DIRIGENTES
LUNÁTICOS
Los dictadores existen desde que los humanos decidieron
organizarse en grupos sociales. Son aquellos que a través de la fuerza se ponen
por encima de cualquier escala jerárquica y crean a su alrededor un aura de
absolutismo y completo dominio. Siempre imponen sus ideas a los dominados y
eliminan cualquier disidencia con el régimen impuesto. En su ignorancia de los
principios políticos recurren a la astucia y a la hipocresía para someter al
pueblo con dadivas y prebendas. Los afectos a la tiranía toman resoluciones
absurdas que conducen a la anarquía y esta termina debilitando el poder. Un
pueblo puesto en manos de un advenedizo que no respeta las contiendas
electorales, se atomiza por las discordias de los opositores que exacerban su
sed de poder.
Los aspirantes a dictadores algunas veces revelan sus
intenciones mediante su ferviente deseo de eliminar opositores. Con ellos la palabra libertad no existe y
puede ser protegida solamente si a la gente opositora le importa lo suficiente
como para luchar por ella. Quienes han vivido
en dictaduras sostienen que es necesario
“luchar sin creer en dirigentes que manejan la oposición a su
conveniencia económica”. En algunas
dictaduras latinoamericanas, quienes han detentado el poder, lo han hecho con
el apoyo de muchos “antagonistas políticos”.
Aunque algunos dictadores han detentado el título de
Presidente, con el propósito de aparentar una legitimidad que no poseen, han
gobernado con poderes extraordinarios, o de facto, degenerando con facilidad en
regímenes despóticos, tiránicos y a menudo violentos. Usualmente demandan poder
ilimitado para lidiar con una emergencia nacional o para restaurar el orden.
Raras veces abandonan el poder que han adquirido por la vía democrática y niegan toda posibilidad de abrir procesos
electorales alegando razones de seguridad de Estado.
Cualquier dictadura de tipo fascista impone unas ideas al
pueblo y lo subyuga bajo el poder del terror y la represalia policial o
militar. Estas han surgido en pueblos prósperos, educados y sofisticados que
parecían estar lejos de llegar a una tiranía y que acogieron a dirigentes
lunáticos porque las políticas de gobiernos anteriores devinieron en crisis
económicas, políticas y sociales que fueron el caldo de cultivo para los
tiranos.
La oposición debe ser un componente básico del
funcionamiento de las democracias pluralistas porque su existencia representa
la cristalización de la diversidad social y desemboca en regímenes
bipartidistas o multipartidistas.
También mantiene una relación directa con la democracia porque no busca
la eliminación del adversario, sino la solución de los conflictos, esto se
logra mediante la identificación de intereses comunes y privilegiando el
mecanismo del diálogo por encima del de la confrontación.
Noel Alvarez
noelalvarez14@gmail.com
Gente- Generación Independiente
Coordinador Nacional de IPP - Gente
@alvareznv
Caracas - Venezuela
@beanavas
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