El título de mi
artículo es correcto, hay un Cambio Climático en pleno desarrollo en el planeta
Tierra, de hecho siempre lo ha habido, el clima es un elemento muy dinámico y
está en continua transformación, desde que el planeta se originó, el clima es
uno de sus elementos constitutivos que siempre ha estado signado por el cambio,
algunos violentos otros muy graduales.
Hay otra verdad sobre
el Cambio Climático y es que la actividad humana, sobre todo la quema de los
combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) es un factor asociado a estos
cambios climáticos, pero aquí es donde comienza la gran mentira y a donde
quiero apuntar con estas notas, hay un sector pseudocientífico de supuestos
ambientalistas, expertos en el clima y en la atmósfera, pero por sobre todo,
hay un grupo muy poderoso de políticos, que desde hace algún tiempo vienen
insistiendo con la tesis de que esa actividad humana, el desarrollo industrial
de buena parte del mundo occidental que utiliza los combustibles fósiles como
principal fuente de energía, son los culpables del calentamiento global.
No contentos con esta
acusación, dicen que este calentamiento global inducido por el hombre es la
antesala a una época desastrosa de cambios atmosféricos que implican mayor
incidencia de tormentas, de sequías y lluvias extremas, de derretimiento de los
casquetes polares, de la subida del nivel de los mares, del aumento de la
temperatura en el planeta, de la disminución en la calidad del aire que
respiramos y otras variables que lo que determinan es un futuro muy negro para
la humanidad y una posible causa de extinción de la vida, tal como la conocemos
en nuestro planeta.
Este grupo de
alarmistas climáticos cuenta con el apoyo del actual gobierno de los EEUU, en
la figura del presidente Obama quien encabeza a un nutrido grupo de gobiernos
socialistas, que tienen en agenda cambiarle el patrón de desarrollo al mundo y
pegarle un frenazo al capitalismo tal y como hoy lo conocemos, detrás de la
figura de Obama hay una serie de instituciones gubernamentales, obligadas por esta
visión “oficial” del presente y del futuro, que lo apoyan proporcionándole
argumentos y prestigio científico como lo serían La NASA, la NOAA
(Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera), la poderosa EPA
(Agencia de Protección Ambiental), La Fundación Nacional para las Ciencias,
acompañados por una serie de organizaciones privadas y ONG’s como Greenpeace,
Sierra Club, de las grandes burocracias como la ONU, Banco Mundial, muy en
especial del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) y otras
muchas instituciones que tienen su vista fija en el pote de dinero de más de
1.5 trillones de dólares del fondo para la Crisis Climática, un pote repleto y
del cual viven muchos proyectos, programas, instituciones, científicos y
personalidades del mundo entero, un pote que no existiera si no hubiera una
Crisis Climática.
A esta comparsa de
VIP’s se le ha unido recientemente el mismísimo Papa Francisco quien en su
reciente visita a USA declaró de manera contundente, y en estricto apego a su
encíclica “Laudato si”, donde alega que existe evidencia científica
incontrovertible, que la actividad humana que tiene su centro en el consumo de
energía de derivados fósiles, están perturbando de manera significativa el
clima y que tal práctica podría llevar al hombre y a la vida en el planeta, a
su extinción, por lo que hace un llamado urgente para que el mundo cambie su
estilo de vida, maneras de producción y consumo.
Esta posición del
Papa a generado mucha controversia ya que compromete el prestigio de la iglesia
en una posición radical con supuestas bases científicas, pero esta cruzada por
salvar a la humanidad tiene pies de barro y están influenciadas por la
ideología política que lo ha enceguecido en varias de sus últimas actuaciones.
El próximo 30 de noviembre
y hasta el 11 de diciembre se celebrará en París, Francia, la 21 sesión de la
Conferencia de las Partes del Marco de Trabajo de las Naciones Unidas para la
Convención del Cambio Climático (siglas en inglés, COP21) donde se intentará
llegar a un nuevo acuerdo internacional no vinculante, como lo era el muy irrespetado Protocolo de Kyoto (que
expiró a finales del 2012), sobre una reducción de emisiones de CO2 a nivel
global.
Esto va a tener una
serie de implicaciones, la primera tiene que ver con los recientes atentados
terroristas en París efectuados por ISIS, aparentemente la fecha de esta
reunión se mantiene en medio de unas medidas extremas de seguridad debido a la
presencia de varios jefes de estado, principalmente el presidente Obama, quien
se ha tomado el evento como un proyecto personal.
Francia ha pasado por
terribles momentos, por actos de guerra en contra de su población y territorio
que la han sumido en una posición prebélica y probablemente en puertas de hacer
cambios importantes en sus leyes migratorias y de seguridad interna.
El COP21 es una de
las reuniones más importantes en materia ambiental de los últimos tiempos, uno
de los más complejos intentos de autorregulación de los grandes países
industriales por reducir sus emisiones atmosféricas de CO2, principalmente en
aquellas plantas generadoras de energía que utilizan carbón, el acuerdo intenta
reducir las emisiones a un 32% por debajo de los niveles del 2005, que es ya de
por sí una ambiciosa meta y que ya ha sido demandada en los tribunales por las
empresas privadas de energía eléctrica como imposible de cumplir.
Los temas y proyectos
de acuerdo agrupan una serie de actividades que tocan prácticamente cada área
energética, de tecnologías limpias y regulan de manera estricta la explotación
y el uso del petróleo y sus derivados, muchos países productores ven este
proyecto de acuerdo como una estocada definitiva para minimizar el negocio
petrolero en el mundo, el documento de estos acuerdos tienen más de dos mil
páginas.
Polonia, el principal
productor de carbón en la UE, está maniobrando para obtener un bloqueo a estas
medidas por parte de la Comunidad Europea, la India nunca estuvo de acuerdo ni
en los acuerdos ni en la reunión, y
Putin, el presidente de Rusia piensa que se trata de un juego de intereses
mundiales para dejar a Rusia sin posibilidades reales de desarrollo.
El otro asunto que
tiene a la gente de cabeza es la creación de un fondo anual de 100 billones de
dólares para ayudar a los países del Tercer Mundo, para que se ajusten a este
hipotético escenario climático de desastre y cambios en los patrones de
desarrollo de sus países.
Hay también una serie
de denuncias y acusaciones que ya tienen tiempo ventilándose fuera de las
instituciones involucradas, sobre enormes cantidades de dinero dedicadas a
mantener, fortalecer y globalizar esta idea de una crisis climática de
proporciones devastadoras, el financiamiento para probar y apoyar esta posición
han sido las causantes de una serie de episodios de corrupción, mala práctica
científica, compra de conciencias y voluntades, políticas equivocadas e
información falsa que han convertido esta causa, para algunos de sus críticos,
entre los que me incluyo, en una enorme conspiración para defraudar al mundo.
Las bases de esta
controversia reposan en una serie de alegatos supuestamente científicos que
cada día que pasa se hacen más difíciles de sostener, lo que estamos viendo en
nuestro mundo, el comportamiento climático de nuestro planeta tienen otra serie
de explicaciones que contradicen de manera contundente lo que hasta ahora ha
sido tomado como verdad absoluta.
Los modelos
climáticos (que son modelos matemáticos) que se han usado, la pobrísima
interpretación de la historia climática de la tierra, la manipulación que se ha
hecho del papel del CO2 en los cambios atmosféricos, la mala fe en la
utilización de los datos sobre el deshielo y la subida del nivel de los mares,
la manipulación de las informaciones sobre el comportamiento de las especies
animales y de plantas (destaco el de la población de los osos polares y el
aumento de las cosechas de alimentos a nivel mundial) para forzar la
prevalencia de un escenario catastrófico, son algunas de las razones por las
que hay que mirar con escepticismo los posibles resultados de este evento que
arranca en pocos días.
Pero como el tema es
complejo y largo, les prometo seguir su desarrollo con otros artículos sobre el
tema, para los que no lo sepan, o no hayan leído mi artículo sobre el clima, yo
opino que no existe esa crisis climática, que las emisiones de CO2, al
contrario de lo que se predica, son benignas para la vida en el planeta, y que
efectivamente hay cambios climáticos, pero que la actividad humana tiene muy
poco que ver con la misma y que quemar petróleo lo que ha hecho es posponer una
nueva edad de hielo que efectivamente hubiera acabado con la vida en el
planeta.
Creo que sí hay una
conspiración de unos grupos interesados en cambiar el modelo de desarrollo del
mundo, lo que implicaría cambios de poder político y económicos importantes,
que hay notorios y diferentes grupos socialistas y ecologistas involucrados en
esta conspiración y que tanto el Papa Francisco como el presidente Obama, están
equivocados.
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul
Miranda - Venezuela
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