Todo se está preparando para el venidero sábado 23 de
Febrero cuando comience el proceso de entrada de la Ayuda Humanitaria tan
necesaria para Venezuela.
El Presidente Encargado constitucionalmente, Juan
Guaidó, hace días declaró claramente que “la ayuda humanitaria va a entrar sí o
sí”.
Este lunes 18, Donald Trump en Miami ha dicho que “los
días del socialismo están contados no sólo en Venezuela sino también en Cuba y
en Nicaragua”. El hombre viene por todo.
De tal manera que el panorama para Maduro y su banda
criminal se oscurece cada día más. Y la operación para el ingreso de la ayuda
humanitaria es un paso clave dentro de este proceso.
A la fecha de la publicación de este artículo, podrían
vislumbrarse cuatro escenarios posibles para el día 23 de Febrero. Intento
resumir.
Escenario 1: “No va a entrar”. Maduro decide que bajo
ningún concepto permitirá que la ayuda entre a Venezuela. Se decide bloquear,
obstaculizar y hasta reprimir violentamente. Resultado: La pregunta aquí es:
¿cuánta fuerza real le queda a este régimen moribundo para ejecutar tales
acciones? ¿Se va a prestar la Fuerza Armada para eso a estas alturas? Aún
cuando la respuesta fuera sí, el resultado no haría sino acelerar el inexorable
fin. Pero si la FAN no responde debidamente, lo cual es muy posible, la caída
del régimen sería inminente y casi inmediata.
Escenario 2: “Entra pero castigo”. Maduro elige el
camino de dejar entrar la ayuda pero antes, durante y después manda
selectivamente a buscar con el FAES y similares asesinos a quienes dentro de
Venezuela voluntariamente se unieron al ingreso. Aduce que viene “envenenada,
contaminada, vencida”, como ya ha dicho la vengativa Delcy. Que “deben proteger
al pueblo”. Resultado: Aquí el asunto es que se van a contar por decenas de
miles quienes se van a unir a esta operación en nuestro país. Y la respuesta de
nuestro lado a tal arbitrariedad podría ser masiva y brutal. Además, las
consecuencias para el régimen de las acciones que en respuesta decidan tomar
los países aliados del retorno a la democracia en Venezuela son impredecibles.
Escenario 3: “Entra pero la robo”. Efectivamente deja
entrar pero la decomisa, la expropia. En pocas palabras, la roba. Como ha sido
su costumbre durante 20 años. Se busca un par de organizaciones que siempre
están dispuestas a ofrecerse (atención Villarroel…) para encubrir “legalmente”
la operación con el fin de distribuir directamente la ayuda. Resultado: Similar
al del escenario 2.
Escenario 4: “Deja entrar”. Antes de arriesgarse a una
contundente derrota pública, Maduro prefiere seguir una estrategia similar a la
que ha tenido con Guaidó: dejarlo hacer y esperar un mejor momento. Resultado:
por más que quiera esconder la derrota, el resultado de este escenario
configuraría un eslabón más (¡uno muy importante, por cierto!) en la cadena de
batallas perdidas que viene sufriendo el régimen venezolano. De paso, el golpe
en lo moral a la Fuerza Armada podría ser definitivo y obligar a que finalmente
den el paso crucial de apoyar a Guaidó.
Como se ve, el régimen está en una situación de “catch
22”: una situación paradójica en la cual alguien no está en capacidad de salir
bien de una situación escoja el camino que escoja.
Por otra parte, cabe destacar que el 23 es sólo el
inicio de un largo trayecto para hacerle llegar la ayuda humanitaria a millones
de venezolanos urgentemente necesitados.
Sí, va por etapas, pero se trata de un proceso
continuo, por lo que muy difícil le será a Maduro contener esta avalancha.
Como preludio al 23, se está organizando un concierto
musical de gran dimensión en la propia frontera.
El “Venezuela Aid Live” es un evento que se inscribe
en la estrategia de lucha no violenta. Colocará la atención del mundo sobre el
caso venezolano.
En particular, se pondrán aquí los ojos de muchas
personas que aún no están sensibilizadas sobre nuestra realidad, gracias a que
la música atrae diferentes sectores diferentes al político.
Como dato folclórico (por no decir cómico…) el eterno
psiquiatra resentido – quien está a milímetros de convertirse en paciente –
anunció un show paralelo organizado por el régimen criminal. Se ve que la
creatividad últimamente les sale por los poros.
En todo caso, Maduro y sus acólitos deben ir
preparando sus alpargatas, porque, con o sin conciertos lo que viene es joropo.
Bernard Horande
@BHorande
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