El fallecido comandante dejó sentadas las bases de lo
que según los militares golpistas justificaba el alzamiento contra la
Constitución de la cúpula verde que hasta hoy, junto a algunos civiles, se
apoderó del país hasta arruinarlo con un discurso clasista y belicoso y bajo el
fuete ideológico e interesado del régimen cubano.
Tomaremos fragmentos de un artículo de Juan Marturano,
oficialista militante, publicado en el año 2012 en Aporrea.com para resumir
algunos de los elementos que en esa época sirvieron de excusa para meterle
plomo a las instituciones y dejar en la intentona un gran manchón de sangre y
ese sabor a gorilato que ni el paso del tiempo ha borrado. Al contrario.
El porqué del 4 de febrero de 1992, es el título
original. Veamos.
“Para el momento en que esto escribo, nos encontramos
en la plena conmemoración de los 20 años de esta rebelión militar que encabezó
el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, y me parece oportuno revisar y realizar
en un día tan especial como hoy, un recuento de las causas que motivaron ese
alzamiento militar y algunas otras reflexiones, ya que los que no se dedican a
conocer su historia, están condenados a repetirla”.
Uno. El proceso que vivía Venezuela en aquel año 1992
era de toda una conmoción social debido al deterioro persistente del estado
económico del país, en particular de las clases populares.
Dos. La clase gobernante se fue desgastando, cediendo
a las presiones de la influencia política, del amiguismo, de la lealtad
partidista y desoyendo el llamado de la ley y de la propia Constitución.
Tres. El descuido de la educación elemental y
profesional a nivel popular, lo cual ha resultado fatal para el país, de la
atención médica, de la seguridad ciudadana, de la construcción de viviendas
económicas y vías de comunicación; en consecuencia, la miseria y la inseguridad
fueron en aumento constante hasta llegar a niveles alarmantes.
Cuatro. El descenso en el nivel de vida y la
inseguridad física incluso hizo mella en la clase media baja.
Cinco. La continua llegada de gente sin recursos del
interior del país y de inmigrantes de los países vecinos, en los cuales se vive
peor que en Venezuela, agravó la carga del Estado. Estos inmigrantes, carentes
por lo general de una adecuada formación profesional, se alojaron en apretados
ranchos que levantaron ellos mismos en las afueras de las ciudades, agravando
los problemas sanitarios, educacionales y policiales que ya de por sí eran
insolubles.
Seis. Los resultados macroeconómicos de los tres
primeros años de la administración del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez
fueron satisfactorios, si los vemos bajo la óptica o el lente neoliberal: a un
primer año de contracción económica siguen dos de crecimiento: 5,3% en 1990 y
9,5% en 1991.
Siete. El déficit fiscal se reduce en el primer año
por la devaluación del bolívar, en 1990 por efecto de la Guerra del Golfo, y en
1991 por las privatizaciones de empresas del Estado como la Compañía Anónima
Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) y la Venezolana Internacional de Aviación
Sociedad Anónima (Viasa). Sin embargo, el equilibrio en las cifras macro de la
economía no se expresa en mejoras del nivel de vida para el ciudadano común.
Ocho. Una alta inflación, niveles de pobreza
calculados para ese entonces en un 62% con un 30% en situación crítica son el
marco del año 1992.
Nueve. El ambiente político se caldea cada vez más. La
CTV repudia el paquete económico desde 1989, y poco después se lleva a cabo la
llamada "Marcha de los pendejos" en protesta contra la corrupción. El
gobierno pretende aliviar las tensiones sociales anunciando un ambicioso
proyecto de ayuda y atención a los sectores más débiles de la población. El llamado
"Megaproyecto Social" llega con retraso.
Diez. Durante los meses finales de 1991 se difunden
fuertes rumores de golpe de Estado. En enero de 1992 hay una reacción general
contra el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Once. En 1982 se funda una agrupación informal en las
entonces Fuerzas Armadas Nacionales denominada Movimiento Bolivariano
Revolucionario 200 (MBR-200). Alegando la situación económica y política, la
incompetencia y la corrupción del liderazgo civil, el MBR-200 organiza la
"Operación Zamora", cuyos objetivos son derrocar al Presidente Carlos
Andrés Pérez y constituir una Junta de Reconstrucción Nacional.
Doce. En un país hastiado de que la dirigencia evada
sus responsabilidades, asumir la derrota militar de esta insurrección convirtió
a Hugo Chávez en un personaje conocido y popular.
Trece. El 5 de febrero el Congreso convocó a una
sesión conjunta para considerar el decreto presidencial; las fracciones
políticas convienen en no discutir los acontecimientos del día anterior y
emitir un comunicado repudiando el "intento golpista". No obstante,
el entonces senador Rafael Caldera, rompiendo la disciplina de su partido, sin
justificar la rebelión expresa que ella tiene, al menos, como pretexto el
deterioro de la situación económica y social. "Es difícil pedirle al
pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia cuando piensa que esa
libertad y esa democracia no son capaces de darle de comer", dijo Caldera.
Dígame usted si esta película no es repetida. Justo
ahora la estamos viendo otra vez. Y mucho peor. Muchísimo peor.
Elides J. Rojas L.
elidesr@gmail.com
Twitter: @ejrl
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