Venezuela
marcha a la deriva, empujada por una crisis económica sin precedentes,
acompañada de una inclemente inseguridad, elevadísimos índices de desempleo y
una escasez de los principales productos de la dieta diaria, solo con poner el
pie en un supermercado o en una bodega es suficiente para comprobar este drama,
mientras tanto Maduro despotrica como un alucinado contra la M.U.D, contra toda
la oposición democrática y contra quienes no piensen como él, le echa la culpa
al imperio y al Dr. Uribe de los males que vive Venezuela, pero ya nadie le
cree las mentiras que dice, porque todos lo conocen como un maestro de la
calumnia y el fraude, que se unió a Santos cerrando la frontera al comercio y
al tránsito legal, para abrirle las trochas al contrabando y a la ilegalidad.
Santos
no se queda atrás, ya es reconocido como el más grande demagogo de la historia
de Colombia, presenta toneladas de inconmensurables falsedades, su gestión es
una farsa y sus discursos son muy refinados en el arte del embeleco, su promesa
electoral de hace 6 años no se ha cumplido, se maneja en un submundo de
segundas intenciones, de agendas personales por encima de las colectivas, tiene
un discurso para lo público y otro para lo privado, pone a sus lacayos de la
fiscalía a formular denuncias con
especial maestría y sin pruebas, contra la familia del presidente Uribe y
contra el Dr. Zuluaga y dirigentes del Centro Democrático, mientras en
Venezuela su amigo y aliado: Nicolás Maduro, mantiene presos a líderes
opositores.
Maduro
instaló la mentira como política de Estado, con falsedades mete presos a sus
oponentes, muestra cifras engañosas, cantidades de obras inexistentes,
acusaciones artificiales contra los adversarios y críticos del régimen,
centenares de estudiantes son maltratados y torturados, a los opositores les
hacen procesos judiciales de corte político, los órganos de justicia están a la
orden del ejecutivo y del partido de gobierno, no hay manera de que se abran
procesos judiciales objetivos, todo lo contrario la responsabilidad de todos
sus atropellos y desmanes se le asignan
es a los contendientes de su gobierno, se opone a la amnistía para los
presos políticos de Venezuela y se reúne con Santos para librar del castigo a
los criminales y narco-terroristas del E.L.N. y de las Farc. para quienes los
dos mandatarios solicitan el perdón de los Colombianos.
El
pueblo Colombiano conoce que Santos utiliza la calumnia, las acusaciones sin
pruebas, la deformación de los hechos y la mentira, como arma para atacar al
Dr. Álvaro Uribe y su familia, abusa con sus políticas de persecución y causa
grave daño a honorables ciudadanos. Santos y Maduro son el resultado del fraude
y la mentira y no podrán por mucha publicidad, mermelada y ofertas engañosas,
superar y solventar el problema del desempleo, desabastecimiento, corrupción e
inseguridad, que amenaza las dos naciones hermanas y son el producto de graves
conflictos económicos bastante peligrosos, causados por estos nuevos aliados
campeones mundiales del fraude, del disimulo y la mentira, quienes olvidaron el
proverbio judío que dice: "Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin
esperanzas de volver".
Nestor
Solano
solano.nestorep@gmail.com
@SolanoNestorep
Tachira - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario