El
presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, quien fue
reconocido el miércoles 23 por el presidente Donald Trump y los principales
líderes de la Unión Europea y de América Latina como presidente interino de
Venezuela, me dijo en una entrevista a principios de esta semana que sus
primeras prioridades después de proclamarse como presidente interino legítimo
serían pedir ayuda humanitaria internacional y convocar elecciones anticipadas.
Durante una
entrevista telefónica prolongada desde un lugar no revelado el lunes, Guaidó, de
35 años, también dijo que no estaba dedicando mucho tiempo a preocuparse por si
sería arrestado por declarar al dictador Nicolás Maduro como “usurpador” de la
presidencia, y por juramentarse como presidente legítimo.
“Esos son
los riesgos de ser un político hoy en Venezuela, pero el sacrificio de vivir en
democracia y en libertad de nuevo bien lo vale”, me dijo Guaidó. “Ahí están
Leopoldo López, Fernando Albán, incluso que fue asesinado por este régimen” y
varios otros dirigentes políticos encarcelados o exiliados, agregó.
Cuando le
pregunté si buscaría refugio en una embajada extranjera en Caracas para dirigir
un gobierno alternativo desde allí, respondió: “No, no, en absoluto”.
Los Estados
Unidos, Brasil, Argentina, Colombia, Perú y la mayoría de las democracias
latinoamericanas y europeas, excepto México, reconocen a la Asamblea Nacional
como la única institución democrática que queda en Venezuela. Fue elegida en
2015, la última vez que el país celebraron elecciones medianamente libres, que
la oposición ganó por abrumadora mayoría.
En virtud
del artículo 233 de la Constitución venezolana, el presidente de la Asamblea
Nacional puede ser juramentado como presidente interino con la tarea de
convocar elecciones libres cuando la presidencia del país esté vacante.
La Asamblea
Nacional declaró vacante la presidencia el 10 de enero, cuando Maduro comenzó
un nuevo período de seis años alegando que había ganado las elecciones de mayo
de 2018, que fueron condenadas como fraudulentas por las principales
democracias del mundo.
En la
entrevista, Guaidó dijo que una de sus primeras prioridades sería buscar ayuda
humanitaria de países amigos para ayudar a millones de venezolanos “porque hoy
muere gente en Venezuela de hambre”.
Aunque eso
sería difícil de lograr sin tener las fuerzas armadas de su lado, Gauido —a
menos que el régimen de Maduro lo arreste— podría pedir a Estados Unidos y
otros países que envíen toneladas de alimentos y medicamentos a las fronteras
de Colombia y Brasil. Eso podría poner a Maduro en una posición políticamente
incómoda: hasta ahora, Maduro ha rechazado las solicitudes de la oposición de
ayuda humanitaria extranjera, alegando que el país no la necesita.
“Aquí lo
importante y las medidas urgentes para atender en Venezuela son, primero,
asumir esas competencias para atender la emergencia humanitaria que hoy vive
Venezuela, reconocida incluso por la ONU”, y que ha generado “la crisis de
migrantes más importante en nuestro hemisferio”, agregó.
Andrés
Oppenheimer
@oppenheimera.
Miami
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