ingenieros del estado Zulia, que la hacienda El Capitán ubicada en Perijá, producía 5000 litros de leche al día, que iban a la industria láctea y vendía anualmente 1500 novillos mestizos de raza pardo suizos y brahaman, que alimentaban al pueblo venezolano. Esas tierras fueron entregadas a los fundos zamoranos y están improductivas, al igual que las de Yaracuy y los valles de Aragua.

Ese informe señala que el 95% de los 5 millones de hectáreas robadas a los productores están improductivas y refiere que en 1998, el estado venezolano importaba en alimentos 1.250 millones de dólares al año y en 2014 se importó 9.500 millones dólares, importando carne bovina en un 70% del total consumido por el pueblo venezolano, al igual que el azúcar, maíz blanco en un 60%, maíz amarillo 75%, café 70% aceite 90%, caraotas 90% y arroz en un 60%, señalando que el país, está al borde de una crisis humanitaria por la ruindad en que esta el campo venezolano.

Lo doloroso de la situación es que Venezuela producía casi todos esos rubros alimenticios, a excepción de las caraotas y el maíz amarillo en los cuales teníamos algunos déficits y éramos un país que exportaba café, arroz y azúcar. Vemos ahora las consecuencias de esa política expoliadora denominada soberanía alimentaria, que ha llevado al país a una situación similar a los tiempos de otro déspota, Juan Vicente Gómez.   

La Soberanía alimentaria no se logra trayendo caraotas y leche de Nicaragua o Santo Domingo, o ganado en pie de Argentina, Brasil o Uruguay, o arroz de Guayana o Surinam. Se logra incentivando la producción interna que permita crecer las cosechas y rebaños del país, ese sería el desarrollo endógeno necesario que le permitiría a Venezuela detener esa caída abrupta del PIB, el cual de acuerdo a datos de La CEPAL y del FMI, señalan que Venezuela es el único país petrolero del mundo con una incidencia negativa en su economía, al punto que este año 2015 tiene una inflación de un 850% y se contraerá aproximadamente en un 10% de su PIB.

Los problemas del país se deben a una conducción equivocada llevada a cabo por gente sin experiencia en el manejo de la cosa pública, que ha utilizado los resortes del poder para lucrarse impúdicamente, robando a mansalva. Esto tiene que cambiar y eso debemos hacerlo este 6 de diciembre cuando tenemos la oportunidad de escoger a unos venezolanos que integren la próxima asamblea nacional que cumpla la misión del parlamento, la de controlar al ejecutivo, de legislar en materia de leyes  y de parlamentar para buscar  soluciones consensuadas en beneficio de los venezolanos.

Este 6 de diciembre votaremos por los candidatos de la unidad democrática para salir de esta horda de delincuentes que asaltaron al estado venezolano y embaucaron a un pueblo que de buena fe creyó en un redentor que con una gorra militar propuso nuevos cantos de sirena.

Rubén G. Contreras G.
rubencontrerasg@gmail.com
@RubenContreras

Vargas - Venezuela

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