TODO ESTA COMO EN "VEREMOS"
Si hay algo cierto en la Venezuela de hoy, es que su situación política
se vuelve cada vez más angustiosa y
preocupante. Las declaraciones recientes del Consejo Nacional Electoral, a
través de uno de sus Rectores, afirmando que la convocatoria para las elecciones
de gobernadores, ya en mora, queda suspendida debido al proceso de renovación
delos partidos políticos a cumplirse en los próximos días, son una muestra de
ello.
Más aun, cuando días antes, otro de sus rectores había manifestado la
posibilidad de convocar a dichas elecciones regionales mientras se realizaba la
actualización de los partidos políticos que no hubiesen obtenido un equivalente
al uno por ciento de la votación total
habida en el último proceso comicial de diciembre 2015, cuando se renovó la
Asamblea Nacional. Ninguno de los dos anuncios, es bueno para la
oposición.
El problema radica en las condiciones y requisitos, similares a los
solicitados por el CNE para el Referéndum Revocatorio el año pasado, que hacen imposible su cabal cumplimiento,
poniendo en riesgo la existencia de la gran mayoría de las organizaciones
políticas de la oposición venezolana; solo se salvaría la Mesa de la
Unidad Democrática (MUD), la cual está
en tela de juicio después de que
representantes del gobierno solicitaron al CNE su no reconocimiento como
partido político; petición que ya amenazaron con formalizar ante el TSJ.
Entre dichos requisitos se
encuentra el manoseado y perverso mecanismo de control político, típico de los
totalitarismos, de recoger firmas, en
este caso de la militancia, las cuales
deben ser ratificadas personalmente por
ante las oficinas que el CNE
indique, en fechas y horarios restringidos, con las penurias y padecimientos
que ello supone. Posteriormente vendrá
el proceso de cotejo, ratificación e impugnación de dichas firmas, con la consiguiente
aparición de firmas “falsificadas” y duplicación o repetición de firmas, que el CNE encontrará, con toda seguridad, en
los listados presentados por cada
organización política.
Todo eso, en adición, al temor
que indudablemente tiene la gente,
pues ya ocurrió con la denominada “lista Tascón” hace años, de que se hagan públicas, condenando a los firmantes, igual que sucedió con quienes
suscribieron la solicitud de referéndum
en el 2004, con el propósito de revocar
a al entonces presidente Chávez de su cargo, a sufrir las consecuencias de discriminación y señalamiento público, como si fuesen parias, por parte del régimen, que les dificultó, incluso a las
personas firmantes, la búsqueda de empleo en determinados sectores y empresas.
Para ponerlo en blanco y negro, la situación es la siguiente. Si partidos históricos como Acción
Democrática, Copei y algunos más
nuevos como Primero Justicia o Un Nuevo
Tiempo, todos de la oposición, no logran relegitimarse, esto es, conseguir que unas cien mil personas en su conjunto, al menos en doce estados del
país, les firmen las planillas de
membrecía, que luego las ratifiquen ante
el CNE y que finalmente no haya objeciones u observaciones por parte del
organismo electoral, entonces no habrá elecciones regionales, ni municipales,
ni presidenciales con la participación de dichas organizaciones políticas. Solo
participarían, de convocarse las mismas, el PSUV, partido de gobierno y la MUD, si el CNE o el TSJ no se lo impiden. En caso contrario, de
lograr aquellos partidos políticos u otro cualquiera, dicha renovación, las
elecciones, de ser convocadas, se efectuarían para el segundo semestre del año en curso.
De modo que el panorama no es alentador, sobre todo, si tomamos en
cuenta el comportamiento del gobierno en el caso del Revocatorio, durante el
año pasado, al requerir un 1% de firmas, no establecidas en la Constitución, en
todos los estados del país, como condición previa para solicitar el referéndum revocatorio. Firmas que no
obstante ser recogidas, fueron posteriormente procesadas por el CNE, con los
resultados ya conocidos de que muchas de ellas fueron consideradas fraudulentas
por dicho organismo electoral. Lo que unido a la inacción y negligencia de la dirigencia opositora nos llevó a
condenar dicho revocatorio contra Maduro al olvido; no obstante haber
tiempo, por ser el 19 de abril próximo, como lo hemos repetido en varias
oportunidades, la fecha tope, del
cuarto año establecido en la Constitución,
para realizarlo.
El futuro político de la democracia en Venezuela, ya ennegrecido por la
muerte del Revocatorio, se encuentra ahora mismo en veremos, en lo que a la
elección delos 23 gobernadores se refiere, dada la posibilidad de que no haya
comicios, lo cual favorece al gobierno, o
bien de que ninguno de los partidos políticos de la oposición pueda
competir en el caso de que haya convocatoria, algo que curiosamente a finales
del año pasado el gobierno se negaba a hacer utilizando argumentos insulsos;
pero que ahora mismo pudiera empeñarse
en realizar con todo a su favor,
incluida la jugarreta de inhabilitar a la MUD, y aun a riesgo de que la
comunidad internacional acuse a Maduro de dictador o a su gobierno de no
democrático; total, para decirlo en criollo, ¿qué es una raya más pa un
tigre?
Jose Luis Mendez
Xlmlf1@gmail.com
@Xlmlf
Miranda - Venezuela
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