jueves, 20 de abril de 2017

CARLOS E. AGUILERA A., PRESO, PERO LIBRE

TOQUE DE DIANA

A Lilian Tintori, su esposa, junto con Manuela y Leopoldo sus hijos; Leopoldo López Gil y Antonieta Mendoza de López, sus padres.

“Encarcelado en la prisión militar de Ramo Verde desde febrero de 2014 y condenado a 13 años y 9 meses de prisión, en una caricatura de juicio que ha sido el hazmerreír del mundo entero, su autor es el preso político más conocido internacionalmente, un símbolo de atropellos e injusticias que cometen las dictaduras contra quienes osan desafiarlas” / Mario Vargas Llosa

Tomé prestado el título del presente artículo, del libro escrito por Leopoldo López en notas que noche a noche y durante su injusto encierro fue escribiendo en un cuaderno, y que posteriormente se imprimió en el mes de junio de 2016, en los talleres de Editorial Melvin en Caracas, con el sello de Editorial Libros Marcados,  prólogo del ex presidente español Felipe González,  y presentación del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, para que se conozca la feroz persecución que perpetra el régimen de Maduro, contra quien adversa la tan mentada revolución socialista del siglo  XXI.

“Preso, pero libre”, emblemático título del libro, recoge las dolorosas situaciones personales que Leopoldo López y su familia han tenido que afrontar desde su reclusión en la cárcel militar, en la que purga la injusta condena prevaricada impuesta por un tribunal rojo rojito, y que lo ha convertido como lo tipificó Amnistía Internacional, en un Preso de Conciencia del régimen de Nicolás Maduro.

El líder fundador del partido Voluntad Popular, quien es economista titulado en la Universidad de Harvard, ostenta una exitosa carrera política desde el año 2000 cuando a la edad de 29 años fue elegido con el 51% de los votos para su primer período en la Alcaldía de Chacao, y posteriormente en su reelección en el 2004, arrasó con 81% por ciento. En abril de 2002, fue uno de los muchos políticos que llamaron a las manifestaciones opositoras de calle que derivaron en un golpe de Estado, que sacó brevemente del poder al entonces presidente Hugo Chávez.

Estos sucesos sin duda alguna lo convirtió en el enemigo político número uno del régimen chavista, que no lo pensó dos veces para inhabilitarlo políticamente por un supuesto caso de conflicto de intereses según la Contraloría General de la República, por haber sido asesor de PDVSA, empresa estatal. La retaliación comenzó a tomar cuerpo y nuevamente en el año 2011 la Contraloría lo volvió a inhabilitar por tres años más, por el supuesto desvío de recursos públicos cuando fue alcalde de Chacao, en los años 2000-2008. Ambos casos ajenos a la verdadera razón por la cual se ensañaron con su persona.

La peor pesadilla de Maduro comenzó cuando López pese a estar preso, su liderazgo ha ido tomando cuerpo y su poder de convocatoria cada vez se hace visible pues en calles, avenidas y casa por casa de todo el territorio nacional, miles de jóvenes partidarios de su causa “Voluntad Popular”, realizan día a día inagotables jornadas para invitar al pueblo a tomar conciencia de los derechos inalienables, que les han sido negados por la revolución socialista-marxista y mal llamada bolivariana, tarea que para su esposa Lilian, así como su madre y padre, se ha tornado en un punto de honor.

Leopoldo López está purgando una criminal sentencia, pese a que existen numerosos indicios de que su juicio es eminentemente político, tal como lo afirmara el ex fiscal Franklin Nieves, quien huyó de Venezuela asegurando que recibió fuertes presiones “para que continuara defendiendo las pruebas falsas con las que se había condenado al ciudadano López” y Rosa Amelia Azuaje, doctora en Lingüística, quien fue connotada admiradora del fallecido Hugo Chávez y apoyó luego a Nicolás Maduro, quien afirmó era chavista cuando la llamaron a declarar como experta lingüística en el sonado y escandaloso juicio de Leopoldo López. Tres años después del día en que el líder de Voluntad Popular entró en la cárcel, comenzó el desencanto de la dama con el proceso bolivariano, al afirmar : “Esto que quiere hacer el Gobierno no puede ser, no es ético”, pensaba al advertir que la fiscalía, para no darle argumentos a la defensa, no contrastó su análisis con el de otros expertos, ni buscó a un psicólogo que determinara si las arengas de López habían provocado los destrozos en el Ministerio Público en Caracas, y el incendio de vehículos de la policía en febrero de 2014. Solo su opinión como perito fue el testimonio clave utilizado por la fiscalía para que la juez Susana Barreiros condenara a López a 13 años y nueve meses de prisión.

Intuyo que Leopoldo López, en la penumbra de sus largas noches de desvelo no debe haber vacilado en ponerle el título de “Preso, pero libre”, al libro de su autoría, porqué se siente libre de conciencia ante los dolorosos y trágicos hechos que se han producido en los últimos años, en los que estuvo brazo a brazo con sus combatientes adláteres políticos. Mientras en la acera del socialismo del siglo XXI, Maduro, Diosdado Cabello, Jaua, Carreño, Tarek William Saab, Tarek El Aissami, los Rodríguez y otros tantos militantes del PSUV, casi a diario incitan a la violencia que luego la concretan sus secuaces colectivos con hechos punibles, contra quienes acuden a las marchas de la oposición. Estos podrían escribir un libro cuyo título sería: “Libres, pero presos”.
La vida de Leopoldo López desde que se encuentra preso en Ramo Verde, está llena  de abusos y sistemáticos agravios, como las requisas a su persona y familiares, despojo de libros, papeles y prendas personales, aparatos de grabación para escuchar todo cuanto dice, periódicos aislamientos por espacio de días, hasta excremento que le lanzaron al calabozo en el que se halla recluido, como lo refiere en las 285 páginas del libro.

El ensañamiento del régimen madurista contra Leopoldo López no tiene límites, al extremo de que la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia ratificó hace pocas semanas la sentencia en su contra. Con esta decisión se ha agotado la vía judicial en Venezuela y solo resta apelar en instancias internacionales, pero Venezuela no reconoce la jurisdicción foránea en asuntos internos. La causa de López solo queda pendiente de un indulto o una decisión política fraguada en los acuerdos entre el gobierno y la oposición. Y esta es una vía, cuyo semáforo en rojo permanece permanentemente encendido.

El título del libro resume lo que su autor revela en el mismo: “Estamos presos ante la corrupción, la intransigencia, la inseguridad, la represión y la antidemocracia, pero somos libres en nuestro potencial de ser libres. El potencial, la aspiración colectiva, la tierra prometida, lo que podemos llegar a ser….Allí, en la fuerza de ese ideal, es que podemos conseguir la libertad, y esa libertad se materializa cuando cada persona pueda conquistar el potencial de sus aspiraciones y sus derechos”.

El fallecimiento en días pasados de Giovanni Sartori (1924-2017), sociólogo italiano conocido como el pensador de la democracia, nos obliga a meditar concienzudamente que nuestro país, gracias al empeño, voluntad y fe de hombres y mujeres amantes de la libertad y de los derechos humanos, sociales y políticos, esta pronto a recuperarse gracias al valor, estoicismo y propósito de millones de venezolanos, dispuestos a acabar con la tiranía que nos sojuzga, cuya luz al final del túnel ya asoma su resplandor.

Carlos E. Aguilera A.
careduagui@yahoo.com
@_toquedediana
*Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP.122)
Aragua - Venezuela

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