NO DEJES QUE EL ÁRBOL TE IMPIDA VER EL BOSQUE
Los
políticos, los analistas y la gente común confunden muchas veces sus deseos con
la realidad, razón por la cual sus conclusiones sobre los hechos no se ajustan,
como deberían, a las realidades de las situaciones analizadas. Esto ocurre
tanto en sectores de izquierda como en grupos de derecha y, las desviaciones
analíticas son mucho más grandes en la medida que nos desplazamos hacia los
extremos en cada caso. Las exageraciones, los deseos y las esperanzas,
invalidan el análisis. Los medios electrónicos y físicos están plagados de este
tipo de opiniones, que al carecer de fundamentación se constituye en un ruido a
la hora de las interpretaciones. A estos grupos les ayudaría la lectura de
trabajos escritos por estudiosos o conocedores del campo que analizan, sobre
todo porque utilizan un método de investigación basado en hechos y datos
objetivos, en documentos oficiales y en el establecimiento de similitudes con
casos parecidos del pasado.
Las
debilidades señaladas se dan en las opiniones sobre lo nacional e internacional
y es más enrevesada cuando se trata de concatenar ambos escenarios, en un
intento por establecer conexiones y relaciones causales. Un caso típico lo
constituye la forma primitiva en que los opositores viscerales analizan las
situaciones políticas, electorales o de otro tipo, que ocurren en los países
del ALBA. Para ellos Correa, Morales y Ortega son iguales a Maduro, y todo lo
que opinan de éste, lo cual tampoco es producto de un análisis serio, se lo
aplican a aquellos gobernantes, sin detenerse en que son países y realidades diferentes, historias
desiguales y momentos distintos. Para estos alocados opinadores Temer es el
Capriles de Brasil, Macri el Julio Borges de Argentina y Lasso el Leopoldo
ecuatoriano, simplemente porque se enfrentaron a quienes son amigos de la
Venezuela de Chávez.
Dilma
Rousseff, para estos simplistas del pensamiento político, está bien destituida
porque debe ser tan corrupta como ellos creen fue Chávez o es Maduro. No
importa que esta consideración no tenga ninguna base, ni que el Presidente del
Congreso de Brasil, del mismo partido político de Temer y principal acusador de
Rousseff, sea quien hoy esté preso por delincuente luego de ser sacado del
Congreso brasileño. En su odio a Maduro desean vehementemente que Trump invada
Venezuela, y gritan alborozados ante cada declaración del Pentágono, sin
percatarse que esto no va a ocurrir por innecesario y que realmente forma parte
de la propaganda del Gobierno, para mantenerse hasta o más allá de febrero de
2019.
Pero
el primitivismo se extiende a los igualmente fanáticos viscerales del Gobierno,
fervientes creyentes de todos los disparates creados por la mente retorcida de
quienes nos dirigen. Para ellos el actual Presidente de EEUU era, hasta hace
poco, el camarada Trump, que les dejaba unos CLAP bastante baratos a Maduro,
mientras el negro Obama, perdón, el afrodescendiente Obama, era el fascista
proimperialista que había declarado a Venezuela “peligro inminente”. Sin duda,
apreciaciones de un nivel muy elevado.
Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
Caracas-Venezuela
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