SAO PABLO Y ODEBRECHT
Para las elites de la
secta marxista leninista en diferentes
partes del mundo, utilizar la corrupción es otra forma de lucha, ya sea para
conquistar el poder o consolidar por siempre a sus camarillas en la dirección
de algunos Estados; con ello queda
patentado que el foro de Sao Pablo bajo
la batuta de Lula Da Silva dio la orientación política para que se
materializara la corrupción de la empresa
brasileña Odebrecht, que pago coimas en 12 países a funcionarios del
sector privado y público, y también dio
dinero para campañas políticas, comprometiendo a futuros gobiernos con el proyecto del
socialismo de siglo XXl, de diferentes maneras.
Indiscutiblemente los
regímenes más corruptos que se han conocido en el planeta en el último siglo,
son los de las dictaduras marxistas o ¿Quien puede controlar la corrupción en
Norcorea, Cuba, China o Vietnam? Porque
no se conoce de algún castigo a funcionario, y si lo hay es porque cayó en
desgracia con la cúpula del partido comunista, de la misma manera la corrupción
de la pandilla del PSUV(partido socialista unido de Venezuela) es inocultable y los controles a los bandidos de esa
burocracia gobernante, prácticamente son inexistentes, recordando que en
Venezuela fue el país en donde Odebrecht repartió mas sobornos, pues la cuantía
es cercana a 100 millones de dólares, entonces ahí esta retratado de cuerpo entero el comunismo
totalitario con la corrupción.
En Colombia
necesariamente con el conocimiento de la dirección del foro de Sao Pablo, entraron
a las campañas presidenciales de Santos en 2010 y 2014 dineros que no se
registraron de la empresa Odebrecht, y se podría pensar que dicho apoyo se
enmarcaba para promover el proceso de paz entre el gobierno y las
Farc, ya que desde que se creó el foro de Sao Pablo en 1990, el sátrapa de
Fidel Castro diseñó como estrategia para tomarse el poder en los diferentes
países de Latinoamérica, en primer lugar
utilizar las elecciones, teniendo como tareas previas grandes protestas y
movilizaciones sociales como ocurrió en Bolivia, Ecuador y Argentina, o
intentonas de golpes de estado como sucedió en Venezuela con Hugo Chávez en
febrero de 1992, y para Colombia el proceso de paz era la mejor manera de poner a las puertas de la
toma del poder a las fuerzas marxistas leninistas, usando diferentes disfraces,
así que las coimas que pagó Odebrecht no eran únicamente para enriquecer aun
mas a los propietarios de esa empresa, sino que también había un fondo
político.
En las marchas del
próximo primero de abril, que organizan diferentes movimientos políticos,
sociales y sindicales, indudablemente
uno de los puntos fundamentales de la convocatoria es el repudio a la gigantesca corrupción que
envuelve al gobierno nacional, porque ha puesto a la institucionalidad en grave
peligro, por ello la defensa de nuestra democracia liberal es de trascendencia capital, ya que su pérdida nos
conduciría a que desapareciera la libertad que como dijera Cervantes: “es por
único que se puede vivir y morir”.
Hay denuncias desde
Brasil, acerca de que las Farc durante
20 años recibieron dinero de la compañía
Odebrecht, y un cabecilla de la banda narcomarxista taxativamente lo admitió en
un programa de televisión, alegándolo como economía de guerra, con semejante
afirmación prácticamente cualquier
argumento político es válido para
justificar la corrupción en el país, porque si esa califa comunista totalitaria
se exculpa de esa manera, un político corrupto o un empleado del sector privado
o alto funcionario del sector publico que haya sido sobornado, tranquilamente
lo puede justificar recogiendo lo expuesto por el jefe subversivo, o será que
por pertenecer al engendro marxista leninista
existe una patente de corso, que les permite a los miembros de las Farc no
solo ser terroristas, genocidas, narcotraficantes y violadores, sino que de
paso la corrupción no le es imputable a ese grupo narcocomunista.
Con esto queda claro
que la corrupción para los seguidores del marxismo leninismo, es
otra forma de lucha, y por eso un diabólico personaje como Lenin, afirmaba: “Salvo
el poder todo es ilusión” en donde la
corrupción no es cuestionada ni combatida, sino que usa únicamente en ocasiones de caballito de
batalla para purgar a los enemigos
políticos (como ocurrió en Cuba en 1989 con el general Arnaldo Ochoa), porque
como lo dijimos anteriormente, en los regímenes comunistas no se reprime a la corrupción cuando es practicada por la
camarilla, ya que ella es inherente al marxismo leninismo, cuyas pandillas buscan el poder del Estado eternamente y para
que eso ocurra la corrupción debe de ir de la mano del comunismo totalitario.
Hipócritamente en
Colombia, partidos afiliados al foro de
Sao Pablo patrocinador de la corrupción
de Odebrecht, se rasgan las vestiduras y promueven firmatones en contra de ese
flagelo, pero no renuncian a pertenecer a semejante engendro, buscando engañar
a la ciudadanía, por ello el repudio genuino a esa calamidad debe partir desde
las masas que movilizadas como va ocurrir el primero de abril denuncien y
acorralen a los corruptos, que desde el alto gobierno promueven semejante
practica tan deleznable. Sin olvidar que el marxismo leninismo es un padre innegable de la corrupción, y en
Colombia las bandas narcoterroristas de las Farc y Eln son sus fieles seguidoras.
Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Sindicatos
Colombia
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