Hace 108 años, el 23
de marzo de 1908, nació en Pampatar, estado Nueva Esparta Jóvito Villalba, el
tribuno de más prestigio en Latinoamérica. Para los que estuvimos subordinados
a su sabiduría y recurrimos a diario a las enseñanzas de este maestro de
juventudes, de dignidad y civismo; quien
por acción propia se consideró “como primero entre sus iguales”, no más,
nos toca honrar su memoria, y, consecuentes con sus principios, enarbolar sus
banderas y marchar adelante para dejar de ser víctima del advenimiento de los
desgobiernos de predominio militar.
A los que no han
podido estar consustanciados con la trayectoria política del “maestro”
Villalba, es significativo señalarle que estuvo indeclinablemente poseído por
el dominio de las materias estudiadas, tanto en el orden jurídico e histórico,
por la continuidad doctrinaria, programática y reformista, siendo verdad que
todas los impulsos progresistas de la época lo tuvieron como abanderado, con
iniciativas nacionalistas, con apego democrático e institucional, sin escatimar
energías para el logro de los esfuerzos
progresistas.
Jóvito Villalba honró
al país, se dedicó a la salvación de sus instituciones, teniendo el mérito de
haber sido uno de los más decididos promotores de la democracia social; de la
incompatibilidad de los poderes públicos; del respeto al Estado de Derecho como
depositario de la soberanía nacional. En tal sentido en discurso pronunciado en
sesión conjunta de las cámaras legislativas del 25 de junio de 1943, expresó:
“La evolución política del país, nos plantea a nosotros y al gobierno de la
República, la necesidad de transformar el ineficiente sistema de control
legislativo que hoy existe y de substituirlo por un método de examen más en
consonancia con las aspiraciones democráticas del país y con el espíritu
democrático de la Constitución. Esa transformación de control de las cámaras
sobre el Ejecutivo, me permito afirmar ante ustedes esta tarde, es el paso que
tiene planteado ante sí en este momento, con rigor dialéctico, el progreso de
la nación. Nosotros debemos en este momento, es nuestro deber para con
Venezuela, es nuestro deber con los mejores principios, el crear a base de una
transformación constitucional y política un nuevo sistema de control del
Congreso sobre la obra de la administración pública…”.
En cuanto al verbo,
dice Ramón Velásquez, a la atención que hubo de ponerse sobre el aspecto
cualitativo de la oratoria de Villaba: “Su clima natural, su trinchera, es la
oratoria. Una oratoria a la par conceptuosa y brillante. Sus discurso a
diferencia de las mayoría de las
oraciones políticas, pueden someterse y salir airosos en la prueba de
publicación, pues siempre desarrolla tesis de importancia…”.
Villaba, dirigente
estudiantil para entonces, el 6 de febrero de de 1928 en el discurso
pronunciado frente al Panteón Nacional, al inicio de la Semana del Estudiante,
dice entre otras expresiones: ¡Ante la conciencia libre de América surge
íntegro, encendido de fuerza, en grito de una protesta unánime, el mismo ideal
de fraternidad latinoamericana que cien años antes cupo holgado en la mirada
visionaria del Libertador. En tierras de Venezuela ha vuelto a sonar el momento
del héroe que se revela como una campanada para esta tumba gloriosa en la
inquietud de nosotros, que es la inquietud del gesto que ha de venir…!.
Libertador, ha llegado de nuevo la hora de que tu acción coincida para nosotros
en este momento de definirnos ante el destino y ante nosotros mismos… Habla,
¡oh! padre, ante la universidad, donde se forjó la patria hace años y pueda
oírse otra vez tu voz rebelde de San Jacinto:¡Padre nuestro, Simón Bolívar,
Libertador, cómo han puesto los esbirros tu Santiago de León!”.
Dada la fecha de la
conmemoración del natalicio de este gran hombre, nuestro maestro, del que a ver
de muchos es la expresión más consagrada de la fundación de la democracia; a
los efectos de deslindar cualquier apreciación no imparcial, por parte de los
que en el actuar político nos hemos sentido identificados, doctrinariamente con
el pensamiento de tan importante líder; a manera de ilustración y objetivación
de estudio, transcribo lo que sobre el particular aludido, escribió Simón
Alberto Consalvi, copio:
“Jóvito Villalba
debutó en la escena política venezolana en 1928, como uno de los protagonistas
más relevantes de la Semana del Estudiante. Con su discurso pronunciado en el
Panteón nacional perfiló la esencia de aquel movimiento histórico. Andaba como
sus otros compañeros, Rómulo Betancourt,
Raúl Leoni, Isaac J. Pardo; Pío Tamayo, Miguel Otero Silva, por los 20 años de
edad. Muchos de ellos fueron a las cárceles o realizaron trabajos forzados en
las carreteras por corto tiempo, y viajaron al exilio en el 28.
“Jóvito, en cambio,
fue condenado a una prisión de seis años; recuperada la libertad en el 34 viajó
a Trinidad hasta la muerte de Gómez. En 1936 volvió al primer plano como
presidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela en los sucesos del 14
de febrero.
“Parlamentario,
constitucionalista y orador de dotes excepcionales, Villalba fue durante décadas representante al
Congreso. Abogó siempre por aquellos avances que permitieran un sistema
democrático igualitario y equitativo, la elección directa de los presidentes o
la incompatibilidad de las funciones legislativas y ejecutivas. Fue uno de nuestros
pocos políticos que sostuvo la tesis de la no reelección absoluta de los
presidentes.
“El 30 de noviembre
de 1952, su partido URD triunfó de manera avasallante en las elecciones para la
asamblea constituyente. Los militares al mando de Marcos Pérez Jiménez dieron
otro de sus golpes de Estado, alteraron los resultados y enviaron a Villalba al
destierro junto con otros líderes de URD. Omar Pérez ha escrito una
espléndida biografía de Jóvito Villalba
que es a la par, y en buena medida, una historia política de la era
democrática”.
Inteligentemente optó
Omar por resaltar el pensamiento de Villalba como constitucionalista, sus
innumerables intervenciones en el Congreso, como el papel, en fin, que jugó en
la construcción del sistema de partidos en Venezuela, sin que la fortuna
coronara sus afanes.
Rafael Rodríguez
Mudarra
1rodriguezmudarra@gmail.com
@Ramudarra
Unión Republicana
Democrática
Caracas - Venezuela
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