MILAN KUNDERA
Hace unos días recordaba al célebre escritor checo, ganador de muchos
premios y eterno nominado al premio Nobel de Literatura: Milan kundera, quien
fue expulsado en 1950 del Partido Comunista por hablar mal de la organización,
algo que aprovechó el genial novelista como inspiración para su famosa obra
"La broma" -una sátira con humor kafkiano sobre el comunismo
stalinista- que le dio la vuelta al mundo y fue traducida a 21 idiomas. Luego
Kundera fue también perseguido por su participación -junto a otros escritores-
en los acontecimientos de la Primavera de Praga y años después, por retaliación
hasta fue privado de la ciudadanía checa y adoptó la nacionalidad francesa. Sin
embargo, su pluma siguió dando la batalla: es inútil reprimir el espíritu
libertario del hombre pues es parte esencial del ser humano. Esa es una lección
que los tiranos usualmente aprenden muy tarde.
Sin el talento literario de Kundera, el pueblo venezolano hizo lo
propio: se burló a más no poder de la payasada de "aquí no se habla mal de
Chávez", lo que en realidad frustró la aspiración real del gobierno de
imponer un "aquí no se habla", punto. Más bien, la dictadura quedó en
ridículo y esa mofa exacerbada dejó claro que el militarismo cubano-islámico no
es suficientemente poderoso como para silenciar al país. Y esto tiene una
importancia singular cuando la narco-revolución hace ingentes esfuerzos por
contener la protesta popular y evitar un escenario electoral.
En estas lides de la opinión pública, eventualmente uno se siente
repetitivo y puede que fastidioso, hasta que recuerda que toda dictadura y
especialmente los regímenes militaristas, tienen una necesidad intrínseca: la
institucionalización del olvido y del silencio, la cual sólo se combate con la
perseverancia. Ciertamente, en nombre de un supuesto orden, de la paz social y
la seguridad nacional, el régimen pretende imponer como cierta una realidad
inexistente y usa la represión -física, sicológica e institucional- para que
nadie hable del sufrimiento del pueblo y hasta se olviden las atrocidades que
las cúpulas podridas han cometido. Sueñan con "aquí no se habla", con
un país postrado, atemorizado y servil. Por eso Kundera decía que "...la
lucha contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido". Y
permítanme agregar que es también una lucha espiritual pues el régimen asume
como estrategia quebrar el optimismo de la mayoría, sembrar resignación y
dinamitar nuestros sueños. Es además una lucha por la unidad, cuando el
gobierno permanentemente intenta dividirnos y fracturar el espíritu unitario de
las fuerzas democráticas. Por eso vale la pena insistir, hablarle a quienes
sucumben ante esa estrategia gubernamental y por momentos los agobia el pesimismo.
A todos, sirvan de ejemplo esas lecciones que tarde aprende el tirano,
aquellas que día a día nos da un pueblo que no se calla, ni se rinde; que
padece los calamitosos servicios públicos y la mentira oficialista; que sufre
para conseguir alimentos y medicinas pero todos los días protesta aquí y allá
aunque los medios estén amordazados. En fin, hablamos de un país que no se
arrodilla y está decidido a cambiar. #EleccionesYA
Richard Casanova
richcasanova@gmail.com
@richcasanova
Colegio de Ingenieros
Movimiento Progresista
Caracas-Venezuela
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