COLOMBIA EN CAPSULAS
Todo en el mundo se transforma. ¿Por qué el negocio del narcotráfico
sería una excepción?. Trabajos de investigación recientes sobre las rutas del
narcotráfico que se inicia en Colombia ponen de relieve una adaptación de los
carteles de la droga neogranadinos a las nuevas realidades del consumo, a las
capacidades de vigilancia de los puertos y países de destino de los
estupefacientes y a las realidades geopolíticas del entorno colombiano.
Todo parece indicar que el Océano Pacifico se ha estado convirtiendo en
una ruta que comienza a ser atendida aceleradamente por los carteles , en la
misma medida en que caras nuevas surgen también en el manejo del narco-negocio,
como consecuencia de las detenciones de figuras colombianas tradicionales en
ese terreno y, en la medida en que México se ha estado convirtiendo en un
destino ideal por la ineficiencia de los órganos de control y policiales
locales para controlar la importaciones y la distribución local.
El mercado mexicano de consumidores ha estado creciendo exponencialmente
y aun hay espacio para su expansión. Las estadísticas señalan que 1,5% de los
estudiantes de secundaria y bachillerato requieren atención por consumo de
drogas y que 3,3% de todos los estudiantes lo hacen de manera regular,
igualando los porcentajes de contaminación de los Estados Unidos.
Ello hace que desde los puertos de Buenaventura y Tumaco se ha estado
armando un nuevo tinglado de comercialización de la producción colombiana de
cocaína en cuya composición los tradicionales jeques tienen menos peso, le dan
paso a nuevas generaciones de narcotraficantes mejor organizados y más
eficientes, y han pasado a ser actores principales los paramilitares
desmovilizados de Colombia y miembros eyectados de las filas del ELN. Un cambio
de envergadura que aseguraría la permanencia en el tiempo de la lacra.
El tema es para quitarles el sueño a los batalladores del tema
antidroga. En esta hora y punto, de los 32 departamentos de Colombia solo están
libres de Coca tres: Goajira, Caldas y Cundinamarca.
Un reciente trabajo periodístico del diario El Espectador de Colombia da
cuenta de cómo la sofisticación de los nuevos grupos ha sido reconocida tanto
por la DIJIN colombiana ( Dirección de Investigación Criminal y de Interpol)
como por la DEA estadounidense ( Drug Enforcement Agency) también presente en
suelo colombiano. En los dos últimos se han fortalecido grupos de narcos
pequeños en talla que trabajan sobre el Pacífico en las cercanías del Ecuador.
Estas estructuras serían hoy las responsable de tres cuartas partes de la
cocaína que logra acceder al territorio americano proveniente de Colombia.
Esta nueva camada generacional de narcos de alta capacidad logística han
conseguido establecer vínculos directos con los carteles mexicanos
tradicionales – Zetas , Sinaloa, Jalisco y Nueva Generación- y les colocan las
carga en los dos puertos de Nariño y Valle del Cauca en el Pacifico desde donde
los mexicanos los trasladan a México bordeando las Islas Galápagos y
surtiéndolos de gasolina en el camino.
Las autoridades americanas y colombianas se han puesto de acuerdo para
que los capturados sean entregados a las autoridades norteamericanas para
impedir que su capacidad corruptora logre pervertir a la Justicia
colombiana.
Así pues también en Colombia se están produciendo mutaciones para asegurar
los altos beneficios de la droga. Ello
no quiere decir que el paso de la frontera venezolana para acceder al mar
Caribe haya sido descuidado. La batalla entre los clanes es sangrienta pero
mientras los beneficios sigan siendo del orden de los actuales, y la
facilitación de las autoridades en el paso de la frontera hacia Venezuela
subsistan, siempre habrá espacio para todos…
Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
Internacionalista
El Nacional
Miranda - Venezuela
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