NO LLEGAMOS
A LOS “TRES GOLPES” DE COMIDA
Cuando reflexiono en la plaza Andrés Eloy
Blanco de mi Cumaná con el estómago vacio, me provoca arrancarle la bolsa con panes a alguien y
salir corriendo a comérmelos debajo del puente del rio manzanares ubicado al
lado del parque Ayacucho.
Ayer me pesé y solo
tengo 56 kilogramos; poco para un hombre
con una estatura de 1.80 metros como yo.
Pensaba que era el
único pero mi amigo llamado ”El Cóndor
Cumanés” me comunicó sentir el mismo
arrebato con los panes y pesa 50 kilogramos.
Me ganó; pues deberíamos tener
mínimo 70 kilos.
Como nosotros hay mucha
gente en Cumaná, todo Sucre y
Venezuela. No llegamos a los
“tres golpes” de comida; y si en el país somos 30 millones de personas,
entonces diariamente se producen NOVENTA MILLONES DE GOLPES a los estómagos venezolanos.
Me pregunto como hará
el Vicepresidente de la república quien preside “el comando antigolpe”
para detener el ejercito de ciudadanos obstinados y dispuestos a todo por satisfacer
la primera necesidad del ser humano como es la alimentación.
Por cierto, el señor
vicepresidente es muy nombrado en Los Estados Unidos y no es por su conducta amigable con el ambiente.
Las autoridades norteamericanas consideran a
Venezuela un estado narcotraficante y podrían radicalizar las sanciones
económicas como no comprarle petróleo o
desplegando una operación comando al estilo “Noriega” en Panamá.
El hambre es la
oposición conspiradora del Gobierno de Maduro y
la generan intencionalmente para culpar al fantasma de la guerra
económica inventada por ellos mismos.
Secuestraron el dólar, el control de cambio y
trancaron la economía nacional. El comunismo está gobernando sobre los
cadáveres de la población sostenido por la represión de las Fuerzas Armadas,
los cubanos, cuerpos policiales, colectivos y el poder judicial. Por eso nadie los quiere. De cada 10 venezolanos 8 detestan el régimen.
Este gobierno
dictatorial y comunista con mentiras y
trampas legales aprobó una ley para prohibir la pesca de arrastre
desapareciendo tres mil empleos en el estado Sucre y gran cantidad de pescado
en la mesa de los venezolanos.
Igualmente, al
imponerle restricciones a la pesca de altura los armadores dirigen sus barcos a
puertos internacionales como Panamá, Puerto Rico, México, Republica Dominicana
y al océano pacifico, dejando sin materia prima
la industria enlatadora nacional pero abriendo el camino al gran negocio
de los boliburgueses: la importación de atún con jugosas comisiones en dólares.
De la misma forma
cercaron la pesca artesanal. Es un vía crucis
conseguir gasolina; los altos precios convirtieron los motores fuera de borda en incomprables así como el nylon,
plomo, redes, boyas; y lo que no tiene
precio: la vida de los pescadores está en
manos de los piratas del mar.
Desde ya debemos
“fajarnos” a reconstruir nuestro país ayudado por la providencia divina y el
esfuerzo de cada quien para liberarnos
de este bacalao y babalao socialista que
nos atormenta la vida.
En Cumaná por ejemplo “debemos comenzar
inmediatamente” a recuperar la industria enlatadora LA GAVIOTA expropiada y
robada por el chavismo; estructurar la Escuela de Pesca; crear escuelas de
mecánica marina con énfasis en
construcción y reparación de motores fuera de borda; escuelas de
carpintería de ribera para construir embarcaciones; redimensionar la carrera de
Ingeniería Naval de la UNEFA, Ingeniería Industrial de la UNA; todas las
escuelas de Ingeniería de la Universidad Politécnica Clodosvaldo Rusián, así
como apoyar emprendedores del sector pesquero por cuanto
es nuestro mayor potencial.
Para todo ello y más,
los Cumaneses saben que cuentan conmigo…
Cristian Silva
cumanacristian@yahoo.es
@silvacristian
Unidad Vision Venezuela
Sucre - Venezuela
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