¿POR QUE SERA?
En junio del año
pasado el Secretario General de la OEA, Almagro, presentó ante el Consejo Permanente de la
Organización de Estados Americanos (OEA) un informe acerca de la muy
deficitaria situación de la democracia en Venezuela. Como era natural el gobierno
del señor Nicolás puso el grito en el cielo, la Canciller con la grosería que
le es propia hizo las protestas del caso y finalmente, en una muy movida
reunión se obtuvieron los votos necesarios para permitir la lectura pública de
dicho informe ante el Consejo Permanente
en sesión televisada a todo el continente.
En la oportunidad se
tomó nota del contenido conviniéndose en efectuar gestiones
diplomáticas destinadas a resolver la crisis cuya existencia se reconoció pese
a las objeciones del gobierno venezolano. Unos dicen que eso activó la
aplicación de la Carta Democrática, otros opinan que no es así. En todo caso el
gobierno “bolivariano” jamás autorizó el ingreso de ninguna misión
internacional que pudiera constatar o desmentir los alegatos pese a haberlo
solicitado numerosísimas veces igual
como lo han hecho los organismos de Derechos Humanos nacionales y universales
con idéntica suerte.
Lo cierto es que en
esta misma semana el señor Almagro presentó una actualización del referido
informe el cual está disponible en internet
(https://www.oas.org/documents/spa/press/OSG-243.pdf ).
En dicho documento
el Secretario General analiza con seriedad el deterioro ya intolerable de la
situación que los venezolanos conocemos de sobra y recomienda a la organización
tomar las acciones que la misma Carta Democrática autoriza que pueden culminar con la suspensión de
Venezuela del seno de la OEA como ya nos ocurrió con MERCOSUR. Creemos que
Almagro tiene suficiente experiencia y además no es tonto por lo cual nos permitimos
suponer que es probable que haya gestionado el apoyo de votos necesarios para
que el tema no quede otra vez en el tintero.
Ya en junio pasado,
cuando se iba a leer el informe, Venezuela hizo desesperadas gestiones de
última hora para tratar de impedirlo. Para ello contó con el apoyo de los
aliados de siempre, algunos ideológicos y otros tarifados, pero no le fue
suficiente y hasta sorpresas hubo. Todo el continente observó en las pantallas
de televisión como se ponía en evidencia una verdad que en Venezuela se tapaba
a todo evento.
Desde entonces hasta
hoy han pasado algunos meses y junto con ellos el deterioro de la situación
venezolana no solo en cuanto a la vigencia de la democracia sino en temas de
supervivencia como alimentación, salud, seguridad etc. se ha hecho mas visible
y en casi todo el mundo es materia de comentario, resoluciones, presiones etc.
Paralelamente algunos de los “tarifados” ya han tomado nota de que el Tío
Rico está en bancarrota y que se acabó
la regaladera, otros se han acercado ya
a ofertas alternativas y otros mas se han ido por toda la calle del medio
denunciando la dictadura (Paraguay, Perú, Brasil, Argentina, Costa Rica, etc.).
Algunos, administrando eficientemente la cara de pendejos se hacen los locos y
observan como van soplando los nuevos vientos.
El ex Canciller
Chaderton acaba de declarar que “se puede vivir sin la OEA”. No parecía ser esa
la opinión del gobierno venezolano que por mas de cinco años acreditó a su
diplomático estrella para tratar de manejar un escenario que hasta hace poco
acompañaba los procederes de la “revolución”bolivariana
Pero… en este mundo todo evoluciona y es así
como MERCOSUR, UNASUR, CELAC, Consejo de Derechos Humanos de la ONU, etc. han
ido cambiando sus orientaciones para transformarse en críticos de lo que otrora
aplaudían. Solo el ALBA y alguno que otro pedigüeño irredento de Petrocaribe se
mantienen “leales” hasta que haya nuevas deserciones como la que se asoma en
Ecuador en su segunda vuelta electoral.
De allí pues la OEA
que en tiempos de Insulza oficiaba de cómplice de Chávez, hoy está con aires de cambio y en las semanas
por venir podrá ser posible que nos deje
fuera.
Este opinador
entiende que lo anterior atañe e importa a un reducido numero de conciudadanos
ocupados mas en sortear las inclemencias de la “guerra económica” que nos priva
del pan, prevenir el consumo de la yuca amarga que promueve el “imperio” para
envenenar al pueblo, defenderse del hampa y hurgar en la basura para recoger un
mendrugo.
Pero… en todos los frentes la cosa se va poniendo chiquita y nadie
niega que el aire empieza a faltar.
Adolfo P. Salgueiro
apsalgueiro1@gmail.com
@apsalgueiro1
Internacionalista
Miranda - Venezuela
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